Ocurrencias

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Con algo de dificultad, ayudé al cenizo a levantarse para llevarlo con Recovery Girl, cada vez me sentía más culpable por cómo había funcionado mi plan, no pensaba que lo tomaria por sorpresa.

-¿Qué piensas tanto? - habló con algo de dificultad mientras caminábamos hacia la sala de la anciana.

-Mira cómo te dejé, me siento bien y mal a la vez, excedí todo - hablé con culpa.

-No seas tonta, al fin me derrotaste - sonrió de lado, pero luego cambió su expresión - ¡Si le dices a alguien, te mataré!

-Como tu digas. Gruñón - susurré más para mí, pero su mirada asesina me decía que lo había escuchado.

Una vez que llegamos a la sala de Recovery, esta lo examinó de inmediato, le puso un par de vendas en sus piernas y torso donde las rocas habían golpeado, limpió su rostro, y luego le dio su típico beso, no pude evitar reír por la expresión del cenizo. Ya terminado el trabajo con él, la anciana se retiró dejándonos solos.

-Estás hecho polvo - aguanté un poco la risa mientras él se intentaba levantar de la camilla.

-¡Es tu maldita culpa! - gruñó y tomó su camiseta para colocársela, no me había fijado nunca en su figura, era un chico bastante apuesto, desvié la mirada algo avergonzada cuando se dio cuenta que lo seguía viendo.

-Bien, hice mi parte y te traje aquí, debemos volver al gimnasio - iba a dirigirme hacia la salida cuando tomó de mi mano, me atrajo hacia él y me abrazó. Me paralicé de inmediato, ¿Qué estaba pasando?

-Ha sido una pelea justa - susurró cerca de mi oído - lo has hecho muy bien... Estoy feliz por ello.

Nos quedamos así un momento, no podía moverme, era vergonzoso estar de esta manera con Bakugou, y además, ¿Qué es eso de llamarlo por su nombre? Quizás me preocupé demasiado en la pelea y lo dije sin pensar. Pasaron unos segundos más y él deshizo nuestro abrazo, luego empezó a caminar con dirección hacia el gimnasio, no tuve más elección que seguirlo, después de todo, quizás los combates no terminaban y teníamos que escuchar el veredicto del profesor.

Una vez que nos reunimos todos, los combates dieron por finalizados, todos obtuvimos buenas calificaciones, a pesar de quien ganara y quien perdiera, aunque el profesor Aisawa me dio más reconocimiento esta vez, lo que me hizo muy feliz.

Al volver a los dormitorios solo quería llegar a mi cama, estaba exhausta, todos estaban en la sala de estar, Mineta fue el primero en llegar y anunciar la tan anhelada noticia.

-¡Bakugou fue derrotado por Uraraka! ¡Debieron haberla visto! - estaba exaltado pero su felicidad no duró demasiado, ya que el cenizo prácticamente lo aplastó contra el suelo.

-Basura, ¿A quién derrotaron? - su mirada asesina indicaba qué explotaría todo el lugar, pero Kirishima y Kaminari pudieron llevárselo a tiempo. Las chicas también fueron a mi encuentro emocionadas, querían saber los detalles del combate, pero me sentía bastante cansada.

-Señoritas, es mejor que me lleve a esta chica a descansar - Toga apareció entre ellas y me tomó de la mano- propongo que mañana hagamos una pillamada en la habitación de Yaomomo y así nos cuente cómo fueron las cosas.

-¡Nos parece bien! - chillaron todas, aunque la cara de Yaomomo era la que más brillaba, me causaba ternura, a ella le encantaba nuestra compañía.

La rubia caminó hasta el baño y me dio unas toallas, ¿Acaso ella esperaría a que me duchara? Pero luego me hizo un ademán de que podía estar tranquila, y se marchó. Me relajé con el agua, estuve sumergida en la tina un buen rato, después al salir, iba por los pasillos secando mi cabello, no me fijé quien más venía del otro lado y choqué con alguien.

-Ten cuidado, cara redonda - Bakugou me miraba algo serio, a su lado Kirishima estaba con una enorme sonrisa.

-¡Me dijeron que estuviste genial, Uraraka! - me animó con una sonrisa aún más grande- es genial que hayas podido contra Bakugou.

-Pelo de mierda, estoy perdiendo la paciencia - él empezó a caminar sin el pelirrojo.

-Gracias, Kirishima-kun - le sonreí y chocamos los cinco, luego él se fue detrás del cenizo.

Llegué a mi cuarto aún secándome el cabello, cuando retiré la toalla, la rubia estaba otra vez en mi cama leyendo una revista de música.

-Esta revista que me dio Kyouka, está genial - comentó pasando las hojas.

-Veo que te llevas mejor con ella - sonreí, al principio no las notaba tan cercanas, pero con el tiempo se hicieron amigas.

-Pues si, es una chica bonita, ya entiendo porqué a Yaomomo le gusta - sonrió y se acercó rápidamente a mi, con un dedo bajó un poco mi camiseta, me sonrojé de inmediato pero no la detuve- tu marca ya ha desaparecido.

-Fue una enorme sorpresa encontrarla ahí.

-No, cutie pie - habló risueña mientras se acercaba más - la sorpresa fue, que llegaras como una fiera a devorarme, tenía que defenderme con algo.

-Muy graciosa - me aparté un poco y me senté en la cama, quería hablar de algo con ella, así que le di unos golpecitos a la cama para darle a entender que viniera conmigo, me sonrojé de inmediato, no sabía cómo partir- yo... Pues... El profesor Aisawa nos dio el día libre para mañana por los combates... Estaba pensando, si quieres... P-podemos salir a dar una vuelta.

-¿Tienes algún lugar especial para nuestra cita? - sus mejillas rosadas la hacían verse más tierna.

-S-si... O sea, no es específico, no sé muy bien como hacer esto - cubrí mi rostro avergonzada, estaba siendo más difícil de lo que creí, ella solo rió.

-Eres tan linda cuando te avergüenzas de algo- ella me dio unas palmaditas en mi cabeza, como queriendo que me relajara- cualquier lugar estará bien, siempre y cuando sea contigo.

Ella descubrió mi rostro que estaba más rojo que de costumbre y se acercó, nuestras respiraciones estaban chocando, mi corazón se iba a salir otra vez, acortó el espacio y nuestros labios se encontraron. Movimiento tras movimiento, nos íbamos quedando sin aire, solo nos separamos para recargar energías y volver al ataque. Esta vez tomé la delantera y la atraje un poco más hacia mí, quedó a horcajadas encima, la abracé por su cintura y pudimos profundizar más nuestro beso, un beso que no queríamos terminar nunca.

La situación estaba pasando un poco más a mayores, su manos recorrían mi delantera, dándome escalofríos que se sentían muy bien, en ese momento pensaba que la camiseta solo estaba estorbando, nos volvimos a separar, su rostro sonrojado y su respiración agitada sólo la hacían verse más apetecible.

-Himiko - hablé con un mi respiración agitada también, mi corazón se sentía feliz, a gusto- te... Te.. A...

Un ruido afuera por la ventana destruyó nuestro momento, ambas volvimos en razón y nos separamos más que avergonzadas. Me incliné hacia la ventana para ver que pasaba, solo pude ver una sombra que se movía con rapidez, pero no pude distinguirla, sin embargo, la rubia, que se había levantado para ver también, al parecer la reconoció de inmediato. Su mirada cambió, apretaba sus dientes molesta, su ceño fruncido mostraba odio.

-Jin...idiota- susurró.

-¿Qué ocurre? - tomé su mano, algo que pareció calmarla.

-Tengo algo que decirte, pero no puede salir de aquí, o estaré en problemas - su semblante serio me hizo asentir a lo que me decía, se sentó frente a mi algo nerviosa- la Liga ha vuelto a contactarme.






*Pam Pam paaaaam :3 buenas criaturas del bosque, perdón si lo encuentran muy cortito, pero tiene algo de suspenso y zuculemcia.

Unos datitos:

-Ha sido muy rosa y bonito hasta el momento, pero es de mi agrado informales, que las cosas irán empeorando de a poco.
-El trabajo está algo más liviano, así que podré actualizar un poco más.
-Mi intención no es hacer un Kacchako xd solo quiero mejorar un poco su relación.
-Gracias como siempre por leer:3

Fin del comunicado*

"Cómeme"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora