INEFABLE✔️

✮Desastre Parte 2

—Kadlin, estas niñerías no están bien.

—¿Miedo? Solo le aventaremos plumas y miel en la cabeza.

—Todo sea por otra cita con Mila.

Preparamos la mezcla nos adentramos a el set, nuevamente. Se que esto es realmente inmaduro y poco original pero estoy arta de ver los coqueteos entre Helana y Maximilian

Además de que ella no deja de usar la palabra "niñita" conmigo, queriendo que quede en vergüenza frente a los demás. Aún no comprendo cuál es el trabajo del actorcito aquí, si no va a modelar conmigo no se que puede hacer en este lugar.

Helena esta maquillandose en el espejo, camino hacia mi estilista y le pido que me peine mientras Andrew se sube al techo con la mezcla asquerosa lista. Me hace una señal y le deja caer todo el contenido del pote en la cabeza, la anciana comienza a gritar como loca, entre más trata de quitarse la miel y las plumas más se le adhiere al cuerpo

Suelto una carcajada mirándola, Maximilian le entrega una toalla y la ayuda a limpiar. Helena se aleja de él y se acerca a mi, grita y me culpa de lo sucedido

Hago mi cara más inocente convenciendo a todos de que no tuve nada que ver, por mas que quiera llevarme los créditos no puedo, de lo contrario mi trabajo estaría en riesgo.

Cuando la vieja se va, un asistente de cámara es el encargado de seguir tomándome las fotografías.

Pasan un par de horas y finalmente terminó, Maximilian trata de hablarme pero deducido evadirlo.

Corro a cambiarme tengo el tiempo justo para el almuerzo con Lucian Martinelli, después las grabaciones de la película.

Tomo una ducha luego de escapar nuevamente de Max, me encaminó a el restaurante Italiano más famoso de los Ángeles.

Este lugar es cinco estrellas, ha sido alagado por los críticos más famosos de la industria, la comida italiana es una cosa deliciosa, mi nana me preparaba cuando era pequeña y realmente era fiel amante de esta.

Lucian Martinelli está muy guapo y atento esperándome en la mesa. Me ofrece la silla y luego se sienta frente a mi.

—¿Qué tal tu trabajo? —Pregunta amable mientras el mesero nos sirve vino —Es una niña no puede beber.

—Lo lamento señor. Traeré jugo. —nos ofrece la carta y se marcha.

—Interesante, aunque quería hacerte una petición —bebe de su copa y me mira— no quiero trabajar con Helena Falls, no es cómodo para mi.

—Tu tutor fue quien la recomendó.

—No es mi tutor, no mas. Puedes por favor sacarla de mi campaña —hago pucheros y el ríe.

—Lo haré. Me recuerdas mucho a mí piccola, siempre me hace pucheros cuando quiere algo.

—¿Puedo preguntar sobre tu familia?

—Somos cuatro hermanos, lamentablemente uno falleció, mi mamá era Fiorella Martinelli, en Londres se hacía llamar la reina del mundo. Murió —mira su plato en silencio—Tengo siete sobrinos, cinco varones y dos mujeres. Los amo a todos pero, Luciana es mi adoración

—¿Luciana? —Sonrió. —Como tu, versión femenina

—Así es, es mi consentida, claro que ya está casada y organizando su vida, pero jamás dejará de ser mi piccola. —sonríe. —El esposo de mi piccola se llama Zev y tu chico se llama Seth, que coincidencia.

—No es mi chico, es un intento de amigo. Tu familia suena muy interesante, es tan perfecta y elegante como dicen.

—Ser un Martinelli más que una bendición puede llegar a ser maldición. —Niega