No tenía idea de la hora,tampoco fui consiente de mis acciones,lo único que sabía era que había llorado y llorado hasta a un punto en el que ya no había más lágrimas que derramar.Pensé que me había secado por dentro,con dificultad me despegué del arce y me dispuse a observarlo con detenimiento,su tronco era grueso y llegaba más allá de los doce metros,sus hojas eran de un color rojo vívido,apenas las veías y te transmitían frescura y paz.
Ahí mismo,debajo de un imponente arce japonés me di cuenta de lo pequeño y diminuto que podían ser los humanos,me pregunté cuanto tiempo me llevaría trepar hasta la rama más alta,fue ahí donde supe que la belleza era pureza y frescura.
Solté un suspiro,no llevaba ni cinco minutos que lo había dejado de abrazar y volvía a sentir esa melancolía,sin embargo su tronco había logrado calmar el llanto de una chiquilla,algo que no cualquiera podía hacer.Miré a mí al rededor,todo estaba tranquilo y me dije que yo también debía estarlo.
Le hice una reverencia como forma de agradecimiento y con trabajo bajé de la barda para dirigirme a casa,con cada paso que daba podía sentir el viento chocar contra mis mejillas húmedas,con la mirada baja vi mis zapatos negros,tenían una correa para sujetar mis pies y el diseño que me había gustado por años ahora me parecía aburrido.
Saqué la llave de mi mochila la cual se me resbaló de las manos,me agaché y esta ves abrí la puerta,la casa estaba sola,llamé varias veces a mamá y no hubo respuesta,crucé la cocina y luego la sala,abrí la puerta del baño y ella no estaba.
—Mamá..-balbuceé con las manos en la cara-. Necesito que me abraces..
Sin ánimos subí las escaleras y fui hasta mi habitación,aventé la mochila hacia el closet y luego me miré en el espejo.
Me vi los cabellos negros y lacios,me pregunté por qué me gustaban tanto,porque no me imaginaba con el cabello corto,con ambas manos desabotoné la camisa y la saqué de la falda,mi corpiño quedó a la vista.Me deshice por completo del uniforme quedando solo en ropa interior.
Posé para mí.
No había puesto atención en mi cuerpo hasta el día de hoy,el corpiño que siempre estaba pegado a mi pecho,ahora estaba ligeramente alzado,me puse de perfil y pude notar que en efecto algo había cambiado en mí,los senos me estaban creciendo.
—Mira tus cachetes Suni.. -los apreté-. Eres una gorda..
Al poner mis zapatos dentro del closet me di cuenta de que en verdad quería otros,ya no me gustaban,pero tampoco tenía pensado nada,los miré un par de segundos y los converse negros que Taehyung combinaba con su uniforme vinieron a mi mente,yo quería unos iguales.
Me encaminé hasta el baño y por primera vez cerré la puerta con seguro,no había nadie y aun así no me sentía segura,pero al levantar la vista pude verme en el estúpido espejo redondo.Quería desaparecer,tenía los ojos chiquitos y rojos,mi nariz también estaba pintada de ese color,y mi cabello era un desastre completo,toda yo era un desastre.
—¡Mierda! -chillé al sentir el chorro de agua fría-.
Llevé mis manos a la boca al darme cuenta de la palabra que había dicho,sentí que en cualquier momento entraría mi madre para retarme,pero no importaba porque se había sentido grandioso,fue como si me quitara un gran peso de encima,sin embargo esa felicidad duró poco,porque a medida que el agua se calentó,la imagen de ellos dos besándose me envolvió.
—¿Por qué lo hiciste Jungkook?..-el agua recorrió cada parte de mí cuerpo-. Tú y yo nos queremos.. -el corazón volvía a acelerarse-.
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Mi pequeña acosadora | JJK (+15)
Fanfiction¿Besarte está mal? A pesar de tu edad me atraes. Kim Suni es una niña que se enamora del mejor amigo de su hermano, el cual la llevará de la mano en su pubertad y adolescencia sin tener en cuenta la diferencia de edad. ¿Buena o mala influencia? Jeon...