Prólogo

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El chico tarareaba animado el mismo tema que todas las mañanas. Silbaba entonando a la perfección "La Leyenda del Tiempo" de Camarón.

Eva se desperezó en la cama bostezando y en su rostro se formó una sonrisa tonta cuando escuchó a Hugo reproduciendo esa canción a la que ya le había cogido cierto cariño.

Se sentó en la cama sin borrar la sonrisa y volvió a estirarse un poco más perdiendo su mirada por la ventana, observando como el día amanecía en las calles madrileñas.

Un beso en su cuello y unos brazos rodeando su cintura tras de sí la hicieron salir de su ensimismamiento y ensanchar más aún, si podía, su sonrisa.

- Buenos días - sonrió acogiendo el abrazo -, ¿te has despertado cariñoso?

Se giró a observar al chico que la miraba sonriente también, y sin poder evitarlo unió sus labios en un dulce beso.

- Me he levantado productivo - rio el rubio -. Te he hecho el desayuno, ¿vienes?

- Vaya, vaya - acompañó sus risas la castaña -, me podría acostumbrar a esto.

El cordobés se levantó de la cama dejando a la gallega allí y dirigió sus pasos hacia el salón del piso, pero antes se paró en la puerta de la habitación y se giró a mirarla para luego añadir:

- Yo no te lo aconsejo.

La joven negó sonriendo mientras se calzaba y seguía los pasos de su chico hasta el comedor, donde saludó a sus dos gatos y acompañó a la mesa al rubio que la esperaba algo impaciente.

- Bueno, veo que no has quemado la cocina y creo que con eso ya es más que suficiente - bromeó la chica sentándose junto a él y acercando sus caras para dejar de nuevo, en sus labios, un beso -. No te enfades tonto, que seguro que está bueno.

- Al final va a llevar razón tu madre y si que eres bipolar - contraatacó el joven a su broma -, eso de que un día te despiertes y no quieras ni dirigirme la palabra y otro te levantes así de graciosa, me va a volver loco.

Ambos estallaron a carcajadas y degustaron el desayuno entre piques y bromas. Más tarde se vistieron y Hugo dejó a Eva en su estudio y él se fue a las oficinas de Sony a realizar unas cuantas entrevistas.

Llevaban casi un año juntos. Hacía cosa de diez meses que habían salido de la Academia y vivían juntos en un piso a las afueras de la capital española, concretamente en Aranjuez. Eran felices, no podían pedir más de lo que tenían. Sus comienzos como pareja habían sido de lo más caóticos, inusuales y dolorosos, pero el poder despertarse juntos y vivir momentos como el de esa misma mañana compensaba todo el sufrimiento que habían tenido que pasar para llegar al punto en el que se encontraban.

Pasó el día y siendo ya casi de noche, el cordobés volvió al piso. Al entrar le sorprendió ver solo a uno de sus gatos dando vueltas por el salón.

Buscó extrañado y asustado a su otra mascota pero la búsqueda fue en vano.
Fue entonces que se decidió a llamar a Eva pero tras varios intentos no lo consiguió, el móvil de la chica estaba apagado.

Se dirigió a la cocina a intentar llamarla desde el teléfono fijo que tenían, pero allí se encontró un sobre que no recordaba haber visto antes.

"Para Hugo" leía.

Abrió dicho sobre y desdobló el papel que se encontraba en su interior para leer detenidamente el texto que había escrito.

Con el corazón en un puño se sentó en la primera silla que encontró y muy nervioso leyó el escrito que claramente había realizado Eva.

"Hola, Hugo.

No sé cómo empezar esta carta que sinceramente, no debería estar escribiéndote, pero empezaré pidiendo perdón.

Lo siento, porque me marcho, es más, cuando leas esto probablemente ya estaré muy lejos.

No te puedo dar motivos en este momento así que no espero que me entiendas, solo que respetes mi decisión.

Me voy fuera, no sé cuánto tiempo y en realidad tampoco voy muy segura de para qué, pero quién no arriesga no gana, ¿no?

Te quiero muchísimo Hu, más de lo que he querido a nadie en mi vida y es por ello que, ante la incertidumbre de cuánto tiempo tardaré en volver, te dejo, porque será lo mejor.

No son formas y lo sé, pero espero poder explicártelo en un futuro si es que no terminas odiandome.

Te dejo a Sulli y me llevo a Lego, para que tengas una parte de mí y yo una de ti, y así no nos olvidemos.

No me esperes porque no sé qué será de mí en este tiempo, y no te asustes, estoy bien, lo estaré.

Sé muy feliz Hugo, tanto como me has hecho a mí, y enamórate de alguien más si se da la ocasión. Repito, no me esperes.

Solo espero que puedas respetarme y algún día, si nuestros caminos se vuelven a cruzar, pueda explicarte todo.

Gracias por todo, no olvides que siempre te voy a querer.

Atentamente, Eva."

Un llanto desconsolado y un golpe en la mesa.

Un día que había amanecido de maravilla para acabar de tal manera.

¡Hola a todxs!

Bienvenidos a esta nueva novela que llevo un tiempo escribiendo.
Para lxs que sois nuevxs, espero que os guste y la disfrutéis, podéis encontrar otras dos novelas en mi perfil por si queréis leerlas; para lxs que ya me seguías, muchas gracias por seguir leyendo y por la espera, espero estar a la altura de las otras.

Dicho esto, intentaré actualizar al menos dos veces por semana, pero dada la época de exámenes en que me encuentro, no prometo mucho.

Nada más que añadir, os leo en comentarios vuestras primeras impresiones, intentaré estar respondiendo un ratito.
🤍🤍🤍

Así que pasen cinco años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora