CAPÍTULO 37

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Esta historia es una colaboración con Imer99 y mía.
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Pero ya estaba casado, completamente amarrado, solo faltaba consumar su unión y su alma pertenecería al meñique de este

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Pero ya estaba casado, completamente amarrado, solo faltaba consumar su unión y su alma pertenecería al meñique de este. Esperaba que Yoongi algún día lo perdonara, que al menos fuera feliz, en donde sea que haya ido.

Al final tal vez lo que vivía era lo que se merecía, quiso manipular a todos para salva guardar a quienes amaba y el precio de jugar a ser Dios era caro. Definitivamente, se lo merecía, posiblemente Yoo lo mate después de esa noche, sí, era lo mejor, morir no siempre fue una mala elección.

Las lágrimas descendían por sus mejillas, aceptando el destino que creía era lo correcto. Su mano derecha tapaba su boca para que nadie escuchara sus pobres lamentos, no deseaba que algún secuaz de Yoo, lo acusara y este lo buscara antes de tiempo.

Estaba tan concentrado en llorar, que no percibió la presencia de otra persona en la habitación, se percató de ella hasta que una mano toco su espalda.

Se sobresaltó por miedo, ya que se suponía estaba solo, así que en posición de pelea enfrento a quien sea, que haya invadido sus aposentos.  Entre la penumbra de aquella oscuridad, la luz de una lámpara se encendió, el invasor revelo su rostro dejándolo sin aliento.

Había soñado con volver a admirar esas facciones una infinidad de veces, aunque en sus expresiones existiera un ceño fruncido, eso no le impidió elevar su mano, buscaba comprobar que aquel espectro era real, anhelaba que sus ojos no lo estuvieran engañando.

Sus dedos acariciaron esa piel pálida con mucha delicadeza y sintiendo que no podía más, se abalanzó hacia sus brazos en un abrazo desesperado, no sabía cómo reaccionaría el otro, pero no le importaba. Esta vez realmente podría morir abrazado a ese cuerpo que tanto había extrañado.

— Hermano. — Yoongi se tambaleó al sentir como perdía el equilibrio por el peso de Agust.

Se quedó estático sin saber qué hacer, había aceptado rescatar a Agust, por súplicas de Hoseok. A pesar de haberse ingeniado un plan con el rey Jackson, que consistía e infiltrarse en el palacio, de manera cautelosa en la boda de este, fingiendo ser soldados.

Creyó que al mirar de nuevo a su hermano, tendría muchas quejas y preguntas explotando por su boca, sin embargo, era lo contrario, yacía mudo, simplemente quieto, sintiendo como las lágrimas del mayor empapaban su vestimenta.

Parecía que había regresado a cuando eran niños, y Agust solamente se permitía llorar cuando estaban solos, este siempre le recalco que él era su más grande confidente, compañero de aventura, pero sobre todo su familia.

Ese recordatorio, lo desequilibro. Fueron tantas cosas que experimentaron, mucho de lo cual vivir juntos, que parecía imposible que se trataran como desconocidos.

IMPERIO EN CENIZAS [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora