Así que pasen cinco años.

Capítulo 6

Esa mañana amaneció demasiado soleada para gusto de Eva, quién se había levantado con un horroroso dolor de cabeza.

Se miró al espejo, tenía los ojos hinchados después de haberse llevado hasta bien entrada la madrugada llorando.

Se dio una ducha rápida y bajó a desayunar al buffet del hotel.

Más tarde se vistió y fue a casa de Anne.

- Buenos días - le saludó su amiga apartándose de la puerta para que pudiera entrar.

- Buenos días - sonrió Eva pasando al interior de la vivienda - Anne, siento muchísimo lo de anoche de verdad.

- ¿Has llorado?

En un principio Eva pensó negarlo, pero de nada serviría viendo su cara, así que solo asintió con la cabeza.

Su amiga corrió a abrazarla y de nuevo hizo que rompiera en llanto.

- Es tu boda Anne, no debería haber venido. Yo sabía que volver no me traería nada bueno, no paro de estropear todo - medio gritó la gallega sin dejar de llorar.

- Eva para - la calló su amiga -. No te puedes hacer esto, no estás estropeando nada. Entiendo tu reacción de ayer.

- No - espetó separándose de su amiga -. No lo entiendes, es imposible que lo entiendas porque llevo cinco años sin dar explicaciones de mi vida a nadie. No puedes entender algo que no sabes.

En el salón de aquella casa se hizo el silencio.

- Pues quizás es hora de que te expliques para que podamos entenderte y para que puedas soltar ese peso que te está ahogando.

Eva cayó rendida en el sofá de su amiga quien la imitó.

- Esa mañana tuve una reunión con el equipo directivo de la discográfica - explicó -. Me propusieron un contrato discográfico en el país que yo eligiera pero que no fuera España. Pregunté por qué y me respondieron que tenían una propuesta prometedora tanto en ámbito musical como televisivo para mí en el extranjero.

Anne la miraba incrédula. Cinco años llevaba esperando eso. Una respuesta.

- Tenía veinte años y un contrato musical y televisivo en mi mano, acababa de salir de un programa de televisión que me había dado muchísimo apoyo y estaba empezando a madurar de manera acelerada - le contó -. No me lo pensé dos veces y acepté sin consultar con nadie nada, y elegí Australia.

La chica hizo una pausa mientras se limpiaba las lágrimas.

- Tardaron menos de media hora en tenerme preparado los billetes de avión y la estancia allí. Pero había letra pequeña y ya había firmado, primer error.

Flashback (hace cinco años)

- ¿Y cuánto tiempo más o menos será? - preguntó Eva a su representante - Digo para llamar a Hugo y a mis padres.

- No - se apresuró a decir Pablo -. No te preocupes por eso que ya nos encargamos nosotros, no llames a nadie hasta que no estés en Australia ¿vale? En cuánto a tiempo, serán unos meses solo, tranquila.

Aquello le sonó muy extraño a Eva pero no podía desperdiciar la gran oportunidad laboral que tendría.

Se marchó a casa y recogió apresuradamente todas sus cosas.
Antes de salir vio a sus dos gatos, no podía dejarlos allí pero tampoco se los podía quitar a Hugo, así que cogió las cosas de Legolas y se dispuso a marcharse.

Pero su subconsciente la paró antes de cruzar la puerta obligándole a avisar a Hugo. Pensó en hacerle una llamada, pero Pablo ya le había advertido que no, así que optó por dejarle una carta sin explicaciones de a dónde iba o para qué iba, como había pactado con la discográfica: nadie podía saber nada hasta que no se fuera.

Hecho esto se marchó al aeropuerto aunque algo dentro de ella le decía que no debía hacerlo.

Fin del Flashback.

- Me di cuenta al año que todo había sido una farsa - le dijo Eva a Anne -. Descubrí que los números en España no iban bien y tenían que apartarme del camino para dar visibilidad a otros artistas. Me hundieron Anne, me engañaron y me dejaron sola en otro país y no podía hacer nada porque al fin y al cabo, yo había firmado ese contrato sin leer la letra pequeña que incluía todo.

Anne, asombrada y enfadada solo pudo abrazar a su amiga.

- ¿Por qué no volviste entonces?

- ¿Con qué cara me presentaba yo aquí a contaros todo esto? Me avergüenzo de aquello Anne, es la peor decisión que he tomado en mi vida - lloraba desconsolada en el hombro de su amiga -. Dejé a Hugo con una carta sin darle explicaciones y me fui sin pensar nada, yo no podía volver aquí y pedirle que me perdonara. No me atrevía.

- Qué hijos de puta - susurro su amiga -. Siento muchísimo que tuvieras que pasar todo eso sola, de verdad.

Pasaron un rato más abrazadas mientras Eva se calmaba.

- ¿Y vas a volver enserio? - preguntó la menor de las chicas tiempo después.

- Mi trabajo y mi casa está allí.

- Aquí también podrías conseguir trabajo y ya sabes que mi casa es la tuya.

- Ya nadie se acuerda de mí aquí, sería en vano - respondió -. Y no pienso quitaros intimidad a ti y a Gérard después de la boda.

- Sabes que no nos importa.

- Me voy a quedar allí Anne, yo aquí ya no pinto nada, pero intentaré venir más a menudo, no cada cinco años - bromeó.

Hicieron algo ligero para comer antes de que empezaran a llegar el equipo de maquillaje para organizar todo. Eran las dos y veinte de la tarde y a las siete era la boda.

- ¿Y qué vas a hacer con Hugo? - preguntó Anne mientras comían.

Eva suspiró.

- Intentaré hablar con él mañana antes de irme el lunes y explicarle todo.

- Estoy seguro de que será capaz de perdonarte.

- No quiero que me perdone, no me lo merezco. Solo quiero estar en paz con él, le debo esas explicaciones para que pueda pasar página. Es lo mínimo que puedo hacer, aunque no sé si aceptará hablar conmigo.

- ¿A qué tienes miedo?

- A que me vuelva a mirar con el rencor con el que me miraron sus ojos anoche en la discoteca - confesó -. Hugo nunca me ha mirado así.

Nadie añadió más a aquella conversación.

¡Hola!
Espero que hayáis tenido un buen finde y empecéis bien la semana. Si hay alguien por aquí hasta arriba de exámenes globales y finales, ¡ánimo!

Espero que este capítulo compense la intriga del miércoles pasado, os recuerdo que este finde tendréis maratón.

Gracias por leer, os leo en comentarios.
💜💜💜