✮Capítulo 14

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Adicciones



El estreno de la película está en su mayor furor, mi familia, amigos y grupo de selectivo fanáticos están viendo la película por primera vez.

Seth y yo estamos tras bambalinas. Ambos de pie, mi pierna está elevada hacia arriba, hasta que termina apoyada en su hombro derecho. Suerte que mi vestido es largo pero con una abertura a un lado, y aun más suerte que practico natación y eso me da cierta flexibilidad.

En esta posición lo siento realmente dentro de mi. Su penetración es más profunda y la dificultad de mantener el equilibrio me tensa el cuerpo de manera sobrenatural. Sus manos me sujetan del culo y las mías le rodean la cintura, no deja de besar mis tobillos mientras continúa con cada movimiento, cada embestida de su parte me hace soltar un jadeo fuerte que me desgarra la garganta

La pared está a metros de nosotros y lo único que me sostiene es su increíble cuerpo. Me da un azote en el culo, el ardor de mi piel se mezcla con el placer, echo la espalda hacia atrás, disfrutando de los besos húmedos en mi cuello que acompañan las penetraciónes

—¡Joder! Me prendes con ese vestido.

Baja mi pierna y me da la vuelta haciendo que apoye mis manos sobre la pared. Baja el cierre de mi vestido y este cae al suelo dejándome solo con bragas para él, las cuales no duda en quitarme.

—Si te gusta porque lo quitas.

—La tela me estorba.

Habla en mi oído, se pega a mi por atrás y me embiste nuevamente de golpe, su profundidad me hace ver el cielo, haciendo que mi excitacion esté en su punto más alto.

—Y me enloquece verte completamente desnuda solo para mí.

Muerde mi hombro y echo la espalda hacia atrás en busca de sus labios, me gusta que me hable sucio, me prende, me enloquece.

—Estas pequeñas bragas serán mías ahora.

—Como quieras, así podrás invadirme sin el estorbo de la pequeña lenceria de encaje.

Muerde mi labio con fuerza y continua metiendo y sacando su falo de mi, Dios mio, cada que se mueve en mi solo provoca que mi sexo chorree por mi.

—¿Por qué ese cliché de...tener  bragas de las mujeres con las que duermes?

Niega, lleva su mano a mi cuello y la otra la baja a mis senos que estruja con fuerza. Me pega a él y continúa embistiendome.

—No, yo no tomo cualquier lenceria, solo las tuyas, mi Adhara.

—¿Por qué las mías? —jadeo.

—Pará sentirte, y tener tu aroma cuando no estas.

Se mueve aún más hasta que los espasmos nos alcanzan, me da un último embate que logra llevarme al clímax.

Respiro hondo, recargo mi cabeza en la pared y minutos después siento como sube mi vestido y me acomoda a la perfección. La idea de andar por ahí sin bragas me gusta, me da una sensación en el pecho de adrenalina.

Sube el cierre de mi vestido y deja dos besos en mis hombros, arreglo mi cabello y me aplico maquillaje.

—Se canso tan rápido señorita Banks. No aguanta nada.

Sonríe arreglando su ropa, me toma de la cintura con firmeza. Esto es lo que más me gusta de él, la manera en que me toma y me muestra cuanto le gusto.

—En menos de tres horas me hemos follado tres veces. Olvida señor Ainsworth que estamos a una tela negra de distancia, de miles de personas.

—¿Y? No te calienta. Saber que miles alla afuera no gozan del privilegio de nosotros —muerde mi cuello— Mi privilegio de probar y poseer una estrella como tu.

INEFABLE✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora