19.Príncipe de fantasía

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Para que una rosa crezca, se le cuida, no se le apresura.

Esta sería la primera relación sexual de la niña, y de pronto, le temía a los besos, al perfume del muchacho. Arrinconados en la recámara de la niña, de esa niña que jugaba a ser coqueta y se moría por un solo chico. Las paredes llenas de pósters originales de BIGBANG, en donde destacaba G-Dragon, un par de peluches cerca de su espejo.

La había tocado muchas veces antes, pero las manos del muchacho, esta noche tenían guantes de metal. Sus varoniles labios siempre habían sido suaves, pero esta vez, parecían obligados, y los brazos en los que ella moría por estar, ahora le parecían una prisión de horror. Sintió que iba a vomitar cuando se metió la hombría del niño a su boca.

El porno, después de todo, no resultaba ser buena fuente educativa.

No había nadie en la casa de la niña, y para convencerla, al muchacho le pareció buena idea enseñarle toda la diversión que podía tener cuando estaba lejos de los ojos adultos. La había besado muchas veces en el pasado, y para ser sincero consigo mismo, sus labios de niña, aun no le aburrían. Sus manos torpes y ansiosas, lo desesperaron, pero tenía que fingir ser gentil.

-Voy a meterla ahora -se inclinó a su pequeña feminidad, con dureza y frialdad-.

-¡E-Espera...!....-la niña cerró las piernas desnudas-. No quiero hacerlo todavía....¿podemos besarnos un poco más?....

-No vine a besarte -el muchacho agarró el tobillo de la niña-. Te dije que íbamos a tener sexo

-¿Sexo?....-la niña sintió una estocada en el pecho-. Eso no fue lo que me dijiste por teléfono, dijiste que ibas a enseñarme a hacer el amor

-Sí, el amor -el pelinegro se talló la frente con frustración-. Tener sexo, metértela -la cadenita de plata del mayor, chocó contra la nariz de la niña-. Como sea que quieras imaginártelo, ahora, deja de moverte y abre las piernas

-¿Podemos intentarlo mañana?, de verdad tengo miedo...

La niña no se sentía segura en su propia habitación.

-No seas estúpida, Eun-Ji -el muchacho la acorraló entre sus almohadas y sus peluches-. Siempre estás buscándome como una zorrita en celo, ¿ahora eres una zorrita miedosa?

-No soy una zorrita, Ahn -declaró con la voz quebrada-.

-Claro que sí -Ahn, se echó a reír y la jaló de los tobillos-. Eres una zorra que ni siquiera sabe depilarse el coño...-el varón, acarició la intimidad húmeda de la niña-. Pero te la paso, porque estás bonita

Eun-Ji, había hecho todo por acostarse con su integrante favorito de los Kwang's, pero ahora que estaba pasando, no quería hacerlo. No había dejado de ver porno desde hace dos días enteros por lo emocionada que estaba. Se había definido sus bucles con la tenaza de cabello, se había oscurecido las pestañas con rímel negro, y había tomado un labial prestado de su mamá.

Creyó que la apariencia física era todo, hasta que se avergonzó de ciertos lunares que tenía en la piel, de ciertos bellos de su cuerpo. Creyó que Ae-Ahn era toda una maravilla, hasta que la llevó a la cama con groserías y tratos rudos. Se avergonzó, chilló y no supo cómo gemir, se quedó paralizada y tonta. Las fotos que le había mandado por messenger, los "privilegios" de acariciarle las pecas, ahora parecían no tener sentido.

Eun-Ji, deseaba ser la niña especial de Ahn, pero ahora era una más.

-¿Va a sangrarme mañana?....-le preguntó ahogada en lágrimas, acostada-.

-No, Ji, no va a sangrarte mañana -el mayor rodó los ojos y se abrochó los pantalones grises del colegio, pero cuando estaba por recoger su camisa escolar del piso alfombrado, encontró un tamagotchi rosado en la esquina de su cama-. ¿Por eso no querías tener sexo conmigo?, ¿tenías que darle de comer a tu hámster virtual?

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⏰ Última actualización: Sep 22 ⏰

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Mi pequeña acosadora | JJK (+15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora