Una pelea eso es lo que necesitaba, la sangre bombeaba en mis venas, sabía que necesitaba la adrenalina, necesita el golpe furioso de la sangre, necesitaba desesperadamente el sentirme negro, que todo se nublara y el sentimiento de carne golpeando carne hasta que mis nudillos se abrieran, lo necesitaba con la misma intensidad que necesitaba mi próximo respiro.
No podía mantenerme tranquilo, era como si pudiera sentir lo negro más fuerte e incontrolable.
Tomo aliento empujando tanto oxigeno como puedo a mis pulmones, la música explotaba en mis oídos con fuerza que privándome de cualquier cosa que no fuera mi deseo de subir al improvisado cuadrilátero, una pelea más, solo eso era lo que necesitaba, una pelea más antes de irme.
Sin tener que abrir los ojos se que Nick no quiere que haga esto que es una mala idea, pero no era su elección, no era la elección de nadie mas que la mía, esta siempre era mi elección. Lo que pasara sobre ese cuadrilátero era mi elección, solo yo controlaba que tan herido saldría, nadie más.
Cerré los ojos y el recuerdo me golpeo con fuerza.
Estábamos en este mismo vestidor hace muchos meses, no dejaba de verla ir y venir por lo que supe que no quería estar aquí, la mirada segura en su rostro había desaparecido, todo era por ese hombre que intento acercarse a ella pero eso no volvería a pasar, me encargaría de que nadie más que yo la tocara, se llamara reina de corazones, Jen o como fuera, ella era absolutamente mía para cuidarla y protegerla.
Estaba cubierto de sudor y jadeante por el calentamiento tome una respiración profunda y tome su mano tirando de ella hacia a mí, Nick y Ann estaban fuera esperando que me llamaran. Por lo que nadie más entraría.
—Jen...
Negó con la cabeza, —No quiero que hagas esto, no te quiero aquí Adam yo no quiero volver a aquí.
Sonreí y bese su frente— estaré bien, todo estará bien, te lo prometo.
Se aparto un poco pero no por completo. —Adam... esto se tiene que acabar, no voy a volver a venir aquí. No tienes porque hacer esto, Daniel's.
Por el brillo en sus ojos y la forma ligera en que su voz temblaba estaba hablando completamente enserio y lo entendía, tampoco quería que ella volviera a estar aquí.
—Esta es la última vez nena, lo juro.
— ¿Nunca más?
Negué con la cabeza deslizando mi mano libre hasta su cintura atrayéndola hacia a mí. —Nunca más.
Reprimí una sonrisa e hice que mis labios encontraran los suyos, lentamente me dio acceso y fácilmente podía sentirme el vencedor de esta pelea solo por haber besado a mi chica, la estreche fuerte entre mis brazos y ella deslizo sus brazos por mi cuello.
—Tenemos que parar— dijo con una sonrisa sobre mis labios.
Negué con la cabeza y la volví a besar rozando suavemente sus labios con los míos. —Detenme. Te reto.
Volvió a unir su boca a la mía de esa forma que ponía mi cabeza a volar y me acelera el corazón, es como si mi cabeza comenzara a dar vueltas sin parar y no me importara mínimamente otra cosa que no sea ella.
Alguien me palmea el hombro sacándome de mi cabeza y suelto un suspiro pesado al sentir el dolor recorrerme el pecho como si fuera un incendio que nunca va a extinguirse.
— ¡Daniel's!— escucho la llamada y reboto en mi lugar por un segundo antes de salir.
Cuando por fin llego al ring se que estoy negro, es como si esta noche emanara de mi en hondas imparables, como si me costara respirar por la aspereza del momento.
Siento la rabia de cada contrincante comunicarse con la mía, como el aire se vuelve denso con cada momento, como con el pasar de los segundos mi cuerpo me pidiera que golpeara más fuerte, que fuera más rápido, solo que quería sentir el golpear y como mi brazo se tensa al conseguir su objetivo.
Mi respiración no era más que un suspiro superficial por lo que Nick trato de mantenerme enfocado pero no podía, no quería enfocarme, es como si solo quisiera liberarme de mi dolor causando más dolor. Peleo con todas mis fuerzas, pero en algún punto las caras empiezan a confundirse unas con otras y ya no queda nada mas, es como si estuviera consumido y es entonces cuando todo se vuelve negro.
El vacio me ahoga y la sangre golpea mis oídos con fuerza privándome de mi sentido, voy a oscuras completamente.
En algunos momentos no puedo respirar pero eso cambia en instantes y vuelvo en mi por momentos, siento mis brazos moverse pero es como si no pudiera mantenerme en contacto con mi cuerpo, solo actuó por instinto resistiéndome a la necesidad de caer completamente en el olvido y el vació, mi pecho quema y siento un agudo dolor en mi costado.
He luchado toda mi vida contra esto. He luchado por mantener el control de mi cuerpo y mi cabeza, he luchado para mantener mi salud y para complacer a mi familia, he luchado por el simple hecho de disfrutar del poder luchar. Pero ahora solo siento que todo el cuerpo me quema, las voces se hacen cada vez más distantes y todo queda sumido en un profundo silencio.
(***)
Despierto en mi cama la mañana siguiente, mi cabeza palpita con ferocidad y los recuerdos me abruman, recuerdo lo negro cubriéndome la pelea, a Nick interponiéndose entre un sujeto y yo para todo volverse negro y distante. Recuerdo a Nick empujándome en el auto y luego estar encerrado en el gimnasio, luego estar en el departamento y luego nada.
La cabeza me palpitaba como si fuera a explotar en cualquier momento, la respiración me pesa en el pecho y es como si hubiera estado conteniendo la respiración por años, me pongo de pie y un fuerte mareo me golpea haciendo que me volviera a sentar en la cama sosteniéndome la cabeza que era como si mágicamente pesara unos diez kilos más de lo usual y unas terribles ganas de vomitar.
Conocía los síntomas, me sentía lento y con nauseas, la cabeza me dolía y estaba pasando los efectos de las drogas. Mi boca se sentía como lija pero el ponerme de pie suponía un esfuerzo demasiado grande como para que valiera la pena intentarlo por lo que solo me gire sobre el estomago y me deje llevar nuevamente por el sueño.
Entre y Sali de la conciencia durante horas, pero aun seguía sin el menor interés de querer salir de la cama. Nick entro al cuarto y trato de hablar conmigo sin embargo no tenia las fuerzas suficientes como para responder ahora, es como si cada acción que mi cuerpo hiciera representara un dolor físico.
Los mareos y el agotamiento no se detuvieron hasta que el sol comenzó a ocultarse. Me arrastre a duras penas hasta el baño y entre a la ducha aun vestido girando la llave y el agua helada mi cubrió, me senté en el suelo de baldosas y deje hacer la cabeza al frente. No fui consciente de la cantidad de tiempo que pase bajo el agua helada pero mis manos estaban completamente arrugadas y mi cuerpo temblaba sin parar, me puse de pie deshaciéndome de la ropa empapada envolviéndome en una toalla antes de salir.
Nick estaba en mi cama con expresión preocupada mirando a la nada, entre en el vestidor poniéndome unos pantalones de chándal y una camiseta pasándome con fuerza la toalla por el cabello.
—Peleas mañana— fue lo que dijo en el momento que me disponía a salir de la habitación.
Negué con la cabeza.
—Ayer fue la última vez.
—No, por no mantener tu puta boca cerrada peleas mañana, hiciste un acuerdo con Ditrix, peleas mañana a las nueve.
Salide la habitación hecho una furia azotando todas las puertas hasta llegar a midespacho en donde me encerré y mire la foto de Jen por horas antes de caerprofundamente dormido sobre elescritorio.
estas comenzando a cansarte Daniel's
ESTÁS LEYENDO
Adam: Solo por ti
RomanceEn esta entrega Adam nos cuento como sucedió todo, desde el segundo en que sus ojos se cruzaron por primera vez. Adam siempre tuvo todo lo que quiso, o así lo creyó hasta que conoce a una pelirroja extrovertida y obstinada que se metió bajo su pie...