La Decision de Barty Crouch

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     Harry y yo nos dirigimos y una enorme sala cerca del gran comedor donde se encontraban Delacour, Krum y Diggory sorprendidos de vernos junto a ellos.
A lo lejos se escucharon los gritos de Crouch, Dumbledore, McGonagall, Maxime y Karkarov encaminándose hacia nosotros. Harry y yo nos repetíamos constantemente como había sido posible.
El profesor Dumbledore bajo las escaleras como el famoso personaje de comics ‘’Flash’’. 

- Harry, tu pusiste tu nombre en el caliz? – Pregunto Dumbledore exaltado.
- No, señor. – Respondió Harry con cierto temor
- Le pediste a algún estudiante que lo hiciera?
- No, señor.
- Estas seguro?
- Si, si señor.
- Y tu que tienes que decir al respecto, Schmidt? – Pregunto Crouch con un tono preocupado.

No respondí nada, por que en realidad no tenia ni media idea de que decir. Harry solo me miraba preocupado. 

‘’Patrañas de Hogwarts!’’ Grito Igor Karkarov, director de Dumstrang y señor más fornido que he visto.

- ¡El caliz no puede ser hechizado, no pudieron ser patrañas de Hogwarts aunque nosotros quisiéramos! – Exclamo McGonagall.
- ¡Tal vez si solo hubiera sido Potter esto hubiera sido comprensible pero también Schmidt! ¡Esto tiene que tener una explicación! – Exclamo aun más Madame Maxime.
- Que debemos hacer, Crouch? – Pregunto el profesor Dumbledore con más tranquilidad.
- El cáliz ha hablado. Ahora se unirán dos competidores más a la competencia. Bienvenidos señor Potter y señorita Schmidt. – Dijo Barty Crouch retirándose con cierto temor.
- Pueden partir a sus casas, Señores y señoritas. – Dijo Dumbledore retirándose igualmente seguido por McGonagall y todos sus acompañantes.
- _____, que ha pasado? Porque ahora son parte de la torneo? – Pregunto Diggory acercándose a mi preocupadamente.
- En realidad, ni yo lo se... Harry acaso tu sabes algo de esto? – Pregunte a Harry pronunciando las primeras palabras desde que le grite a la diabólica serpiente de Slytherin.

Harry negó con la cabeza.

- Bueno, es hora de dormir. Los campeones necesitan descansar, además necesitamos planear estrategias, ya saben las chicas de Beauxbatons somos determinadas en lo que hacemos y no nos importa quien este al frente de nosotras. – Dijo con su estu*pido acento francés caminando como si fuera una supermodelo.
- Y también son oxigenas y con poco cerebro. – Dije de mala manera a lo que ella solo me vio con mirada matadora y se fue a su respectivo lugar.
- Yo me tengo que retirar, buenas noches y es un honor competir junto a todos ustedes. – Dijo amablemente Viktor Krum no como su contrincante francesa oxigenada, Fleur Delacour.
- Nosotros también nos vamos. Necesito hablar con ______, espero y descansen. – Despidio Harry de Diggory mientras me llevaba con el.

Nos dirigimos casi corriendo a la torre de Gryffindor.
Harry subió rápido las escaleras mientras me jalaba de la mano. Ante la señora pasada de peso del retrato Harry sito unas palabras, ‘’Fortuna Major’’. Dicho esto la el retrato nos dejo pasar.
Nos dirigimos a la sala común de Gryffindor y nos aseguramos que no hubiera nadie.

- Bueno, ahora si… PUEDES DECIRME QUE RAYOS PASO? – Casi gritando dijo Harry preocupado.
- Crees que si supiera no se lo hubiera dicho a Dumbledore además de por si me sorprendió que el cáliz sacara tu nombre como crees que estaba cuando este dijo mi nombre. – Dije con ironía.
-Cierto, pero ahora que haremos? – Pregunto nuevamente Harry con la misma preocupación.- Escuchaste a Dumbledore la vez que hablaba del torneo? ¡Gente ha muerto en aquellos eventos! Además todos haya son mayores de 17 años y yo tengo 14 y tu 13!
- Harry! Soy mayor que tu! Cumplo años en abril! Además ese no es el punto! El punto es que debemos entrenarnos para el torneo o si no nos asesinaran.
- Además de que más de medio Hogwarts no odia ahora.
- Dilo por ti, a mi me odiaban antes de esta cosa del torneo. 
- Estoy muy cansado creo que iré a dormir. Tú deberías hacer lo mismo, mañana seguiremos hablando. – 
Dijo mientras me daba un beso en la frente como si fuera su pequeña hermana.

Solo procedí a decir ‘’Espero que descanses’’ y me dirigí a mi habitación. Hermione se encontraba leyendo un libro con su varita, se aterro cuando entre como si no quiera que nadie viera lo que leía.
Me comenzó a preguntar que había pasado sobre el torne, le conté todo lo que paso pero ella seguí dudosa de creerme. Al igual que yo, Hermione estaba muy cansada, se acostó a dormir sin antes decirme que alguien había dejado algo encima de mi cama.
Me acerque a mi cama y vi la caja que me había mandado Remus, revise toda la caja (según yo) para saber que no me faltaba nada y en efectivo así era.
Antes de dormir pensé en escribir una carta a Remus.


Querido Lunatico:

Gracias por preocuparte por mí aunque no deberías, este lugar es asombroso. Efectivamente me asignaron a Gryffindor pero estuve a punto de ir con las serpientes de Slytherin. Me han dicho varias cosas extrañas aquel sombrero parlante algo sobre la heredera de Slytherin. Todo es tan extraño pero espera! No te he dicho lo mejor (nótese que uso sarcasmo) he quedado elegida para el torneo de los 3… mejor dicho el torneo de los 5 magos. Lo se suena extraño, pero necesito verte para explicarte todo bien.

Con mucho amor,
La hija menor de Lucette Schmidt y el desconocido.


P.S: Muchas gracias por darme sus pertenencias, eres el mejor. Me diste el mejor regalo.


Termine de escribir, me puse mi pijama. 
Mire hacia la puerta oscura que estaba completamente oscura sin antes ver que había una pequeña nota sobre la caja que me había mandado Remus Lupin.
Me levante y me hinque sobre mis rodillas a un lado de la caja sorprendida por aquella nota.

‘’Me debes una Schmidt, gracias a ti le bajaron 5 puntos a mi casa, pero debo admitir que fue… linda esa plática contigo. Me gustaría verte el viernes, por la noche. ¿Aceptas?
D.M’’

Debo admitir que mi cuerpo se estremeció al leer aquella nota.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora