Capitulo 29: Una Noche Agotadora.

2.1K 269 169
                                    

Congelada.

En este momento, me encontraba congelada en mi lugar, estática, temiendo que un movimiento brusco quiebre el incomodo e inestable silencio en el que nos encontrábamos.

Lentamente retire mi mano de la mejilla del príncipe, la cual, había puesto allí por pura inercia, y me aleje unos centímetros.

Aun mas despacio, gire mi cabeza para encontrarme con un par de ojos carmín que miraban nada contentos la escena, junto a ellos estaba Anne, quien tenia a boca abierta de par en par.

Bueno, por un segundo temi que pudiera ser peor.

<<Espera, ¿Que hace Anne aqui?>>

De pronto, como si mi cabeza recibiera un golpe, la voz de Seren, la cual estaba cargada de seriedad y molestia, nos saco de aquel incomodo silencio.

—Lo dire una ultima vez, Nei. ¿Que significa...—

—Hay una explicación para esto.—Dije muy rápido interrumpiéndolo.

<<Si, la hay. ¡Pero no la tengo!>>

Observe la situación, había un noble golpeado en el suelo, un niño extraño, un príncipe lo suficientemente sonrojado como para darse cuenta de la presencia de Seren y Anne, y por ultimo yo, quien había sido atrapada en una situación por demás extraña.

—Estoy esperando, cariño.—Dijo sin una pizca de paciencia.

Rápidamente mire a Anne en busca de ayuda, al captar mi mirada, ella solo levanto suavemente su pulgar en un gesto aprobación y me dio una pequeña sonrisa.

Mis ojos se abrieron con sorpresa.

<<¡No es lo que parece!>>

—Bueno, yo... Este niño...—Divague mientras buscaba por donde escapar.

El príncipe Nilo, quien apenas se había percatado de todo lo que ocurria, despertó de su trance y nuevamente, sin ningún aviso, me colocó detrás de él mientras desenvainaba su espada mágica, la cual apuntó hacia Seren y Anne

Más específicamente a Seren.

<<No de nuevo...>>

—No tienes que dar ninguna explicación, hada.—Dijo mirándome por sobre su hombro, luego poso su vista en Seren.—Parece que nos volvemos a encontrar, Mago de la torre.—Dijo fríamente.

Seren dio un paso hacia delante.

—Y para mi descontento, siempre en una situación por demás irritante.—Extendió su mano.—Le recomiendo alejarse, alteza. Antes que mi humor empeore.

<<Viendo su rostro, ¿Es eso posible?>>

—Lo siento, pero no va a ser posible. Nos encontrábamos en medio de un reencuentro.

<<¿Que? ¿Que dijo?>>

—¿Es eso asi?—El me miro con una ceja levantada.

—No. Claro que no.—Dije rápida y automáticamente.

Sin previo aviso el viento comenzo a rodear a Seren, Anne dio unos pasos para atrás para evitar salir herida y yo maldije por lo bajo.

—Oh.—Dijo Silas quien se puso a mi lado.—Al fin esta noche aburrida se tornara interesante.

Golpee su cabeza fuertemente.

—¡Auch!

No sabía que era lo que estaba sucediendo, pero no podía dejar que llegara más lejos.

¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora