La pinche fiesta...

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El resto de la cena pasa más calmado y en silencio absoluto, comemos el postre y mi celular empieza a sonar, el nombre de James se refleja en la pantalla y Ange se da cuenta que James es quién me llama.
—¿Diga? —Es lo primero que digo al responder.
Aún estábamos sentados sobre la mesa pero ya habíamos terminado, al menos Ange y yo.
—¿Por qué no me llamó a mí? —Protesta Ange a mi lado y es obvio que James la escucha.
—Dile a Ange que no llamé porque no responde su celular —Dice James en su defensa al otro lado de la línea.
Yo le repito lo que dijo James a Ange y ella se levanta de la mesa pidiendo disculpas, a lo mejor se va a buscarlo en su cuarto.
—¿Ya están listas? —Pregunta James— ¿Puedo ir?
—Sí —Le informo— Ya puedes venir.
—En diez minutos estoy allí.
Y cuelga.
Los padres de Ange no me hacen preguntas y no me dicen nada en realidad, solo conversan entre ellos así que pido disculpas y me retiro de la mesa, ellos me sonríen como respuesta mientras me voy del comedor. Subo las escaleras para llegar al cuarto de Ange, ella se encontraba buscando su celular hasta que lo encuentra en su baño.
—Vamos —Le digo— Ya James viene.
Ella asiente y me sigue hacia afuera, ambas salimos de la gran casota pero sin antes decirles "Adiós" A los padres de Ange.
James llega a los minutos de haber salido, por suerte el auto va vacío así que entro y obviamente me siento adelante con James, Ange puede estar muy enamorada de él pero el asiento de adelante es mío, ella se sienta en la parte de atrás del vehículo y comienza a chatear por mensaje con su celular así que James arranca el auto sin decir nada y continua con los labios pegados mientras maneja hasta la fiesta.
El sonido fuerte de la música se escuchaba hasta del otro lado de la calle, ni siquiera estábamos en la calle de la casa donde estaba la fiesta cuando ya estaba escuchando la canción de la fiesta, creo que era una versión electrónica en extremo de la canción RU Crazy  del artista Conor Maynard, lo supuse ya que conozco la canción original y escuché la voz de Conor en la música antes de empezar la parte electrónica de la canción.
James estaciona en frente de la casa donde es la fiesta, no reconozco la casa así que cuando bajamos y vamos cruzando el jardín delantero —Que estaba lleno de vasos rojos de plástico— Decido preguntar:
—¿De quién es esta casa? —Le digo a James antes de entrar en ella.
—De un amigo, amigo de un amigo —Es complicada su explicación pero logro entenderla.
Entramos directamente hasta la sala donde estaban dos muebles y allí estaba todo el grupo.
Cady, sentada sobre las piernas de su novio Marcus.
Kate, sentada a un lado de su novio Tom ya que se estaban besando asquerosamente.
Jessy, sentada sobre el suelo de piernas cruzadas con un vaso rojo en su mano izquierda y su novio Matt a su lado.
También estaban los menos importantes del grupo.
Chat.
Miranda.
Jason.
Y por último pero él sí es más importante.
Aron.
Aron es el más importante de todos ya que es el que trae lo mejor a las fiesta y con "Mejor" Me refiero a droga, cigarrillos, porros, alcohol. Digamos que es el yonqui y el mayor. Tiene veinte y es realmente atractivo.
—¡Ya llegó! —Grita Cady cuando me ve entrando a la sala— ¡La reina de las putas!
Yo pongo los ojos en blanco.
—Púdrete Cady —Le digo en respuesta.
Casi todos estaban sentados sobre el suelo con sus vasos rojos que contenían obviamente alcohol, menos Cady, Marcus, Kate, Tom y Aron. Yo decido sentarme al lado de Aron y como siempre Ange se apega a mí en cambio James decide sentarse en el suelo.
—¿Quieres? —Dice Aron mientras me muestra un porro que estaba fumándose.
Prometí no consumir ni beber más de la cuenta...
—No —Niego con la cabeza— Tal vez más tarde.
—¿Y ahora te volviste una mojigata? —Reprocha Jessy la cual sí está fumándose un gran porro que no había notado— Avísame y te llevo de vuelta a la casa de la millonaria.
—¡Ya cierra la boca Jessy! —Grita para mi sorpresa Aron defendiéndome a mí y a Ange con un tono amenazador.
—Ya contrólate Aron —Le advierte el novio de Jessy, Matt.
Los chicos dejan su tención y comienzan a hablar entre ellos.

A los minutos comenzamos a jugar a todo tipo de juegos, a la botella, cinco minutos en el cielo, a verdad o reto y a succionar y soplar. Ya para cuando era las doce estaba más que ebria y había dado una que otra calada a un porro cualquiera, no lo sé. Decidí irme al segundo piso para encontrar un baño y vomitar y obviamente Ange iba conmigo, ella me ayudó a encontrar un baño y me sostuvo el cabello mientras vomitaba en el váter. Cuando ya me sentí mejor decidí volver con el grupo y Aron me invitó a bailar.

Bailé, me emborraché, fumé e hice lo que se me viniera en gana, estaba desenfrenada y muy alborotada, enamoraba a cada chico y me besa con cualquiera que bailaba conmigo pero nunca pasaba a más de puros besos y toqueteos por encima de la ropa.
Lo sé, soy un desastre pero ¿Qué pensabas? ¿Que venía a contarte un romance con final feliz? Pues te equivocas, esta historia no tiene nada de eso...

No sé qué hora era cuando volví a sentirme mal y llegué tambaleándome al salón donde Ange aún seguía sentada y simplemente tomaba jugo de cereza sin alcohol, dije que me sentía mal de nuevo y ella se levantó para que me apoyara en ella y llevarme al baño de nuevo.
—¡Deja que la borracha se vuelva salvaje y no hagas que sea una mojigata!—Grita Jessy.
Ese comentario me hizo enfurecer ya que no soy tal cosa, de todo el grupo soy la más rebelde, extrovertida, alocada y arriesgada, nada me da miedo y hago siempre lo que me dicen pero se burlan de mí porque nunca me han visto enrollarme con nadie en las fiestas, jamás me han visto en una habitación teniendo sexo con un desconocido en una fiesta clandestina como ésta que nadie conoce a nadie.
—¡¿Qué fue lo que dijiste zorra?! —Me doy la vuelta y le grito.
Dejo de apoyarme en Ange y ella se queda detrás de mí mientras yo camino —Con las pocas fuerzas, cordura y conciencia que me queda— Hasta Jessy.
De todo el grupo Jessy siempre me calló mal y yo a ella desde siempre porque Matt —Su novio— Primero estuvo enamorado de mí y cuando ellos dos se hicieron novios ella descubrió que el bato aún seguía detrás de mis nalgas así que por eso me tiene tanto odio pero ¿Qué puedo hacer?
—Dije que no fueras una mojigata —Repite plantándose frente a mí a escasos centímetros de mi cara.
—Pues entérate zorra —Le digo— Que no es mi culpa que tu novio aún siga detrás de mis nalgas.
La cagué.
Soy consciente de que la cagué.
Lo sé porque le di en donde más le duele. Todas las chicas —Que tienen novio—Del grupo se preocupan por proteger a sus novios de mí ya que me resulta muy fácil encularlos pero esas palabras salieron sin mi consentimiento, como dije, estaba tomada hasta las trancas y también había fumado.
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Lo prometido es deuda.
Intento actualizar lo más rápido que puedo ya que esta historia ya está escrita en un borrador, solo me falta editar y cambiar una que otra cosa pero es fácil para mí complacerlos al actualizar diariamente.
Muchas gracias por seguir leyendo.
Nunca juzguen un libro por su portada.

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