Mi pequeña acosadora | JJK (+15)

20.El despertar

Un chico y una chica,enamorados,llenos de ilusiones,juntos creaban una atmósfera llena de amor,su atmósfera,un colchón,su nido,un libro que narraba sus aciones y caricias de amor.El mayor se encargaba de cuidar a la pequeña niña que tenía entre sus brazos,su cuerpo era tan diminuto a comparación del suyo,y esta se posicionaba como un cachorro para recibir gustosa la siguiente caricia en su cabellera.

Ambos se encargaban de que su aire fuera nutriente para los dos.

Había ya toqueteado cada mechón negro de su cabello,había sentido lo cedoso de sus bucles,también se encargó de acariciar la espalda de la menor,le gustaba sentir como la niña se tensaba ante su tacto y aunque sus caricias dejaron de ser inocentes,sus dedos querían descubrir lo que él lograba causar en ella.

Pedir permiso no fue necesario,pues cuando sentía como se acurrucaba cada vez en su gran figura masculina,le daba pie a seguir jugando con la piel de sus muslos,la falda escolar de la menor tambiém pareció coloborar;pues dejaba cada vez más al descubierto sus piernas.

Me desperté al sentir húmeda la entrepierna,rápidamente me incorporé y tallé mis ojos,un cosquilleo pateó mi estómago mientras atraía a mi mente aquél sueño,¿Qué había sido?,¿Era normal tener esa clase de pensamientos?,de algo estaba segura,no era normal y mucho menos sano.Y aún así,cerré los parpados con fuerza al pensar en lo que se sentiría una caricia así.

—¡Mamá! -un grito de horror salió de la habitación rosa-. ¡Mamá!

—¿Qué pasa? -apareció su hermano alertado por el grito que había soltado su hermanita-.

—¡Mamá! -lloriqueó tallandose la cara-.

Como toda buena madre,se posicionó dentro de la recámara de la menor con la angustia dentro del pecho,¿Qué podría haberle sucedido a su niña para gritar de esa forma?,secó sus manos en el delantal que marcaba su cintura luego de ver la macha roja que adornaba las sábanas blancas de su hija.

—Déjanos solas Tae - le indicó con la voz tan dulce que la caracterizaba-.

El muchacho analizó la situación y cuando se percató del pequeño incidente,salió de la habitación cerrando la puerta con cautela,a pesar de no ser bueno en biología,entendió lo que sucedía y quiso salir corriendo de ahí,la situación le incomodaba,era como si invadiera la privacidad de su hermanita,pero sabía que para ella era mucho peor.

—¡Mamá! -corrí en busca de sus brazos-. No se que pasó,no me duele,no me duele -repetía asustada-.

—Tranquila Suni.. -rió y me acercó a su pecho-. Anda límpiate ésas lágrimas -tomó la punta de su delantal amarillo y secó las mejillas-. Necesitamos hablar de mujer a mujer nena

Mamá empezó por sentarme en la cama,pero yo huía de la macha roja,me traquilizó y cuando mi respiración se volvió estable,inició con un a todas las niñas nos pasa.Estuvimos hablando de algo que según ella,había estado atrasado,pues me creía muy pequeña aún.

—¿A ti también te pasa eso?.. -pregunté-.

—Si nena,por eso soy tu madre -besó mi cabeza-. Ya eres toda una señorita Suni -me dedicó una sonrisa mientras sostenía mis cachetes-.

Señorita

—Una hermosa chica -dijo-. Esa es mi hija,toda una jovencita de secundaria

Me soltó de sus brazos y procedió a quitar las sábanas sucias de la cama,mamá estaba tán alegre como siempre,sus gestos callados con sonrisa de oreja a oreja,así era ella.Al parecer le gustaba saber que ya era una señorita,y a mi también,en cuanto lo viera podría irle a decir cara a cara que ya era toda una adulta,tal vez dejaría de verme como una niña y me prestaría atención según sus palabras.