Capitulo 13: El Castigo.

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Silencioso.

En casi todo el camino de vuelta al palacio, el ambiente era silencioso, exceptuando algunos murmullos de los guardias, todos se mantuvieron callados.

Luego del pequeño intercambio de palabras que tuve con el señor que guiaba mi caballo, supe que lo mejor por ahora seria cerrar mi boca también e intentar ordenar mis pensamientos.

No sabia como estaba el ambiente en este momento en el palacio, ni siquiera podía imaginar cual era el castigo que me esperaba. No podía mentir, todas las experiencias de hoy me habían dejado completamente agotada, pero la ansiedad que me provocaba lo que pudiera suceder una vez que entre al palacio, me ponía nuevamente en alerta.

Habia desobedecido la orden de los villanos de la historia.

Keeran y Orión se habían encargado de mantenerme aislada en el palacio y ya que no entendía el porque, no podía imaginar la gravedad de la situación en que me encontraba.

<<¿Porque mantenerme encerrada? ¿Fue tan grave que me escapara? ¡¿Era necesario usar una parte del ejercito imperial para buscarme?!>>

Ciertamente había una parte del rompecabezas que me estaba faltando, y esa pieza restante, era nada mas ni nada menos que, los motivos poco claros de los príncipes. Todo lo que me quedaba, era hacer suposiciones.

Quizás sin darme cuenta, se habían enamorado de Lyna y tenían pensado usar a Nei como herramienta para atraparla, pero al escaparme frustre sus planes.

<<Aunque, cuando hable con Keeran, el me dijo que no tenia nada que ver con Lyna.>>

Pero, ¿Que tanto puedo creer en las palabras de los villanos?

Tal vez se trataba de una cuestión de orgullo, pues una simple jovencita había tenido el coraje de desobedecer una orden directa de los príncipes.

<<No, aquello no tenia sentido tampoco. Pues, ¿Porque pondrían una orden tan ridícula en primer lugar?>>

No importaba como lo mirara, algo era sumamente extraño en todo esto y yo no podía identificar que era. Aun si pensara en un millón de razones, ninguna parecía ser la indicada.

No poder encontrar un motivo, no tener un lugar donde comenzar, aquello es ciertamente desesperante.

Aun así, debía hacerme cargo de mis problemas.

Sabiendo que seria castigada si algo salia mal, decidí arriesgarme, y para mi mala suerte, perdí.

Bueno, no del todo. Habia logrado que Seren se desligara de todo el asunto por ahora, no importa cuan grande sea la rabia e ira de los príncipes, ciertamente no podían darse el lujo de lastimar al mago supremo de la torre. 

Con Seren, habíamos llegado a un acuerdo, el y yo diríamos la misma historia.

La cual se trataba de que el único motivo por el cual el mago supremo me había ayudado era porque ignoraba el hecho de que yo tuviera prohibido salir del palacio. Aun así, al llegar a La capital, nuestros caminos se separaron y no volvimos a encontrarnos.

<<Esa es la mentira que diremos. Aunque no es para proteger al mago.>>

Realmente, el me ayudo aun sabiendo que estaba rompiendo una orden de los príncipes, pero no le importo, pues había sacado ganancia de esta situación.

Pues por lo que sabia, el había tomado muestras de mi sangre cuando me hallaba inconsciente. Ninguno de los dos eramos inocentes, ambos sabíamos las reglas y decidimos ignorarlas. Pero esta vez debía soportar el castigo sola, pues en este momento, Seren tenia que tener el camino libre para poder arreglar el encuentro con Meldian.

¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora