ʟᴏᴠᴇ ʙʏ ᴄᴏɴᴛʀᴀᴄᴛ

𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎 𝐈

Louis Tomlinson, un joven inglés de 25 años se encuentra en la cima del mundo.
Tenía un buen empleo el cual amaba, amigos y familia que lo querían y estimaban mucho, un bonito departamento en el centro de Los Angeles y por supuesto amor.
Louis llevaba saliendo casi cinco años con un chico que había conocido en la universidad, al igual que él ambos eran de Inglaterra.
Al momento de conocerse fue como amor a primera vista.
Louis había tenido a los largo de sus veinte años de vida demasiadas relaciones fallidas.
Creía haber encontrado al amor de su vida - y probablemente lo era -

Louis había organizado una velada romántica en uno de los restantes más lujosos de la ciudad.
Quería que saliera todo perfecto, porque si, el castaño le pediría matrimonio a su novio.
Quería pasar el resto de su vida con él, tal vez regresar de nuevo a Inglaterra y formar una familia.
Louis tenía demasiado claro lo que quería en el futuro con su chico.

Así que recogió a Sam de su trabajo, le vendó los ojos para que no supiera a dónde se dirigían.

- ¿Qué es todo esto? - sonrió su novio.

- Es una cena, cariño.

Ambos estaban en el restaurante, habían entrado y estaban en su respectiva mesa.

- ¿Qué estamos celebrando, Loubear?

- Nada en especial o tal vez si.

La cena transcurrió normal, entre risas, besos y toqueteos por parte de ambos.
Louis era un manojo de nervios, esperaba que todo saliera bien.

- Cariño, hemos estado juntos casi cinco años. Años en los cuales los he pasado de maravilla contigo, porque tú eres mi motivo de seguir adelante. Te amo como no tienes idea, en serio lo hago. Desde el momento en el que te conocí quedé asombrado por ti, me parecías te muy guapo, hasta la fecha lo sigues siendo. - rió Louis y continúo. - En cuanto te vi, sentí cosas que nunca pensaría que sentiría. Fue amor a primera vista y sé que tú sientes lo mismo que yo. Y me encantaría pasar el resto de mi vida junto a ti. Sé que a veces puedo llegar a ser como un grano en el culo y puedo ser molesto pero me encantaría estar contigo siempre.

Louis se levantó del asiento para arrodillarse.
Todo el restaurante estaba atento a sus movimientos.

- Así que Samuel Thomas Fender ¿Aceptarías casarte con este tonto? - Louis veía con demasiado amor a su futuro prometido.

El restaurante completo soltó unos "awww" siempre es tierno ver como dos personas que se aman pasarán el resto de sus días juntos.

- No. - murmuró Sam mordiéndose la lengua.

- ¿Qué?. - Louis parpadeó varias veces pensando que lo escuchó fue obra de sus nervios.

- No quiero casarme contigo.

- ¿Q-qué? ¿P-por qué no?

- Louis, sabes lo que pienso del matrimonio. No queo o estar unido a ti para siempre. ¿Qué tal y pasa algo entre nosotros? ¿Cómo que nos divorciamos?

- Eso jamás pasará porque te amo demasiado. - tomó su mano para convencerlo pero el chico rápidamente la apartó.

- Tengo tantos sueños, metas y anhelos que quiero cumplir y sé que si me caso contigo no lo podré hacer. Quiero viajar, conocer lugares y personas. Quiero hacer tantas cosas. Tú solo serías un estorbo.

El corazón de Louis se estrujó.
¿Louis era un estorbo en la vida de su novio?

- Po-podríamos hacerlo juntos.

- No, Louis. Tenemos conceptos diferentes de la vida. Tú quieres casarte y formar una familia y yo quiero viajar por todo el mundo. Así que no acepto casarme contigo. No quiero estar aferrado a ti.

- S-Sam.

El corazón de Louis había sido arrancando de su pecho y pisoteado.
Louis tenía los ojos cristalinos, en cualquier momento se rompería en llanto.
Los comensales veían con demasiada lástima a Louis.
No era la primera vez que rechazaban una propuesta de matrimonio.

- Mañana pasaré por mis cosas a nuestro, quiero decir, a tu departamento.

Y sin más salió del restaurante.

Los clientes miraban expectantes a Louis.
El se quedó en la misma posición por varios minutos.
Hasta que alguien fue a preguntarle si estaba bien.

- ¿Parece que lo estoy?

A este punto Louis había comenzado a llorar.
Con toda la vergüenza del mundo salió del restaurante y se dirigió al departamento de su mejor amigo.

- LouLou, no es de tu culpa. Él aún no estaba preparado.

Zayn se encontraba frotando su espalda en modo de reconfortarlo.
El ojiazul no había dejado de llorar, se encontraba acostado en las piernas de Zayn mientras se lamentaba una y otra vez.

Su cara estaba demasiada roja e hinchada.
No paraba de moquear.
Sus preciosos ojos zafiro estaban demasiado rojos. Sin duda a la mañana siguiente estarían hinchados.

- N-no debí hacer eso, Zayn. Ahora es-estaríamos acostados viendo Friends. - hipó.

- Sam es un idiota. ¿Cómo puedes ser un estorbo en la vida de él?

El moreno estaba demasiado enojado, quería golpear al ex novio de su mejor amigo por haberlo llamado estorbo.
¿Quién no estaría enojado si te llamaran estorbo?

- No le digas idiota, lo amo.

- Lo siento, Lou.

El castaño lloró hasta quedarse dormido.

A la mañana siguiente avisó a su familia de que el compromiso con Sam fue un total fracaso.
Phobe y Daisy odiaban a Sam desde el primer día que lo conocieron.
Por alguna extraña razón no les caía bien.
Johanna estaba triste, Sam era como su otro hijo.

Louis pasó meses sin salir, perdió su trabajo, los amigos que había hecho gracias a Sam y no tenía comunicación con su ex.
Sam lo había bloqueado de todas las redes sociales.

Dos años después, el ojiazul se había transformado en un gruñón amargado sin amigos.
El único amigo que tenía en la ciudad era Zayn.
Trabajaba en un lugar que odiaba, odiaba su trabajo.

Su vida era una mierda desde ese día.

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Hola, hola.
Muchas gracias por leer mi fic.
Es la primera vez escribiendo una.
Así que nada, gracias por leerla.

Lots of love.