Capitulo 40: Corazones confusos.

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Tic.

Como si fuera un reloj descompuesto, el ojo de Lilith no paraba con su tic.

Habían pasado años desde que logro deshacerse de esa manía, incluso en los peores momentos, siempre pudo mantenerse calmada frente a cualquier tipo de descabellada situación.

Por ello, si existía en el mundo una sola y unica persona que lograría sacarla de sus casillas, era sin duda, aquel bastardo de cabellos azules y sonrisa perezosa.

Seren siempre fue el mejor para causarle problemas.

Pero ahora lo sabía perfectamente; el idiota había enloquecido.

Bueno, aún más si eso fuera posible.

Y aunque sabia que intentarlo era inútil, lo hizo por enésima vez.

—Piénsalo con cuidado.—Acarició su sien.—Seren, por favor. ¿Podrías escucharme?

Lilith se arrepintió profundamente de haber respondido la carta de su hermano.

De saber lo que pediría, jamás habría aceptado este encuentro.

Por los fuertes rumores que corrían por Gelia, y la seguridad que había ido en aumento, ella pensó que el estaba en peligro.

Olvido por completo, que en realidad el era el verdadero peligro de este reino.

El joven frente a ella, se acomodo en el rojo sillón.

Seren bostezo.

—No.

<<¡Bastardo!>>

Deseo poder golpear aquella cara arrogante suya.

Pero todavía no estaba tan desquiciada como el, después de todo, seguía siendo el mago supremo de la torre.

Resoplo. Solo un loco como Seren podría haber reemplazado a otro loco como lo era el antiguo dueño de la torre.

Aun agradecía no haber sido elegida al final.

Miro con cautela a su hermano.

Parecía aburrido. Pero ella lo conocía bien; estaba planeando otra de las suyas.

Lilith se cruzó de brazos.

—Estas pidiendo demasiado...—Murmuro frustrada.—Incluso para ti.

Observo como Seren jugueteaba con un pendiente violeta en su oreja sin prestarle atención.

—¿Me estas escuchando, imbecil?—El siguió ignorandola. Ella se removió furiosa.—¡Al menos dime que tramas!

Finalmente, se volteo a mirarla.

Se quedo estática al ver aquellos ojos carmín serios.

<<No espera...>>

—Perdí algo importante para mi.—Dijo tocando suavemente su pecho.—Quiero recuperarlo. No.—Se corrigió.—Necesito recuperarlo.

Al verlo asi, Lilith se preocupo por primera vez.

<<¿Que te ha puesto así?>>

¿Que en el mundo era capaz de poner a ese gran cinico de esa forma?

—¿Que es?—Pregunto ya más por curiosidad.

—¿Que es?—Repitió la pregunta como si fuera una ofensa.—Claro que estoy hablando de Nei.

Lilith casi se atraganto.

—¡¿Nei?!—Abrió los ojos con sorpresa.—¡¿La hibrida?!

El asintió como si fuera algo obvio.

¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora