— ¿Q-que haces?— mientras más forcejeo con el mas aplasta su pecho contra el mío, estamos tan cerca que puedo sentir su respiración contra la mía.
—Haciendo que te quedes, nena.
Su boca encuentra la mía y no tengo la fuerza necesaria para apartarme, me aferro a él como quien se aferra a la vida porque después de todo estoy realmente cansada de correr a todas partes.
Lo bese tanto como lo había necesitado, con mis manos aferradas a su cuello impidiendo que se apartara, sus manos deslizándose bajo la camiseta que se adhería a mi cuerpo como una segunda piel se sentía tan bien, sus labios deslizándose por mi cuello cortándome la respiración cuando arrastro sus diente en el punto donde mi pulso latía con fuerza, jadee dándole más espacio, mi espalda contra los azulejos y sus manos rosando el borde inferior de mis pechos que parecen pesar un tonelada.
Su boca vuelve a conectar con la mía en el instante en que tira de las copas del sujetador hacia abajo y jadeo en su boca, se siente bien, tan bien que apenas puedo respirar su lengua delinea mi labio inferior con esa acción que me hacia querer dar saltos de alegría. Desliza su pulgar por mi pezón haciendo que mi vientre bajo se apreté con necesidad, sus manos deslizándose por mi cuerpo era algo demasiado bueno, pero necesitaba tocarlo, necesitaba sentir su piel.
Lentamente me deslizo por su cuerpo hasta que mis pies tocan el suelo y sus ojos conectan con los míos, están oscuros, completamente negros y tienen ese brillo en su cara que los hacen parecer mucho más profundos. Se lo que está haciendo, me está dando una oportunidad que me retire pero no pienso ir a ninguna otra parte, el es exactamente lo que quiero.
Tomo el dobladillo de su camiseta para sacarla de mi camino. Sujeta mi barbilla besándome lenta y dulcemente lo cual me trastorna y me tranquiliza al mismo tiempo al punto que ya no me interesa tampoco estar completamente vestida y chorreando agua en la ducha de Adam y mucho menos me interesa nada de lo que pase fuera de este departamento. Envuelvo mis brazos en su cuello uno de sus brazos se desliza por mi espalda manteniéndome en mi lugar, mis dedos viajan todo el camino desde sus hombros hasta sus abdominales trazándolos gime en mi boca estrechándome más fuerte contra él volviendo el beso más exigente, mas provocativo y su lengua invade mi boca explorando todo a su paso.
En un rápido movimiento me saca la camisa por la cabeza y me gira por lo que quedo de espaldas a él con las manos apoyadas a la pared, sus manos recorren la línea de mi columna causando que me estremeciera, su lengua se desliza desde mi nunca hasta el ovulo de mi oreja haciéndome removerme en mi lugar, no para de besarme y chuparme el cuello, yo gimo y siento su fuerte erección contra mi trasero haciéndome jadear.
Desabrocha mi sujetador y al instante los cubre con sus manos girando los pezones duros con sus pulgares froto mi trasero contra su erección y el jadea contra mi cuello, una de sus manos abandona su trabajo deslizándola por mi vientre quiero detenerlo para que no note el pequeño bulto que he ganado las ultimas semanas de comida chatarra y helado, sin embargo no lo hago con la habilidad de un maestro desabrocha mis pantalones deslizando sus dedos por la endeble tela de mis bragas.
Con cuidado baja la tela por mis piernas poniendo especial atención en mi trasero acariciándolo con mucho cuidado. Aparto el sujetador para mirarlo y siento como su mirada quema cada centímetro de mi piel, sus ojos brillan como el ónix, su mirada es tan candente y sensual que hace que las piernas me fallen. Sin pensarlo dos veces me atrae hasta su cuerpo besándome con codicia, deslice mis brazos por sus hombros el estar piel contra piel era algo inigualable demasiado bueno para ser real.
ESTÁS LEYENDO
Adam: Solo por ti
RomanceEn esta entrega Adam nos cuento como sucedió todo, desde el segundo en que sus ojos se cruzaron por primera vez. Adam siempre tuvo todo lo que quiso, o así lo creyó hasta que conoce a una pelirroja extrovertida y obstinada que se metió bajo su pie...