La Oscura Bruja de Gryffindor

El fin de lo que no note que comenzó.

-¡JACOB REGRESA! – Grite tras él pero me topé con alguien. Alguien que en este momento no era bueno verlo. – Draco.
- Ah, hola Schmidt. – Dijo el sin siquiera fijar su mirada en mí.
- ¡Hey! ¿Qué ocurre? – Pregunte preocupada.
- ¿Por qué mejor no se lo preguntas a tu amigo, la sangre sucia de Bugg? – Dijo muy desganado.
- ¿Qué tiene que ver Jake en todo esto?
- Olvídalo.
- Malfoy, no te hagas del rogar. 
- ¿Sabes qué? Si quieres saber, está bien. – Dijo molesto. – Realmente me gustabas, Schmidt y pensé que yo a ti cuando nos besam… bueno, ese semi-beso que nos dimos, pensé que algo podría pasar entre nosotros, pero… ¡QUE SORPRESA! Al siguiente día estabas muy cariñosa con la sangre sucia.



Flashblack


Draco's POV


Estaba realmente cansado, ayer me había quedado hasta tarde con Zabini haciendo la tonta tarea de Transformaciones y para colmar todo Pansy no me dejaba de molestar junto a Astoria, toda la mañana pegadas a mí como moscas pero lo que me daba ánimos era ver el rostro de ______.
Entonces, la vi.
Estaba caminado por los pasillos mirando el suelo, algo perdida. Se veía algo fastidiada.
Iba a ir a hablar con ella sin importar que me dijeran pero entonces paso la est*pida águila de Bugg.

- ¿Quién soy? – Pregunto divertido él mientras cubría los ojos de ella. ¿Por qué siempre tenía que estar con ella?
- Si supiera ya te hubiera dicho. – Dijo ella sarcástica.
- Te hace falta un poco de diversión, Schmidt. – Entonces Bugg le destapo los ojos a _____. Entonces ella al verlo puso los ojos como plato y de repente salto a abrazarlo como si fueran… ¿pareja? No, claro que no.

Ellos comenzaron a platicar, el águila tomaba su brazo para ver sus heridas mientras ella sonreía tontamente.
Me acerque discretamente para escuchar un poco más su conversación.

- Historia de la magia. – Dijo Bugg con su sonrisa estúpida.
- ¡Arg! Voy a Defensa Contra las Artes Oscuras, yo que quería platicar un rato contigo. – Dijo algo triste _____. ¿Por qué ella quería estar con Bugg? 

Sé que parezco un completo maniaco celoso pero… ¿Por qué ella quería estar junto a Bugg?
Escuche que se despedían y me apresure a llegar a la tonta clase.
Mi única motivación del día se ha esfumado.


Fin Flashback.


______'s POV


- Yo no tengo nada con Jake. – Dije asegurando.
- Bueno eso no es lo que parecía. 
- ¿Y a quien vas a creerle, a mi o a lo que creíste ver? – Pregunte ya enojada.
- Ya ves lo que dicen, una acción vale más que mil palabras.
- ¿Y vas a desconfiar de mis palabras? Te creí diferente, Malfoy.
- Yo también creí que muchas cosas eran diferentes, pero ahora veo que todo esto fue un pasatiempo para ti. 
- ¿Cuál pasatiempo, Malfoy? Ser una persona que me insulta a mí y a mis amigos después hablando conmigo como una persona que me quiere y entonces enviándome rosas para después volver a ser un asco de persona. – Grite enfurecida. – No, Malfoy. Tú no fuiste un pasatiempo, tú fuiste una persona muy especial para mí, te llegue a querer pero cuando estabas con tus amigos o tus pretendientes te comportabas como una basura y conmigo no vas a hacer eso. Conmigo vas a ser la misma persona que llame a Hermione o a Jake ''Sangre sucia'' a la que me pedí que no lo dejara cuando estaba a punto de morir.

El solo se quedó callado.

- A mí no me busques pelea, Malfoy. Puedo ser más peligrosa que Voldermort. – Dije con rencor.
Entonces, cuando apenas me di cuenta, el me tomo de mi cintura y me atrajo a él.
El presionaba sus labios contra los míos tratando de hacer que lo besara pero lo único que logro fue conseguir que lo apartara bruscamente y que le diera una cachetada.

- Lo siento, lo necesitaba. – Dijo el sin mirarme.
- Malfoy, mírame. – El no realizó ninguna acción, solo siguió igual que antes. – ¿Vas a ser tan cobarde para ni siquiera mirarme?

Entonces el mostro sus ojos grises fríamente ante mí.

- Todos nosotros necesitamos algo en el mundo, pero lo que tú quieres conseguir no se obtiene con magia, se logra con respeto y cariño, algo que a ti realmente te falta demostrar. – Dije realmente decepcionada y retirándome de aquel lugar.

Estaba destrozada. Primero Jake se sentía culpable de haberme causado heridas físicas y ahora Drac… Malfoy me trata como si fuera… ¡Parkinson!
Solo sentía un gran estrés y tristeza sobre mí.
Salí corriendo de Hogwarts y ¿Qué hice? 
Me hice lobo.
Con mis cuatro patas y mi cuerpo peludo de color oscuro salí corriendo con la ventaja de la velocidad que poseía, tratando de dejar mis problemas atrás.

…

Estábamos a finales de marzo, a punto de comenzar abril.
La primavera llego pero mejoras con ella no trajo.
Por 39 días he intentado hablar con Jake pero el solo me decía que estaba ocupado o que tenía cosas que hacer, el ya no quiere acercarse a mí por qué cree que es un peligro para mí lo cual me entristecía y ¿Con Malfoy?
Bueno, él había intentado hablar conmigo pero ahora con la decepción que tengo sobre él, no podía ni mirar su rostro.
La última prueba iba a ser en mayo, y Harry no ha podido saber que tiene que ver el asesinato de Barty Crouch con mi familia.
Lo único bueno de esto es que me había concentrado excepcionalmente en mis estudios mágicos.
Ignorado todos mis problemas personales, el día era hermoso.
Por suerte ya habían terminado las clases de este día.
Había salido del comedor, quede en verme en unas horas con mi trio de oro en la cabaña de Hagrid.
Cuando iba caminado vi a Bell con una señora… un poco seria, muy culta y con vestimenta negra, cabellera clara y oscura.
Siento que la he visto antes pero no recuerdo donde.
Preferí seguir camino pero mi querida amiga Bell interfirió en mis planes.

- ¡Hey, ____! ¿Puedes venir un momento? – Grito Bell. ¿Cómo si no fuera poco que todo Hogwarts escuchara?

Trate de poner la mejor cara que pude y camine hacía Bell y aquella señora.

- ¿Qué ocurre, Bell? – Pregunte con mi mejor voz.
- Bueno, solo te quería presentar a alguien. – Dijo Bell con la sonrisa más grande del mundo. – Tía, ella es _____ Schmidt.
- Mucho gusto, señora… - Dije sin saber su nombre.
- Malfoy, Narcissa Malfoy. – Dijo ella hablando por primera vez. ¿¡MAFLOY!? ¿¡LA MADRE DE DRACO MALFOY!? ¡ARG! Este día no se puede poner peor.
- Un gusto, señora Malfoy. – Dije sin tratar de parecer sorprendida.
- ____, lo que te iba a decir. – Dijo Bell rápido. – Tengo que ir a hablar con la profesora McGonagall pero no quiero dejar sola a mi tía, ¿Podrías ayudarla a buscar a Draco?

''¡NO! ¡ROTUNDAMENTE NO! AUNQUE ME HAGAN UN IMPERIO… ¡NO!'' Pensé pero no voy a ser una maldita con la familia de Bell Lestrange.

- Claro, si usted gusta, señora Malfoy. 
- Gracias, señorita Schmidt. – Dijo ella fríamente. – Nos vemos después, Bell.
- Eso espero, tía Cissy. – Dijo ella aun con su sonrisa. – Nos vemos luego, _____.

Entonces Bell nos dejó.
Le sugerí a la señora Malfoy ir a buscar a su hijo cerca de la entrada de Slytherin y ella accedió.
En todo el camino ninguna de las dos dijo absolutamente nada, aunque eso era mejor para mí ya que hacía no habría una relación social entre nosotras.

- ¿Y porque viene a visitar a su hijo? – Dije tratando de no hacer este paseo tan deprimente.
- Bueno, eso no es de tu incumbencia pero ya que te muestras interesada te diré. - ¿Qué? ¡Yo no me mostré interesada! ¡Diablos! – Draco ha estado fallando en algunas de sus materias, no ha estado alimentándose bien y no presta atención a muchas cosas.
- ¿Usted cree que este enfermo?
- ¡Oh, claro que no! – Dijo rápidamente. – Estas son señales de que está enamorado y vengo a conocer a la chica.

''Realmente me gustabas, Schmidt'' Recordé las palabras de Malfoy cuando la madre de este dijo que él estaba enamorado.

- Espero que sea Pansy Parkinson, es una chica de muy buena familia. – Dijo la madre de Malfoy mostrando una semi-sonrisa.
- Es una chica muy… culta. – Mentí. ¡UNA ARRASTRADA SERPIENTE ES LO QUE ES ELLA!

En esos momentos llegamos a la entrada de Slytherin pero no había señal de Malfoy así que le pregunte a una serpiente que pasaba.

- Oye, ¿se encuentra Malfoy adentro? – Pregunte a la serpiente.
- Y a ti que te importa, maldita Gryffindor. – Dijo el mientras se iba.
- Gracias por tu amabilidad. – Dije sarcásticamente. – Creo que no me dirán si su hijo se encuentra aquí.
- No te preocupes, algún día tendrá que llegar a la torre. – Dijo ella más… ¿amable? ¡No, por favor! Que no entre en confianza. – Si gustas seguir con tus actividades, yo lo esperare aquí.
- ¿Está segura de eso?
- ¡Oh, claro!
- Este bien, gusto en conocerla, Señora Malfoy.
- Igualmente, y no me llames Señora, suena muy formal. Llámame Narcissa. - ¡DIABLOS! ¡YA SE ACONFIANZO! 

Entonces ya me iba a marchar pero se escuchó una voz por la cual me hizo que me petrificara… La voz de Draco Malfoy.