IMPERIO EN CENIZAS [YOONMIN]

CAPÍTULO 14

Esta historia es una colaboración con Imer99 y mía.
No se aceptan copias o adaptaciones sin autorización nuestra.

Disfruten su lectura...

Jungkook escucho la puerta de su hogar, desde hace un mes, que se había mudado de la casa de su padre para convivir con Tae. Se extrañó un poco, ya que no era de tener mucha visita, su paradero era casi anónimo, aparte de la situación con Yoongi, no deseaba que su padre lo encontrara.

Se dirigió a la puerta y la abrió con sigilo, esperando que no fuera ninguno de sus hermanos. Pero a pesar de que deseaba que fuera otra persona la que estuviera al otro lado, nunca espero encontrarse con un alto doncel de cabellos negro y labios gruesos que lo miraba igual de confundido.

Estuvo a punto de hablar cuando el sonido de algo quebrándose adentro lo alertó del peligro, desde esa mañana que Yoongi estaba como agresivo, se había negado a probar bocado, aparte que no había salido de la habitación.

El hombre afuera observó como Jungkook había salido corriendo hacia dentro de la casa en donde un extraño ruido de algo siendo destruido lo había asustado. Con mucha curiosidad se adentró al hogar sin permiso, hasta alcanzar al menor, el cual tumbo una puerta para ingresar a una habitación.

Se acercó hasta el marco de la habitación y lo primero que vio fue como un hombre yacía sentado en el suelo con las rodillas recogidas en el pecho y las manos alrededor de su cabeza mientras lloraba con los puños apretados.

El peso del dolor lo estaba aniquilando lentamente, sentía como su garganta se cerraba causándole cierto ardor en ella, sus manos temblaban mientras cerraba los puños con furia y como si estuvieran a kilómetros de distancia escuchaba como Jungkook intentaban tranquilizarlo.

Desde que el sol salió su corazón había comenzado a agrietarse, ese era el día en que su "Jimin" se entregaba a otro hombre, pero no cualquier tipo, sino a su propio hermano. A pesar de que quiso buscar explicaciones, no había ninguna que justificará porque Jimin se había casado.

Comenzó a toser violentamente, ya que el aire había dejado sus pulmones; buscaba desesperadamente oxígeno, no obstante, al parecer su mente no daba las señales correctas a su cuerpo, repentinamente algo impacto en su mejilla izquierda causando que esta enrojeciera y comenzara a tener cierto picor.