Capitulo 10: Una Despedida Inesperada.

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Irritable.

Desde el encuentro con Seren hace una semana me encontraba completamente irritable y con un dolor de cabeza que parecía ir en aumento durante los últimos días.

Desde aquel incidente no paso nada realmente relevante. Claro solo que la protagonista, no para de recordarlo y reírse, provocando que yo no pueda ignorarlo tampoco.

Aunque intenta ocultarlo cuando estoy presente, no le sale muy bien.

<<Aunque prefiero que ria a que llore.>>

Si bien es una situación cómica vista desde afuera, yo fui a quien se le cayo agua prácticamente congelada en la cabeza, y por ello no me parecia muy divertido.

<<Ah, no es momento de pensar en ello.>>

En este momento me encontraba caminando muy lentamente con una inquieta y preocupada Lyna a mi lado.

Y no era para menos.

Pues ahora nos estamos dirigiendo hacia la sala del trono, donde se encuentran los dos príncipes de Gelia con quien Lyna tiene una reunión para hablar sobre el avance del Rey Richard.

<<Ah... Realmente quería evitarlos a como de lugar.>>

Y aunque Lyna no me lo dijo, pude oírla practicar en su habitación múltiples formas de pedirle a los príncipes que la dejen volver unos días a Endra, para ver a sus amados padres. En especial a su madre quien se hallaba en cama gracias a una muy fuerte gripe.

Un trago amargo paso por mi garganta.

Si bien no sabia que sucedería, realmente la idea de que la dejen regresar a casa me parecia muy poco probable.

Pues si incluso ellos no están interesados todavía en Lyna, dudaba mucho que la dejen partir hacia su país, pues hay muchos enemigos que no quieren ver a Rey sano y no dudaran en apuntar contra Lyna en cuanto esta este fuera de la protección que Gelia le brinda.

Como alternativa, había pensado en que los Duques podrían venir hacia Gelia, pero quienes no conozcan la tensa relación de la casa Duqual Equa con el Rey de Endra, podrían pensar en Duques como infiltrados del rey.

En si, el panorama no era muy esperanzador en ningún aspecto.

Pero aun así, Lyna, quien no sabia si había pensado en ello con detenimiento, estaba lista y dispuesta para conseguir su objetivo.

La Lyna de la novela, jamas habría siquiera pensado en pedir semejante cosa a los príncipes, pues el terror de enfrentarlos ya era demasiado para ella, como para pedir algo mas.

En cambio, la Lyna actual, aunque estaba nerviosa, poseía mas seguridad que nunca, y solo puedo retribuirlo a que en el presente, no ha sido el centro de la fatídica atención de Keeran y Orión.

Y aunque Seren es un jodido bastardo, tampoco había comenzado a molestar constantemente a Lyna.

Suspire.

—Señorita Lyna.—Dije ganándome la atención de la protagonista.—¿No cree que deberíamos apurar un poco nuestro andar?

Lyna, quien vestía un vestido rosa y blanco de dos piezas, me miro con los ojos avergonzados.

—Um, Si, Si, tienes razón, Nei.

Lo cierto es que la reunión programada empezaría en cinco minutos, pero al ritmo que caminábamos, llegaríamos en veinte.

Sin mas palabras, comenzamos a caminar mas rápido, y en poco tiempo ya nos encontrábamos en frente a la gran puerta de la sala.

—Realmente no quiero entrar.—Dijo Lyna sonriendo de forma cansada.

¡Salvare a la Rosa de Marchitarse!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora