CAPÍTULO 29

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Esta historia es una colaboración con Imer99 y mía.
No se aceptan adaptaciones o copias sin autorización nuestra.

Disfruten su lectura...

Mantenía su mente revuelta, hace poco Namjoon le había relatado todo lo que había pasado y él apenas pudo prestar atención a lo que se le decía

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Mantenía su mente revuelta, hace poco Namjoon le había relatado todo lo que había pasado y él apenas pudo prestar atención a lo que se le decía. Justo ahora se encontraba en su cama con la vista en el suelo, quería pensar en todo y a la vez en nada, su cabeza dolía demasiado, tenía muchas dudas, tantas preguntas que solo una persona podría responder, sin embargo, su orgullo le impedía preguntar demás. No, cuando el único que le respondería sería Jimin.

En cierto modo no quería tenerlo allí, no deseaba verlo, tampoco escuchar su voz que tantas veces le proclamaron unos "Te amo". La presión en su pecho al recordar aquello hacía que se contrajera y lágrimas quisieran salir sin permiso. Cuando creía haberlo superado, este regresó a su vida como si fuera un rayo en medio de la anoche.

Pestañeo un poco para evitar llorar, hubo tantos días llenos de melancolía tras enterarse de la traición del amor de su vida y ahora quería hacerlo de nuevo, que estúpido de su parte guardar ciertos sentimientos aun.

Debía tomar su orgullo y atesorarlo, puesto que Jimin ya no se merecía nada de él, todo lo que tenía ya se lo entrego en el pasado y este no lo tomo en serio. Solamente habían pasado meses de su muerte, cuando se casó con Agust, nunca se imaginó que uno de los talentos del menor sería la actuación.

Esta vez movió su vista hasta dar con unas tijeras, el objeto yacía en la mesa de madera, iluminada por la poca luz en su habitación, y a pesar de ser solo eso algo que no tenía vida, parecía que estas le susurraban el hacer una locura.

Todo aquello que habían tenido Jimin y él había terminado, estaba bastante convencido que no era parte del destino el unirlos como una pareja. Se le hacía muy gracioso, como todavía conservaba la esperanza en el destino cuando este no ha sido más que su enemigo.

Al parecer existe alguna Diosa o Dios, que se ha empeñado a serlo infeliz. Cada buen momento en su vida, siempre venía acompañada de una desgracia; se casa con Jimin, su padre muere, ayuda a las concubinas, su hermano lo manda a matar, quería decirle al doncel la verdad, se entera de la boda de este con Agust. Un pinchazo en ira se alojó al recordar lo mucho que sufrió ante esa noticia, las dos personas que más quería y valoraba, fueron los primeros en disfrutar su muerte.

Volteo su cabeza haciendo que su larga cabellera rozara con su mano, había crecido demasiado estos últimos años, anteriormente dedicaba mucho tiempo al cuidado de esta, porque a Jimin le encantaba tocar las sedosas hebras y pasarse horas acariciando su melena.

Albergaba en sus memorias aquellas veces en donde su amado era quien lo peinaba, siempre halagando lo suave que era al tacto, compartiendo interminables tardes, únicamente sintiendo las pequeñas manos acariciar su pelo, o a veces jugando con él.  De vez en cuando le hacía trenzas, coletas y otros tipos de peinados, cosa que solo atinaba a reír por lo ridículo que lucía, todo le recordaba a él.

IMPERIO EN CENIZAS [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora