Capitulo 3: Deudas y Lazos.

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Sorprendidos.

Luego de pasar cuatro días más encerrada en mi habitación, tratando de digerir los últimos acontecimientos, decidí que era hora de salir.

Y cuando lo hice, no solo los sirvientes de la mansión se encontraban sorprendidos, incluso Lyna a quien había evitado que entre al cuarto, me miraba atónita.

—Nei... ¿Que te sucedió?—Pregunto en un tono preocupado.

—Oh, me apetecía un cambio de estilo.—Hice una pausa mientras me sentaba a su lado y ponía una servilleta en mis piernas. A pesar de ser la doncella personal de Lyna, sabia por la novela que Nei y la protagonista se trataban como amigas, eso incluía tomar té, comer, jugar y tener clases juntas. Aunque eso no evitaba que Nei la tratara siempre como su señora, para el descontento de Lyna. La mire fijamente—¿No le agrada?

De pronto, una gigante sonrisa se poso en sus labios.

—¡Claro que me agrada, Nei! Ahora podre ver tus hermosos ojos todos los días.—Dijo dando un suave aplauso.

No podía mentir, el hecho de que me haya cortado el flequillo solo fue porque se me dificultaba ver.

—No creo que sea para tanto.—Dije mientras tomaba un poco de té y le restaba importancia.

En el momento que mire hacia atrás de donde se encontraba Lyna, pude divisar a un par de sirvientes con la cara pálida, parecía que en cualquier momento perderían la conciencia.

Siguiendo mi mirada, Lyna se dio vuelta, solo para reír un poco, luego volvió su vista hacia mi.

—Ellos no se acostumbraran rápido.—Al terminar aquella frase abrió los ojos con preocupación, como si hubiera cometido un terrible error. —¡Um! ¡Quiero decir los ojos de Nei dan miedo pero son preciosos!—Los ojos de Lyna se ensancharon aun mas—¡Obviamente a mi me agrandan tus ojos, en realidad me agrada toda Nei! ¡Si, si! ¡Ellos tienen miedo, yo no!—Cada vez hablaba mas rápido.

<<Creo que se preocupa demasiado>>

Decidí ayudarla antes de que le agarre un ataque de nervios.

—Señorita Lyna.—Llame su atención.—No tiene que preocuparse, comprendí lo que dijo.

De repente su cara se torno roja, y asintió muy rápido.

—Um, si lo se... lo siento.—Dijo al final con un tono avergonzado.

Lo cierto es que Lyna tenia razón. Incluso yo siento un poco de escalofríos cada vez que me miro al espejo.

<<Quizás el hecho de que me encuentre en otro cuerpo sea también la razón.>>

No podía culpar a los sirvientes por reaccionar así, o a Lyna por sorprenderse. Después de todo, en la novela, Nei jamas mostró sus ojos ni habilidades, ni siquiera cuando murió.

El té que paso por mi garganta, de repente, se volvió amargo al recordar la novela.

Pues luego de pasar una noche en vela, llegue a la conclusión de que me encontraba en la novela, Rosa Marchita.

Y mi papel no era otro que el de la desafortunada Doncella, de la también desafortunada protagonista.

Realmente aun no sabia en que parte de la novela íbamos, pero como aun estábamos en la mansión del Duque, podia aventurar que todavía queda un largo tiempo antes de ir a Gelia.

Aunque lo cierto, es que el dia de partir llegaría tarde o temprano.

<<Espero que sea mas tarde que temprano.>>

¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora