Capítulo 23

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La actuación finalizó y Eva corrió a vestuario a quitarse todo su atuendo y vestirse con su ropa.

Michael la miraba de lejos divertido.

- Mucha prisa llevas tú, ¿no?

Ella sonrió recogiendo sus cosas y desmaquillándose a gran velocidad.

- Llevabas razón, mis amigos están fuera, les he visto.

La sonrisa del chico se ensanchó al ver a su amiga tan feliz, juraría que nunca la había visto así de animada.

- ¿No te irás a ir sin presentarme, verdad?

La gallega sonrió y él la ayudó a terminar de recoger su bolso y las pocas cosas que había traído.

- Venga, vamos - dijo ella una vez todo listo.

Al salir por la puerta de atrás del escenario, la castaña divisó a un grupo de jóvenes riendo en una esquina de la calle, y supo inmediatamente que eran ellos.

Miró a Michael indicándole con la mirada que le siguiera, y el chico, cargando con varias bolsas, todas de ella, rio y siguió sus pasos.

Tal y como Eva hubo llegado a la altura de aquellos chicos, todo se volvieron abrazos, besos y palabras bonitas en cuestión de segundos.

La chica estaba realmente emocionada, tanto, que hasta a Hugo saludó con un efusivo abrazo provocando las risas de él y las miradas indiscretas de sus amigos.

- ¿Pero qué hacéis aquí locos? - les dijo separándose del rubio.

- Te dijimos el mes pasado que vendríamos a verte, y aquí nos tienes - sonrió Mai.

- Por cierto, la actuación de diez - añadió Samantha.

La chica amplió su sonrisa, más si podía.

- Pero pensé que estábais de broma.

- Esa es la gracia, queríamos que fuera una sorpresa - le respondió Anne.

- Oye, ¿no me presentas? - añadió (en inglés) Michael.

Eva chasqueó la lengua, había olvidado la presencia de su amigo.

La conversación cambió de idioma y la gallega comenzó las presentaciones.

***

Hugo sí que había sido consciente de la presencia de aquel chico moreno que aguardaba paciente tras Eva desde que la chica había llegado hasta a ellos; y no iba a mentir, sabía de sobra que era el chico con el que Eva estaba la noche en la que él decidió ir hasta allí a buscarla, y no le hacía ni pizca de gracia.

No se iba a engañar, estaba algo celoso, pero no tenía ni motivos ni razones para ello, por lo que al presentarles, tuvo que poner la mejor de sus caras al estrecharle la mano.

El chico le sonrió sincero pero él tuvo que forzar esa sonrisa.

Al terminar las presentaciones, decidieron poner marcha a casa de Eva.

- ¿Vienes con nosotros? - le preguntó Bruno - Hemos alquilado dos coches para estos días.

La chica miró a su amigo y negó.

- Vuelvo con él - dijo en español -, no os importa que venga, ¿verdad?

Todos sus amigos negaron, a excepción de Hugo que ni afirmó ni negó nada.

***

De nuevo en el coche de Michael, este la observaba intercambiando su mirada entre ella y la carretera.

Así que pasen cinco años.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora