¿Son Celos?

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Había pasado sus buenos minutos ahí observando como la rubia dormía, me daba envidia lo cómoda que se veía ahí entre las sábanas y me daban ganas de estar ahí, pero no quise mover ningún músculo.

Empezó a haber un poco más de ruido afuera, los chicos al parecer estaban más animados, eso fue algo suficiente como para que la rubia empezara a despertar, esta se desperezó con un bostezo mientras se estiraba... ¡Maldición se veía tan tierna! Abrió los ojos pesadamente hasta que se despertó por completo.

-Me pareció ver un lindo conejo - comentó risueña, luego miró la hora y su cara cambió totalmente- ¿¡Tan tarde es!? ¡Maldición! ¡Voy a llegar tarde!

-¿Hmm? - estaba confundida- ¿Saldrás?

-Le prometí que si tenía tiempo libre, iría a verla - ella empezó a buscar ropa en su closet, sacaba prendas bastante bonitas... Prendas que no le había visto en otras circunstancias.

-"Verla" - pensaba, o sea, que iría con una chica, ¿Quién sería? ¿Alguna amiga? Me estaba inquietando de a poco.

-¿Así estoy bien? - preguntó ella sacándome de mis pensamientos, se había colocado una blusa holgada color rosa pastel, con unos pantalones cortos de color celeste y zapatos que combinaban con su blusa.

-Estás.. . Muy linda - comenté algo desanimada, había gente que si podía tener el agrado de que ella se haya vestido así para la ocasión.

-¡Gracias cutie pie!

Ella besó mi mejilla y luego salió de prisa de la habitación, la seguí y solo me quedé en el marco de la puerta de pie, aun tenía su ropa entre mis brazos, la apreté con fuerza, intentaba calmar la inquietud que sentía, era una sensación desagradable, estaba molesta, dolida, no sabía cómo explicarlo, y que estúpido sería sentir todo aquello si...

-No son nada - aquella frase que completó lo que sentía me sacó de todo horrible pensamiento, Kaminari y Bakugou pasaban e iban hablando de cosas que no comprendí - aquellos entrenamientos en esas cámaras especiales, ¿Qué pretenden?

-Hey, cara redonda - me saludó el cenizo ignorando al chico a su lado, solo sonreí algo desanimada - ¿Mejor?

-Claro - asentí, recordé aquello que me había dicho, lo de practicar, sé que era muy pronto pero podría servirme para distraer mi cabeza - Bakugou...

-¿Qué quieres? - había vuelto a su mal temperamento, era porque iba con Kaminari.

-Por lo que me dijiste hoy...¿Puedes más tarde? - él no comentó nada y solo asintió, luego se marchó junto con el rubio.

No sabía si había hecho lo correcto, pero me estaba sintiendo terrible y no iba a estar todo el día en mi cuarto pensando cosas que no vienen al caso. Dejé la ropa que había ocupado en su cama y salí, decidí que la dejaría tal cual.

En mi cuarto di vueltas como animal enjaulado, estaba impaciente, conforme la tarde pasaba, ella aún no llegaba y Bakugou tampoco, no sabía que más seguir esperando. Para despejar el tiempo, me coloqué mi ropa deportiva para entrenar, al rato sentí unos golpes en mi puerta, cuando abrí, me di cuenta que era Bakugou.

-Vamos, logré convencer al profesor Aisawa que nos dejara esta vez practicar en el gimnasio, seremos solo nosotros dos - comentó mientras se daba la vuelta y empezaba a caminar - ¿Qué haces ahí parada? ¡Vamos!

Al llegar al gimnasio, hicimos un precalentamiento, estiramos un poco para no lastimarlos tan fácil, él me hablaba de cosas triviales, me impresionaba la forma en que solía soltar su personalidad pacífica con alguien que quizás, es de confianza para él, luego cada uno en su parte, íbamos a empezar un combate cuerpo a cuerpo.

"Cómeme"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora