capitulo 27: Las pesadillas

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Podía sentir la mirada del abuelo atravesarme la frente mientras yo no hacia mas que mirar mi vaso a medio beber, había comenzado a desarrollar una aberración a los últimos tragos casi mortal, el licor solo me hacia recordar a Jen con mas fuerza y hoy no estaba del suficiente humor como para dejarme llevar por ese camino, al menos no frente a mi abuelo y mucho menos ahora que me miraba como cuando rompí una de sus pipas de colección.  

—Solo por dinero— fue lo único que dijo en un largo rato. —Perdiste a la chica por dinero. 

asentí una vez, era una forma terriblemente sencilla y nada precisa de plantear la situación, aunque podía sentir su mirada acusadora clavándose en mi cabeza.

—En mis sesenta y cinco años nunca había escuchado nada mas ridículo. —Lo mire apretando el vaso en mi mano, eso me costaba mucho trabajo de creer, sobre todo del hombre que saboteó la construcción de la empresa de su hijo, dos veces.

Arquee la ceja y el me frunció el ceño

— ¿En serio?

—Los problemas con tu padre son una situación completamente diferente— se aclaró la garganta soltando los puños de su camisa— El nunca dejo que un no lo detuviera.

Nos quedamos en silencio evaluando nos el uno al otro, sabía perfectamente que era el causante de todo este desastre y que el abuelo haya viajado a las fueras de la ciudad solo para recordarmelo solo hacia que quisiera salir de la habitación.

—¿Solo la dejaste ir?— volvió a preguntar. —¿Así? ¿salvo tu trasero de ir a prisión incluso morir incinerado y luego solo te fuiste?  

Asentí con la cabeza, —Es lo que ella quería y no voy a obligarla a hacer nada.

—Por lo que he escuchado la obligaste a empezar a salir contigo, a que se fuera de vacaciones y por unos momentos a vivir contigo— dijo como si fuera obvio lo esta cuestionando pero yo seguía sin entender el punto. —Adam, si con este tipo no han avanzado nada, pues necesita una palmadita para que entienda que te extraña tanto como tu a ella. 

—Creo que no lo has entendido, no quiere volverme a ver. 

— ¿sabes cuantas veces a amenazado tu abuela con dejarme?

Mis ojos se abrieron como platos. No podría imaginarme a mis abuelos separados ellos eran el complemento del otro.

—treinta y ocho, solo en lo que va del mes. —Comento con una gran sonrisa, como si estuviera orgulloso de lo que acaba de decir. —Pero la amo tanto que voy a hacer lo que sea en el mundo para que entienda que así ella me dejé, yo jamas voy a dejarla. 

Deje el trago sobre la mesa, y lo mire fijamente. 

— ¿Que? 

sonrió y se puso de pie acercándose hasta donde estaba sentado y palpeo mi hombro. 

—Es simple hijo, un Daniel's jamas se rinde y menos cuando encontramos a nuestra unica. 

(***)

El frió era tan intenso me castañeaban los dientes y la lluvia se sentía como si trozos de hielo afilados golpearan mi piel no podía respirar y aun lograba escuchar los gritos de mamá veía la sangre y los gritos había muchos gritos, quería a arrom quería al abuelo las manos me quemaban y mi pecho ardía, el olor a sangre y esos hombres. 

Mami no se movía, mami no se movía.  

Solo veía al techo y decía cosas que no entendía, quería tocarla pero cada vez que me acercaba ellos hacían que doliera, no quiero que duela mas. No podía respirar, el trapo en mi boca me hacia querer vomitar solo con olerlo y sabia diez veces peor, sin poderlo evitar vomite y todo regreso a mi boca, estaba llorando lo sabia porque mis lagrimas hacían que mi piel quemara. 

Adam: Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora