Capítulo 32

1K 91 11
                                    

El sol desapareció en el horizonte y la luna se dejó ver mientras oscurecía poco a poco.

- Todo lo que has dicho - susurró Eva contra el pecho del chico minutos después -, todo lo que sientes - hizo una breve pausa -. Me pasa lo mismo, es recíproco, y quizás me atrevería a asegurar que todo lo que dices que me quieres, yo te quiero más.

Hugo sonrió y negó levemente.

- Gracias - dijo ella mirándole a los ojos -. Por perdonarme, entenderme y no odiarme. Gracias por quererme con la magnitud con que lo haces, por no haber dejado de hacerlo y por demostrarmelo.

El chico la miró enternecido.

- Y gracias por no rendirte conmigo, por estar hoy aquí junto a mí y por haber aparecido en mi vida en el momento exacto cuando, sin saberlo, más te necesitaba. Porque tú siempre eres mi momento perfecto.

Hugo movió su cabeza para apoyar sus frentes a la vez que se cerraban sus ojos.

- Eva - susurró cerca de sus labios.

Ella emitió un gruñido que él interpretó como un "¿qué?"

- No me des las gracias por nada, solo déjame quererte el resto de la vida.

Y la respuesta a aquella propuesta fue el beso que ella inició.

Un beso lento cargado de sentimientos y promesas que esta vez sí, iban a cumplir.

Un beso lleno de amor que supo a disculpas, a perdón, a agradecimientos pero sobre todo a la satisfacción de saber que aún les quedaba mucho camino que recorrer de la mano.

Brindaron con la sonrisa tonta en la cara y con la luz de la luna iluminándoles en la noche que ya se cerraba.

- ¿No vamos muy rápido? - preguntó ella.

Él levantó una ceja.

- Quiero decir - se explicó -. Han pasado muchas cosas en estos cinco años y apenas hace cuatro meses que volvemos a tener contacto. Si algo tengo claro en esta vida después de todo, es que quiero pasarla contigo, pero me da miedo que queramos correr y volvamos a echarlo todo a perder.

Hugo sonrió.

- Si ahora no sale bien lo volvemos a intentar, tengo toda una vida para darnos oportunidades, y no quiero desperdiciar ni un solo segundo a tu lado. No ahora, después de todo.

Eva volvió a unir sus labios en un beso más corto pero igual de intenso.

Pasaron un rato en silencio calmados por el sonido del mar y mirándose a los ojos.

Ella tumbada sobre las piernas de él quién estaba apoyado con sus brazos en la arena.

Nada les podría borrar la sonrisa en ese momento.

- Sí - dijo ella tras unos largos minutos en silencio.

Él frunció el ceño y la chica se incorporó para hablarle mejor.

- ¿Qué sí qué? - preguntó Hugo.

- Que sí - repitió -, que me vuelvo a España contigo y con ellos - dijo refiriéndose a sus amigos -. Que mi sitio, mi felicidad está dónde estéis vosotros, dónde estés tú.

La felicidad de Hugo creció en ese momento a pesar de creer que ya no podía hacelo más y se abalanzó sobre la chica que cayó en la arena atrapada por sus brazos.

Ella reía a carcajadas mientras él le besaba la cara en innumerables ocasiones repitiéndole, y recordándole, lo feliz que le hacía y lo mucho que la quería.

Cuando hubieron recuperado la respiración tras el intenso momento de risas, brindaron por ellos y por la vida que les quedaba juntos, y cuando la luna ya estuvo bastante visible, recogieron y se marcharon de la mano de vuelta a casa de Eva.

Hicieron el camino en silencio pero sin perder la sonrisa en ningún momento.

Cuando entraron en la casa, sus amigos les esperaban en el sofá viendo la tele inquietos por enterarse de todo.

Hugo y Eva se miraron riendo cuando sintieron todas las miradas sobre ellos y sus manos entrelazadas que aún no habían soltado.

- Nos vamos a duchar que venimos hasta arriba de arena - sonrió Hugo.

- Ahora os contamos todo, tranquilos - concluyó Eva.

Se dispusieron a subir la escalera escuchando de fondo los comentarios en susurros de sus amigos y la voz de Bruno gritando:

- ¡Con protección, por favor!

Se ducharon rápido, no hubo más que miles de caricias y besos, pero debían ser breves para bajar con el resto.

Bajaron riendo por una tontería que había dicho Hugo, y todos sus amigos les observaron.

Se sentaron en el sofá bajo la atenta mirada y el silencio de todos los presentes.

- ¿Nadie va a decir nada? - preguntó Samantha luego de unos segundos.

- Decidme, por favor, que estáis juntos - pidió Anne.

La pareja se miró, sonrieron y asintieron; y en cuestión de segundos todos fueron aplausos, gritos y celebración.

- ¡Qué alegría me dais! - sonrió Maialen abrazando a ambos.

- Desde luego - confirmó Bruno -, después de los añitos que lleváis.

- Vosotros dos estáis destinados a acabar juntos desde que os conocisteis - sonrió Sam.

- O desde antes incluso - añadió Flavio abrazando a su chica por los hombros.

Hugo sonrió como hacía años que no lo hacía y dejó un beso en la cabeza de Eva que sonreía igual.

- ¿Y ahora qué vais a hacer? - preguntó Gérard.

La gallega soltó un leve suspiro sin perder la sonrisa.

- Me vuelvo a España - contestó.

Y de nuevo más gritos y festejos, sobre todo por parte de las chicas.

Hasta bien entrada la madrugada estuvieron hablando de todo y de nada en el sofá todos juntos, hasta que, cansados, decidieron irse a la cama.

- Vaya día intenso - sonrió Eva metiéndose en la cama junto a Hugo que ya la esperaba tapado.

La chica se abrazó al pecho del rubio y este la recibió con un beso en la cabeza y unas caricias en el brazo.

- ¿Te he dicho ya que te quiero? - bromeó él.

Ella levantó un poco la cabeza para mirarle.

- Creo que me lo has dicho hoy más que en toda mi vida.

Ambos rieron.

- Ni te imaginas lo feliz que me has hecho desde que te conozco.

- También te he dado muchos quebraderos de cabeza y disgustos - contrapuso la castaña.

Esta vez fue Hugo quién levantó con cuidado la cabeza de la chica para que le mirara.

- Te he dicho ya que me da igual - le repitió -, todo compensa por el simple hecho de tenerte aquí, entre mis brazos.

Ella sonrió enamorada.

Porque así es como ambos estaban: completamente perdidos el uno por el otro.

¡Hola!
Feliz comienzo de semana.
Aquí tenéis un capítulo más.
Si sigo subiendo como de costumbre, la novela acabaría la semana que viene; pero estoy pensando en hacer una maratón de capítulo este fin de semana y acabarla.
¿Qué os parece?
Os leo.
🤍🤍🤍

Así que pasen cinco años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora