IMPERIO EN CENIZAS [YOONMIN]

CAPÍTULO 26

Esta historia es una colaboración con Imer99 y mía.
No se aceptan adaptaciones o copias sin autorización nuestra.

Disfruten su lectura...

Se dirigían a la habitación que habían preparado las mujeres para Jimin, cada uno tenía una mueca en su rostro, en sus cabezas rondaba la idea de entregar eso que encontraron.

Seokjin dudaba mucho en darle esa nota a Yoongi, no hace poco habían ido a atacar a Silla, aunque fue bastante exitosa la misión, no significaba que no existiera el riesgo, aunque también entendía que ese siempre fue el plan.

Y si era cierto que la reina estaba muerta, eso le daría la ventaja a Yoongi, la madre del reino, representaba un obstáculo por sus grandes influencias.

Contrario al doncel, Hoseok solo podía pensar que había pasado para que muriera la reina antes de tiempo, si mal no recordaba Agust jamás hablo de la muerte de su madre. Siempre decía que la iba a castigar por sus errores, nunca menciono la muerte como tal.

Aún escuchaba en sus oídos como Agust lloraba cada noche, buscando la manera en cómo debía matar a su hermano y lo aliviado que estaba al saber que Taehyung no pudo hacerlo.

— Llegamos.

El castaño salió de sus pensamientos mientras le abrían la puerta, las mujeres adentro estaban colocando las mantas para que sea más cómoda la cama y también porque una mala postura podría abrir la herida.

— Colóquenlo en la cama, traeré un paño con agua. — Comunico Lisa, en cuanto salía del sitio.
Junto con el mayor acataron la orden y bajaron al consorte de la espalda de Hoseok, este parecía palidecer con cada segundo, cosa que los estaba poniendo nervioso.

Al momento apareció Taehyung y Jungkook con el doctor Jae-hyun, a la par de este también llego Tzuyu junto con ellos. Puesto que hace más de un año, la mencionada se había casado con el doctor.

Fue un momento feliz en su pequeño círculo, al menos uno de ellos había encontrado la felicidad, en medio de un posible golpe de estado.

— Necesito que salgan todos, solo requiero la presencia de dos de ustedes. — La voz autoritaria del doctor no daba paso a reclamos.

Comenzaron a salir de la habitación, dejando únicamente a Seokjin y Mina en el lugar, estos habían trabajado como asistentes muchas veces.

— Ayúdenme a quitarle la ropa, por favor. — Con mucho cuidado quitaron la prenda superior de Jimin, ya sin esta puesta, pudieron ver claramente la herida de lo que parecía ser una puñalada.

¿Qué demonios había pasado?