Frio.
Cuando salí al balcón de mi alcoba, el aire frio de la madrugada golpeo mis mejillas con fuerza. A pesar de estar en primavera, supe que se desataría otra tormenta aquí, en Gelia.
El color gris del cielo anunciaba que pronto, este lloraría sobre nosotros.
Acomode mi abrigo.
Los sucesos de la noche anterior, aun seguían rondando por mi cabeza sin parar, desde mi baile con Seren, los rostros de los príncipes y sin duda alguna, la visita de aquella extraña santa.
No había podido pegar un ojo en toda la noche, por ello había decidió ver desde mi cuarto como el ejercito santo se marchaba a primeras horas de la mañana.
Llevándose con ellos, las respuestas que tanto había buscado.
Pero aún así, tenía la certeza de que pronto nos volveríamos a ver.
Suspire.
Rápidamente, mis ojos se posaron en la doncella que llevaban en su mano una bandeja con alimentos básicos.
<<Todas las mañanas hace el mismo recorrido.>>
Ese era otro motivo para despertarme temprano.
La prisión subterránea, se encontraba en los mismos terrenos del palacio, si bien estaba muy alejada del ala real, que es donde me encontraba, siempre observaba el trayecto que hacían los guardias y doncellas hasta ella y que casualmente, podía ver desde mi alcoba.
La prisión del palacio era solamente para la aristocracia o pecadores de alto nivel, personas quienes era importante no perder de vista.
Lo cierto es que gran parte de esta estaba completamente vacía, había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que un noble fue condenado por traición o enviado a la guillotina. Al ser un lugar casi desierto, la cantidad de guardias era considerablemente baja, y ahora con la visita de las naciones aliadas, había disminuido aun mas su seguridad.
No podía culparlos, es un lugar que se encuentra en medio del palacio demoniaco de Gelia, cuyos pocos prisiones no eran mas que inútiles nobles. Incluso si lograban escapar de sus celdas, no darían dos pasos antes de ser encontrados y arrastrados nuevamente a aquel lugar.
<<Y allí es donde entro yo.>>
No sabia que pasaría ahora que mis acciones habían mostrado mi rebeldía para con los príncipes, pero antes de descubrir cual seria su siguiente movimiento, debía aprovechar el tiempo que tenia.
Le haría una pequeña visita al doctor.
Las palabras de la santa me hicieron darme cuenta que aun había muchas cosas que no sabia, y si no comenzaba a buscar las respuestas, podría terminar en una situación poco agradable.
<<Estuve tan centrada en los protagonistas y villanos que descuide completamente los peligros que nos rodean.>>
Pero estaba decidida a cambiar aquello, era momento de usar lo que había aprendido.
A pesar de cuanto deseaba alejarme del pasado, entendía que lo quisiera o no, lo necesitaba para poder sobrevivir en el presente.
Incluso si eran desagradables, los recuerdos de mi otra vida, eran lo único que quedaba de lo que alguna vez fui.
Yo era la única persona que recordaba a <<A>>
Era la única persona que me recordaba como realmente era.
Y mientras así fuera, todo lo que hice, todo de lo que era capaz, jamás seria borrado. Mis pecados eran grandes y sabia perfectamente que no merecía redención.
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¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!
FantasyIncluso hasta el final, viví una vida sin sentido, siendo utilizada como un arma viviente. 《Si alguien puede oírme, realmente me gustaría experimentar el calor de una buena vida.》 《Salvala》 Al abrir mis ojos el dolor se había ido, Pero... ¡¿Desperté...