Ansiosa.
La noche ya había pintado el cielo de negro, y las estrellas junto con la luna brillaban de forma intensa.
Un hermoso paisaje, que solo lograba ponerme mas y mas ansiosa.
Después de aquella extraña reunión con el rey y aquel personaje extraño, un sentimiento de desconfianza se había instalado en alguna parte de mi mente, recordándome, que debo tener cuidado.
Pero incluso así, realmente esta era una oportunidad única que no podía rechazar. Todo peligro era necesario con tal de encontrar a Lyna.
<<Oh Lyna, realmente espero que este bien.>>
Estaba por empezar el cuarto día desde que la protagonista había sido raptada.
No podía, ni quería, imaginar que tipo de situación era en la que se encontraba. Por ello, trate de concentrarme en que haría cuando encuentre a las personas quienes se atrevieron a tocar a Lyna.
<<Quizás, debería pedirle a Keeran un poco de Lerbo.>>
Me tense.
En este momento me encontraba apunto de alejarme del castillo con un desconocido hacia una misión peligrosa, definitivamente tendría suerte si volvía, y aun mas si los principes no me mataban al regresar.
<<Pero el rey dijo que se haría cargo...>>
Seren, Keeren, Orión, Isel y Anne.
Les había mentido a todos, pero ahora no podía dar marcha atrás.
No hasta encontrar a Lyna.
Mire a mi alrededor, me encontraba en la entrada principal del palacio, donde minutos antes, Asmed me había indicado esperarlo, al parecer, conocía muy bien el horario de cambio de los guardias, por ello me hallaba completamente sola y sin vigilancia.
<<Incluso tuve que saltar por la ventana para evitar que me siguieran.>>
Mire por última vez el gran palacio que se extendía tras mi espalda. Si alguien me hubiera dicho todo lo que sucedería el día antes de poner un pie en este lugar, ciertamente pensaría que es una locura.
Y aún así, aquí estaba.
El sonido de una rama romperse me hizo ponerme en alerta.
Gire mi cabeza para encontrarme con los ojos bicolor de Asmed. Con un gesto me indico que guardara silencio. Asentí lentamente.
Lo mire atentamente, el atuendo que llevaba puesto parecía estar hecho de una sola pieza, la tela negra que lo cubría daba la impresión de ser sumamente elástica y no hacia ruido al moverse.
<<Debería preguntarle donde lo consiguió.>>
Escuche el leve chirrido de la puerta abrirse, al parecer, Asmed tenia una llave. No dudaba que el rey de Gelia se la hubiera facilitado.
Sin duda escapar de este lugar parecía ser mas fácil cuando tenias a la mayor autoridad ayudándote desde las sombras.
Comencé a seguir a Asmed, con cuidado de no provocar ningún sonido innecesario que pudiera llamar la atención de los sensibles guardias lobos.
Solo existía un único camino que nos llevaría fuera del terreno del palacio, pero al parecer, mi extraño guía tenia otra idea, pues no adentrábamos cada vez mas en el frondoso bosque que cubría todo el palacio.
Luego de unos minutos, nos detuvimos.
—Quédate aquí.—Me dijo mientras desaparecía entre los arboles.
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¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!
FantasyIncluso hasta el final, viví una vida sin sentido, siendo utilizada como un arma viviente. 《Si alguien puede oírme, realmente me gustaría experimentar el calor de una buena vida.》 《Salvala》 Al abrir mis ojos el dolor se había ido, Pero... ¡¿Desperté...