Miedos

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-Oh no –mencionó el chico frente a nosotros y salió rápidamente por la ventana- ¡Dabi, retrocede! -Bakugou fue hasta la ventana para ver si seguían cerca, pero en esa fracción de segundos ya se habían marchado.

-¡Mierda! –soltó molesto- estos idiotas de nuevo, iré a hablar con Aisawa sobre esto.

-Espera –lo tomé del brazo, este estaba con intención de marcharse- es mejor no hacer un escándalo por ahora, es preferible que lo hablemos mañana con las autoridades, si ahora se fueron, no hay nada que podamos hacer.

-¡Keh! Tienes razón, cara redonda –cambió su expresión molesta y me miró algo más suave- ¿Necesitas que me quede contigo otro rato?

-Estoy bien –sonreí, sequé mis ojos completamente y le hice un ademán de que podíamos salir de la habitación, la situación se había vuelto algo más incómoda.

Al salir al pasillo, los chicos nos vieron, Kaminari, Sero y Kirishima iban hacia la sala de estar y nos encontramos ahí afuera, no dijeron nada solo por la expresión de odio del cenizo, aun así, con lo abatida que me sentía, no tenía ganas de dar explicaciones. No separamos ahí, Bakugou se fue con ellos y yo me dirigí a la habitación de Toga, si habían venido a buscar sus cosas, me imaginaba que no habría nada en el lugar.

Una vez que llegué, abrí la puerta de golpe, pero todo estaba igual, su ropa, sus peluches, sus fotografías en la pared, después de ser descubiertos no iban a volver a exponerse así de fácil. Entré y cerré la puerta, me senté en su cama, su olor estaba por todas partes, tomé el peluche que se parecía a mí y lo abracé, me dolía no entender que estaba pasando, confíe al primer momento en ella...¿Realmente nos traicionaría?

No caí en cuenta cuando me dormí ahí abrazando aquel peluche, desperté en la mañana de golpe, unos minutos antes para ir a clases, miré alrededor, todo estaba igual, y ella nunca llegó. Salí con pesar de la habitación hacia la mía, ella tampoco estaba ahí, me vestí rápidamente y salí junto con los demás hacia los salones, al parecer nadie se había dado cuenta de nada, y Bakugou no había hablado respecto al tema. Cuando llegamos a los salones, vimos al profesor Aisawa afuera, él no nos daría la clase de hoy, pero pareciera que estaba esperando a alguien.

-Uraraka –me llamó de repente.

-¿S-sí? –respondí nerviosa.

-Ven conmigo.

Seguí a nuestro profesor por los pasillos, me llevó a una oficina que no había visto en todo el tiempo que llevamos aquí, adentro, tenía una sala un poco más pequeña, era con paredes algo reforzadas y opacas, la puerta tenía una rejilla y pude notar que había cámaras de vigilancia dentro de ella.

-Tuvimos que recurrir a esto, esta chica logró escaparse en dos ocasiones, sin embargo, al amanecer volvía a su posición, algo me dice que tiene que ver contigo –me miró serio y expectante por mi respuesta.

-Ella...ella fue a mi habitación las dos noches pasadas –confesé con pesar- pero a la mañana ya no estaba, mencionó que tenía que volver aquí.

-Entiendo –pareció pensar un poco la situación- pudimos hacerla hablar, pero no fue en buenos términos...Ella confesó que los de la Liga habían venido a verla un par de veces, pero que no había cedido a lo que ellos pedían, incluso mencionó que quiso atraparlos, ¿Sabes si eso es correcto?

-Lo es, habló sinceramente conmigo y dijo que querían que regresara, pero ella no iba a aceptarlo, quiso reportarlos ante ustedes, pero no pudo con ellos.

-Bien, creo que es suficiente para...-lo interrumpí algo acelerada.

-Profesor...anoche Twice y Dabi estaban por el sector de los dormitorios...escuché que iban a entrar para sacar las cosas de Toga, a...-tragué saliva nerviosa- a pedido de ella...pero se equivocaron y Twice entró a mi habitación, no reporté de inmediato ya que a los segundos él y Dabi desaparecieron.

"Cómeme"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora