Daddy

La Ira De Maxx

No sabía lo que hacía, el alcohol de mis venas hacía que no pensara en lo que estaba haciendo y la gravedad de la situación, si perdía mi virginidad con Aron, en una fiesta y en una habitación cualquiera me convertiría en las demás, tal vez no estoy perdiendo algo tan importante como mi virginidad en un estacionamiento con un desconocido pero esto se le acerca.
Comencé a pensar en eso, en que perdería mi virginidad con Aron y no con la persona que pensé lo haría. Mi menté comenzó a volar y allí fue que reaccioné y empujé a Aron.

—Detente —Digo en voz baja mientras intento empujarlo para apartarlo de mí pero él seguía besando mi cuello, descendiendo hasta mis senos
Él no cedía así que tuve que gritar y empujarlo con más fuera.
—¡Dije que te detengas joder! —Grito lo más que puedo y lo empujo con todas mis fuerzas.
De esa forma él se separa de mí totalmente confundido por lo que acabo de hacer.
—¡¿Qué diablos te pasa Rebeca?! —Protesta él.
«Como si tuvieras derecho a protestar»
—No sucede nada, solo que no quiero y listo —Es la única explicación que doy mientras me tapo la mitad de mi cuerpo semidesnudo con las sabanas de la cama.

Claramente Aron no se esperaba que yo le pidiera que me detuviera, al igual que también puedo ver que está algo molesto, aprieta su mandíbula con mucha fuerza y mira a otro lado; su respiración era intensa y agitada pero nada de lo que hiciera me iba a hacer cambiar de opinión.

—¡¿Entonces para qué carajos te montaste encima de mí?! —Comienza a gritar un poco— ¿Por qué me besaste en primer lugar? ¡Dime Rebeca porque no te entiendo! —Levanta los brazos al aire y comienza a reclamar sacándome cada cosa— Vienes y calientas a los hombres y luego nos dejas así ¿Qué esperas que hagamos? ¿Esperas que uno de nosotros se obsesione contigo hasta que te viole por tus propias decisiones de mierda? ¡A no! Espera... ¡Ya eso ocurrió! —Cada cosa que decía en el fondo me lastimaba pero intentaba ser fuerte— O ¿Es que acaso no recuerdas? Hace poco te drogaron para violarte ¿O no? ¡Así que responde Rebeca! ¡¿Cuál es tu puto problema?!

Yo obviamente no quería responder, no tenía respuesta para ninguna de sus preguntas, me hacía sentir mal porque no fue mi decisión ser así, no quise que mi vida fuera una mierda y yo lo fuera también, no pedí llevarla de este modo.

—¡¿Y quién te dijo a ti que yo quería ser así?! —Exploto en llano y también a gritos, me levanto de la cama y me planto frente a él sin importarme mucho que la mitad de mi cuerpo estuviera medio desnuda— ¡Yo no pedí ser esto! Así que Aron hazme un favor ¡Trágate tus mierdas porque no quiero escucharlas!
Y con eso tomo mi sudadera y al ponérmela bien salgo de la habitación para continuar con la fiesta.

Había llorado así que me sequé las lágrimas sin dañar mi maquillaje, caminé entre la gente como pude y llegue hasta la cocina para tomar una botella de vodka y un paquete de cigarrillos en la alacena al igual que un encendedor. Había explotado pero de una manera en la que no quería soltar nada, no quería que alguien, mucho menos Aron se diera cuenta de toda la mierda que llevo acumulada por años dentro de mí.

Subí las escaleras hasta el ático y salí por una ventana del mismo ático hasta la azotea, el viento frío de las montañas entraba en mis fosas nasales y eso hacía que el alcohol perdiera su efecto en mí pero aun así eso no impidió sentarme sobre la azotea y empezar a beber desde la botella de vodka, encendí un cigarrillo y empecé con la mierda que es mi vida, rodeada de vicios y putadas...

Habían pasado al menos diez minutos cuando ya la botella estaba por la mitad al igual que el paquete de cigarrillos cuando mi celular sonó en el bolsillo de mis shorts, no recordaba que lo tenía allí así que me extrañé escucharlo; aun así lo saqué y revisé quien e había escrito.

Mensaje de Maxx:

—¿Por qué no respondes los mensajes? ¿Acaso no hay señal allá?