La llamada

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Rebeca.

Ya había anochecido cuando logré calmarme y tener la cabeza fría, recordé todo lo que había dicho Mery y conecté los cables, su historia me convencía y además, se notaba todo el "amor" Que la perra que se hacía llamar mi madre me tenía.
¿Cómo podría quererme si ni siquiera era su hija?
Ella no me tuvo nueve meses en su vientre.
Ella no me dio la vida y tampoco salí de su vientre.
Todo tenía sentido.
El timbre de mi celular me despertó, cortó mis pensamientos profundos y me hizo volver a la realidad en la cual me encontraba sentada en la gran isla de la cocina comiendo una simple manzana mientras hablaba con Lili; tomé mi celular en mis manos y el nombre de Maxx estaba reflejado en la pantalla, debido a ello respondí enseguida.

—¡¿Maxx?! —Estaba algo emocionada cuando respondí el celular.
—Hola hermosa —Es lo primero que dice cuando me escucha.
Nunca antes me había dicho así o me había puesto algún apodo, siempre me llamaba por mi nombre y el escucharlo decirme así me alegraba.
—¿Cómo estás? —Pregunta con algo de curiosidad— Miguel habló conmigo... ¿Pasó algo en casa de Ange?
«Mierda»
Quería contarle sobre eso cuando lo viera, no por teléfono.
—Sí... —Digo mientras me levanto de la silla y le hago señas a Lili de que me iré.
—Puedes contarme... —Estaba algo preocupado, se le notaba en la voz.

Subí las escaleras y me encerré en mi habitación, al acostarme en la cama comencé a decirle detalle por detalle todo lo que sucedió, toda la verdad, mientras hablaba me salieron algunas lágrimas pero por la rabia y el odio de volver a ver todo lo sucedido en mi cabeza en forma de recuerdo, Maxx solo permanecía en silencio escuchando todo, no me interrumpía y tampoco hablaba con nadie a su alrededor, toda su atención era para mí solamente y eso me gustaba, me ayudaba a sentirme más segura al contarle todo.
Al terminar de contar todo tomé un respiro y me limpié las lágrimas y ambos guardamos silencio hasta que él decidió romperlo.

—Comprendo todo Rebeca —Dice— Quiero que no te preocupes por todo eso y que por ahora estés tranquila, respira y olvida todo lo sucedido por hoy ¿De acuerdo?
—Está bien —Digo totalmente convencida mientras asiento varias veces.
Hablamos sobre cómo le iba en el viaje y todo eso, hablamos de cientos de cosas menos sobre lo sucedido y eso hizo que me sintiera mejor hasta que comenzó...
—¿Dónde estás? —Pregunta con algo de curiosidad.
Su voz cambió al preguntarme, estaba la curiosidad presente pero de una manera extraña.
—Estoy encerrada en mi habitación ¿Por qué?
—¿Qué traes puesto? —Eran extrañas sus preguntas y más con ese tono.
«Creo que ya sé a dónde va todo esto»
—Unos shorts y una camiseta larga —Explico algo confundida pero ya agarrándole idea a todo esto— ¿por qué me preguntas todo esto?

Él se quedó en completo silencio un segundo, eso me extrañó pero luego continuó confirmando mis sospechas sobre su comportamiento.
—Voy a hacer que te relajes y para eso debes quitarte tus shorts —Dice usando su voz mandona que tanto amo, se notaba la lujuria y el deseo en su voz ronca.
Yo obedecí como la buena niña de Daddy que soy, me levanté y bajé mis shorts junto con mi ropa interior y luego volví a la cama junto con el celular.
—Ya lo hice —Estaba ansiosa y creo que se expresaba en mi voz.
—Mójate tu mano libre y lentamente vas a bajarla hasta tu zona intima —Explica a detalle y despacio haciendo este momento único e interminable.
Yo obedezco y cuando mi mano está a punto de llegar a mi pelvis él vuelve a hablar usando ese tono que hace que me excita aún más.
—Cierra los ojos —Y suelta un suspiro.
Eso hago y continuó bajando mi mano, estaba algo nerviosa pero así sea escuchando su voz, con Maxx me sentía segura.

—Has todo lo que te diga —Ordena y continúa con su clase virtual— Con tu pulgar toca tu clítoris lentamente y juega con él formando círculos.
Tenía miedo a hacerlo ya que nunca lo había hecho, no era fan de esto pero Maxx hace algo en mí que me cambia completamente y solo con su voz estoy a su merced, era diferente y por él haría lo que sea.
Obedecí ante su orden, al sentir el tacto en mi clítoris llegó todo, la pasión, la lujuria, el calor, lo que sentía no se comparaba a lo que siento con Maxx, lo que sentía con Maxx era mucho más fuerte pero esto también me complacía.
—Has cada movimiento lento por ahora —Ordena.
SU voz había cambiado, era más intensa, más ronca y solo él hablaba así cuando sentía lo mismo que yo estoy sintiendo...

Obedecí, aunque mi cuerpo quería más, quería desobedecer y acelerar el paso pero no, ya estaba bajo su merced, tenía que hacer lo que mi Daddy dijera al pie de la letra.
—Ahora abre un poco las piernas y vas a introducir solo un dedo —Pide.
Y eso hago, gemí un poco más fuerte al sentir mi dedo, aunque no se sentía como Maxx pude disfrutarlo, iba lento, como él me había pedido, mis caderas se despegaban de la cama cuando me encorvaba y no tenía cabeza para pensar en la vergüenza de que él estuviera escuchando mis gemidos y jadeos por teléfono, al contrario, sabía que a él le excitaban ya que su voz había cambiado.
—Ahora une otro al juego, introduce dos lo más adentro que puedas, con el mismo ritmo, muévelos adentro lentamente —Explica, su voz estaba ronca y de vez en cuando se escuchaba algunos jadeos de su parte.

Eso hice y allí levanté mis caderas por el placer que sentía, mantenía mis ojos cerrados y mi cuerpo pedía más así que se lo pregunté.
—Déjame ir más rápido —Suplico ya con mi voz ronca, ahogué un jadeo cuando se lo pregunté.
Pedía a gritos muy dentro de mí que accediera pero entre más tiempo pasaba sin saber su respuesta más tenía ganas de desobedecer.
—No —Termina diciendo— Harás lo que te diga —Su tono al dar la orden hizo que lo entendiera y la acatara— Lentamente muévelos y de vez en cuando sácalos y vuélvelos a introducir, yo te diré cuando puedes ir al ritmo que quieras.
Hacía lo que me decía al pie de la letra, mi cuerpo estaba entrando en ese punto, quería ir rápido, el fuego que sentía no me dejaba seguir resistiendo.
—Ahora sí puedes ir al ritmo que quieras —Dice.

Y allí fue que aceleré el paso.
Al hacerlo solté un jadeo inusual, movía mis dedos al ritmo más rápido que fuera posible, encorvaba mi espalda y levantaba las caderas, me retorcía solo al sentir lo que sentía, ahogaba gemido en la sabana para que la ama de llaves no me escuchara, Maxx seguía al teléfono y escucharlo gemir, así sea muy por lo bajo me gustaba ya que sabía que de la misma forma que yo me estaba dando placer él también se lo estaba dando.
Sabía que él estaba llegando ya a su punto ya que sus gemidos se intensificaron, era más intenso el escucharlo y eso hacía que yo también me sintiera más complacida.
—Juega con tu clítoris al mismo ritmo que llevas —Pide con la voz entrecortada.

Eso hice.
Maldición.
Eso hizo que todo cambiara, que llegara más rápido a donde quería llegar, no podía parar hasta que por fin llegué a mi punto, unos segundos después Maxx también llegó ya que su último gemido fue apagado, eso significaba que ya había llegado y yo igual.
Realmente no podía creer cómo me hacía sentir Maxx, no podía creer que solo con escucharlo me hiciera sentir de esta manera, con ninguna persona me había sentido así, realmente si estuviera haciendo esto con otra persona no hubiera accedido y me sentiría del asco pero con él era diferente, él hacía o encendía algo en mí que absolutamente nadie había podido encender.

Ambos controlamos nuestras respiraciones y hablamos al respecto.
—Eso fue... —Es lo primero que digo pero no logro terminarlo.
Escucho que él se ríe un poco.
—Miento si te digo que no me gustó eso —Confiesa con algo de picardía en su voz.
—Mientes —Bromeo.
—Realmente no —Y allí su voz cambió, hablaba serio con respecto a lo que diría— Sí me gustó y eso que nunca lo había hecho.
—¿De verdad? —Me sorprendía un poco la verdad.
—Sí.

Maxxy yo continuamos hablando un rato, me pidió que me cuidara y que no saliera sinMiguel, con lo que sucedió en el departamento y la serpiente pues pidió másprotección para mí y estando sola aún más, hablamos hasta que dijo que teníaque irse a dormir, prometió llegar dentro de dos días como máximo y realmentequiero que llegue ya, lo extraño ya que sí, no mentiré, estoy aferrada a él ydependo de él.

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¡¿Cómo están mis queridos lectores?!

¿Ven cuanto los amo?

Pues aquí tiene su actualización.

Veré si más tarde vuelvo a actualizar, ya veremos.
Lamento si algunos capitulos son cortos, es que cuando escribo en Word pienso que son más de 1600 palabras pero cuando copio y pego aquí me doy cuenta que apenas son 1400.

¡Pero bueno!

No sé ustedes pero yo prefiero al menos dos capitulos diarios así sea con 1400 palabras.

¡Espero les guste!
No olviden compartir con sus amigos el BookTrailer.

¡Los amo!

DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora