Capítulo 39: Sentimientos Encontrados.

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Dolor.

Un fuerte e intenso dolor recorrió mi cuerpo ya cansado cuando caí de trasero al suelo.

Observe se reojo como el sol se reflejo en la hoja de la espada de Asmed, que fue dirigida a mi cuello.

Un poco más, y podría cortarlo.

—Estas muerta.—Dijo con un tono arrogante.

<<¡Maldición!>>

Era la octaba vez en tres horas que había escuchado esa frase.

Me tumbe en el suelo en un gesto de frustración mientras dejaba caer la espada lejos de mi.

<<Es realmente bueno.>>

Había descubierto que Asmed era realmente un guerrero formidable, aunque ya lo había visto pelear, ahora podía decir con certeza que tenía una muy buena técnica.

Un rival digno, sin duda alguna.

Suspire al tiempo que miraba el inmenso cielo celeste frente a mi.

Había pasado casi una semana desde que llegué a La Corte, una semana desde que había tenido mi encuentro con la familia de Nei.

Y tal como prometió Azmerel, luego de aquel día, no tuve un solo momento de descanso.

Me levantaba temprano en la mañana para desayunar, luego las clases de etiqueta, matemática e historia, seguían hasta el almuerzo.

Leyendas y tradiciones, la geográfia de La Corte y sus gobernantes.

La información golpeaba mi cerebro cada día, parecía que trataban de introducir miles de años en tan solo un mes.

Sin contar el tiempo que desperdiciada con la modista.

Aun me dolia el cuerpo después de tantos corsets y zapatos incómodos.

Finalmente, hasta el anochecer, entrenaba con Asmed el arte de la espada.

Cuando comenzamos, entendí realmente que carecía de muchos conocimientos básicos.

En cuanto a la pelea cuerpo a cuerpo, ambos estábamos bastante parejos, nuestras habilidades con el arco y dagas, eran similares.

<<Aunque le he dicho que era mi primera vez.>>

Era obvio que no era así, pero el no preguntó cosas que yo no iba a responder.

Mentiría si dijiera que no me sentía orgullosa de poder darle una buena pelea.

Eso significaba que mis habilidades aun estaban intactas.

Pero al igual que el ego, el orgullo era algo frágil, y el mío terminó por quebrarse cuando comenzamos el entrenamiento con espadas.

En todo este tiempo, no había logrado ganarle ni una sola vez.

En algún punto comenzó a sentirse personal.

Por ello había decidido que lo derrotaria algún día.

Y sería yo, quien le dijera aquellas palabras.

Bufe.

En cuanto a la familia de Nei, no los había vuelto a ver desde entonces, segun Asmed, Azmerel se encontraba adelantando los preparativos para el día de la presentación y Lumine, no había asomado su cabeza por ningún lado.

<<Bueno, no el exactamente...>>

Pues por algún motivo que desconocía, pero estaba segura era mal intencionado, habían llegado a mi habitación, en el transcurso de la semana, tres cartas dirigidas a mi persona

¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora