IMPERIO EN CENIZAS [YOONMIN]

CAPÍTULO FINAL

Esta historia es una colaboración con Imer99 y mía.
No se aceptan adaptaciones o copias sin autorización nuestra.

Disfruten su lectura...

La luna brillaba con intensidad esa noche, la brisa fría mantenía a los habitantes de Silla adentros de sus hogares, queriendo albergar el poco calor que obtenían.

Habían pasado horas desde la batalla que se desató en la madrugada y con ello, el silencio reinaba tal cual rayo de sol, ese día el ambiente era pesado, pero sobre todo estresante para las personas del palacio.

Jimin se encontraba en la vieja habitación de Yoongi, su príncipe yacía aferrado a su torso con el rostro enterrado en su pecho, mientras que esos ojos gatunos lloraban intensamente. Los sollozos lastimeros eran frecuentes en su dolor, aunque quiso ser fuerte, en tanto consolaba a su amado, la realidad era que él estaba en la misma situación.

En su corazón se albergaba la pesadez y el arrepentimiento, estos buscaban hacerlo derrumbarse también a llorar como un niño pequeño.

Pero el más afectado sin duda era Hoseok.

Este con mucha rabia dejo de sostener el cuerpo de su amado de repente y se alzó del suelo junto con su espada en mano, al mismo tiempo, sus ojos estaban inyectados en dolor, rabia y sobre todo venganza contra quien había atacado al amor de su vida.

Sin previo aviso, corto la garganta de Gong Yoo, sin darle cavidad a que un latido pasara. Este de inmediato se encontró en el suelo y comenzó a retorcer con pánico, en sus pupilas, mientras lentamente se ahogaba con su propia sangre, se podía percibir el miedo, junto a la agonía de su muy esperado descenso.

Ni él, ni Yoongi movieron un músculo ante el baño de sangre que era el cuerpo de Yoo, este dejo fijo sus ojos en el cuerpo de quien fue su verdugo y ante la ironía del destino, Hoseok siempre fue quien le llevaba la delantera en todo, incluso en su muerte.

Mientras Hoseok mataba al tipo, Namjoon tomo el cuerpo débil de su majestad, en tanto ordenaba con voz firme lo que se debía hacer.

Lo primero fue llevar al mayor a su habitación, lo segundo que Jimin llamara al médico real junto con cualquier otro médico.

Prepararon la cama, no obstante, a sus planes había un dilema, debían retirar la espada que estaba incrustada. Decir que fue un calvario para los presentes remover el filoso metal, era un chiste comparado, con las gotas de sudor y el nerviosismo escalando en sus sistemas.

Como pudieron empezaron a detener la sangre, hasta que después de unos minutos llegó Jimin junto al doctor, este reviso el pulso del rubio, no dando mucha esperanza al resultado, sin embargo, la insistencia de Yoongi, quien asusto al hombre mayor por saber que estaba vivo, lo alentó a intentar salvar esa vida, que estaba un paso más cerca de la muerte.