Mi pequeña acosadora | JJK (+15)

33.Los brazos de papá

La brisa de primavera llegó junto con sus sentimientos,quizás no hubiera llegado si ella no hubiese confesado su amor,pues aquella época del año en la cual las flores se abren y el sol refleja en el río,solo llegaba cuando un puro y tierno amor salía a la luz.

La brisa de primavera los envolvió.

—Mira lo pequeño que es tu cuerpo Suni... Me provoca no querer soltarte nunca... -le susurró cerca del oído-.

La pequeña no sabía que decir,que responder,de lo único que estaba segura era que su corazoncito palpitaba cada vez más rápido y se dijo que ella no quería dejar de ser abrazada por su enorme regazo.

—¿Por qué no hablas?... -se alejó para observarla unos minutos-.

—No quiero hacerlo,me siento cómoda así...

Y él lo entendió,desde que la conoció supo que era tímida,aunque aveces la inocencia de Suni dejaba a un lado a esa niña callada.Sin embargo era algo que le intrigaba,quizás eran los cariñitos que le daba mientras su cuerpo se tensaba,por lo que él moría.

—¿Te das cuenta de que siempre hemos estado bajo el arce? -preguntó ilusionada-. Es como si quisiera que estuviéramos juntos -el mayor se echó a reír-.

—¿Puedo besarte?... -sus ojos se abrieron de par en par-. Hace más de una semana que no pruebo tus labios Suni... Y si te soy sincero,me estoy muriendo por hacerlo...

Pero él había besado a otra persona.

—Pero tú...

—Si,lo sé... -se tomó el permiso para pasar su dedo pulgar por el contorno de su barbilla-. Pero tu boquita no está en todas partes Suni...

Con gran lentitud acercó su rostro hasta estar frente a frente,quería asegurarse de que ella también lo quisiera y al no ver movimiento por su parte se atrevió a rozar sus labios,quería disfrutar cada segundo.Su olfato percibió el dulce aroma que rondaba por su cuerpo.

Cocoa e inocencia.

Inconscientemente sus pequeñas piernas se enroscaron a su cintura,hacían todo lo posible por no soltarlo,y él estaba loco por no dejar ni un milímetro de distancia entre ambos.

—¿Eso es bueno?...

—Eso es único bonita -le dio un toquesito a la punta de su nariz-. Tú eres única y eso nunca debe de cambiar...

La luz de luna le permitió observar esos ojitos negros decorados con unas pestañas de muñeca,Suni era una muñequita,su muñequita.Su rostro se posicionó de lado y besó la comisura de sus labios,se dio cuenta de que quería más.

Una de sus manos viajó a su oreja y acurrucó su rostro,mientras que la otra se divertía con sus cabellos lacios,el muchacho inició con movimientos lentos,pero con cada segundo que pasaba,sus labios le pedían más y más.

Hasta el punto de probar aquella dulce saliva.

En un último movimiento deslizó sus labios hasta separarse de ella,aún mantenía los ojitos cerrados y un brillo adornó sus lindos labios carnosos.

—Mierda... -sintió un escalofrío por toda su espalda-.

—¿Uhm? -recordó que ella soltó esa palabra cuando estuvo triste-. ¿Te sientes bien?

—Creo que estoy feliz... -le costó confesar-.

—¿Estás feliz?

—Tanto que no puedo describirlo... No sé como tardé tanto en darme cuenta...

Esas fueron sus últimas palabras antes de perderse en la suavidad de sus labios,su confesión había sido confusa para los oyentes,pero dentro de él era clara,estaba claro que nunca probaría a alguien con la misma dulzura que a Suni,más que eso,él no necesitaba a ninguna otra boca.