Capítulo 45: Fantasmas del Pasado.

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Calmada.

Desde mi asiento frente a Seren, observe con tranquilidad como la bola de pelos, jugueteaba en su regazo, mordisqueando sus dedos mientras el mago de la torre sonría a medida que acariciaba su pelaje.

Frunci el ceño.

<<Traidor.>>

Apenas lo había visto, este me abandono sin pensarlo dos veces y salto hacia Seren, quien lo recibió con los brazos abiertos.

—Vaya, si que has engordado.—Dijo levantandolo con sus manos. El solo sacudió su cola con emoción.—Si, si, lo se.

Los mire cruzada de brazos.

<<Si tanto lo quieres, ¿Por que no hiciste un contrato con el?>>

Bufe involuntariamente.

Ah, sabía que ambos se atraían por el maná en su cuerpo. Seren era un ser completamente magico, al igual que la bola de pelos.

Eran como imanes para el otro.

—Dime, dime.—Le dijo suavemente.—¿Tu madre me ha estado engañado?—Le pregunto mirándome por encima de el.

Podía ver la diversión en sus ojos carmín.

<<¡O-Oye!>>

Trate de retomar mi postura.

—Seren, no digas estupideces.—Hable alto intentando evitar su mirada.—Tenemos cosas más importantes de las cuales hablar.

El apoyó la cabeza sobre su mano.

—Responderé todas tus dudas, mi joven dama.—Hablo disfrutando la situación.—Quiero decir, has pasado de ser una doncella a una noble señorita.—Hizo una pausa.—Parece que han pasado años desde que aquella extraña criatura me llamó bastardo una tarde de primavera.

Negué un poco divertida.

—Vaya que lo merecias.—El río.—Ah, quien diría que las cosas se complicarían tanto desde entonces.—Murmure bajando la mirada.

<<Siento que ha pasado una vida entera.>>

—¿Como ha sido cariño?—Pregunto de pronto.—Mi oferta de huir, aun sigue en pie.

Lo mire sorprendida.

<<Ah, es cierto...>>

Solo pude suspirar.

—No ha sido fácil.—Susurre.—¿Como podría serlo dejar todo lo que conozco detrás?—Me cuestione.—Lyna, Anne, el rol del doncella que se me había asignado, todo el libro escrito...—Sacudi mi cabeza.—De pronto, una dama noble. Una familia. Clases y deberes. Todos te respetan, otros, no pueden aceptarte.—El me miro en silencio mientras yo hablaba. Mire con frustración en suelo.—Impotente ante los caprichos y cambios de la gente de poder.—Calle mientras cerraba mis ojos.—Y antes de darme cuenta, hay más cosas que deseo proteger. Pero yo..—Mire mis manos.—Yo... Comienzo a sentir que no puedo hacerlo.

El silencio que se formo, no se sintió incomodo ni tenso.

Simplemente, era calma.

<<Si, es verdad...>>

Seren siempre me había escuchado sin juzgarme.

Entonces, no podía parar.

—Hay días, donde en verdad quiero rendirme.—Confese.—... Pero entonces, recuerdo a Lyna. Entonces, las lágrimas en el rostro de Anne vuelven a mi mente, el final de aquel guardia aparece en mis pesadillas y yo...—Aprete el puño.—Y yo siento que no puedo hacerlo.—Sonrei con tristeza.—Proteger a Lyna es mi misión. Es la promesa que me empeñe en cumplir.—Lo mire.—Y ahora, he descubierto un nuevo paraíso. Personas por quienes también quiero seguir adelante.—Puse una mano en mi pecho.—Seren, no se que pasara ahora. Pero hay algo que es seguro....

¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora