La Oscura Bruja de Gryffindor

Las Declaraciones de las Hermanas Delacour

¿Fleur Delacour quería hablar conmigo? ¿Y con ella su hermanita? No entendía nada sobre esta situación.
Harry, Hermione y Ron solo me miraron preocupados, ellos al igual que yo sabían que, tal vez, esto no iba a terminar tan bien como esperábamos.

- Chicos, por favor déjenme hablar un momento con ellas. – Pedí a mis amigos leones, un poco insegura sobre mi petición.
- Volveré más tarde. – Dijo Harry mientras llevaba del brazo a Hermione y a Ron.

Fleur lucia su siempre uniforme azul igual que su hermana. Realmente son demasiadas parecidas, recuerdo que eso nos decían a mí y a Julie.
Ninguna de las tres supimos que decir. Permanecimos unos minutos sin habla, solo tenía la mirada baja mientras Fleur y Gabrielle se veían una a la otra.

- Gracias. – Dijo Gabrielle con una voz muy pequeña.
- ¿Porque me agradeces? – Pregunte desconcertada.
- Tú y tu amigo Harry nos salvaron la vida a mí y a mi hermana de esas horribles criaturas. – Dijo aquella niña dejando ver sus lindos ojos azules.
- Bueno, no iba a dejar que murieras, y tampoco a tu hermana. – Dije ya un poco más relajada.
- Te traje esto. – Dijo ella sacando un libro de su pequeña bolsa. – Es mi libro favorito, me ha ayudado a saber demasiadas cosas que otros no, además supe que te enteraste sobre el mundo mágico apenas el año pasado así que creo que lo disfrutaras mucho y pues no sé cuánto sigas aquí en la enfermería pero creo que sería un poco aburrido estar sola así que puedes darle una leída de vez en cuando.

Me entrego un libro negro, no muy grande con bastantes páginas, en el centro de la portada venia el título con letras doradas ‘’Curiosidades Sobre Magos, Brujas, Seres y el Mundo Mágico’’.
Me sorprendía que la pequeña niña Delacour no fuera tan insoportable como su hermana, además fue un hermoso gesto regalarme su libro favorito.

- Muchas gracias, Gabrielle. Sí que lo disfrutare. – Dije mientras tomaba aquel libro.
- Gaby, puedes ir con Sandra un momento, necesito hablar con ______. – Pidió Fleur Delacour a su hermanita.
- Esta bien, _____ espero verte pronto y que te mejores. – Dijo mientras me daba un gran abrazo y me susurro unas palabras. – Espero que ganes el torneo.
- Igualmente, Gabrielle. Que te vaya bien. 

La pequeña niña de Beauxbatons se alejó felizmente. Voltee a ver a Fleur pero lucía un poco mal.

- Disculpame, por favor. – Pido Fleur viendo los obsequios que me habían mandado todos mis amigos y según Ron, algunos admiradores.
- ¿Porque he de disculparte? 
- _____! POR FAVOR NO SEAS ASÍ! – Grito Fleur viéndome con esos ojos azules humedecidos.
- ¿Ser cómo? – Ahora si estaba desconcertada.
- ¡Así de amable! Desde que llegue a Hogwarts tú eres el primer tema de conversación que escucho de cada persona y luego pensé que a lo mejor cuando me eligieron campeona de Beauxbatons seriamos ahora nosotros de quienes hablarían y después te eligieron a ti y a Potter y me dio tanta rabia que solo me quedaba ser la peor persona que hubieras conocido y después paso lo del baile, que tu amigo me invito y le iba a decir que si pero vi tu cara de ilusión cuando él me pregunto y preferí lastimarte… - Interrumpí a Delacour.
- Fleur…
- Déjame seguir, _____. – Pidió desesperadamente. – Y tuve que pedirle a un marginado de Durmstrang que fuera conmigo para no estar sola y después… ¡ESTO! Explícame cómo diablos pudiste haberle salvado la vida a mi hermana después que te trate así y después… salvarme la vida a mí? En serio, explícame. 
- Fleur, acércate. 
- Dime. – Dijo ella sentándose sobre mi camilla.

Vi a Fleur aún demasiado angustiada por aquella situación, sabia las palabras perfectas.

                                                       ¡PAZ!

Le di un golpe ligero en la cabeza a lo que ella solo me vio con una expresión muy extraña y sobándose la cabeza.

- ¡POR MERLIN, SCHMIDT! ¿¡QUE FUE ESO!? – Grito enojada.
- No importa, es el pasado. – Dije con una sonrisa.
- Pero todavía me duele. – Dijo mientras aún se sobaba la cabeza.
- Fleur, el pasado puede doler pero del modo que yo lo veo puedes recordártelo una y otra vez sin poder cambiar nada o simplemente… puedes aprender de él y vivir en el presente. – Dije recordado momentos del pasado. – Disculpa si te dolió.

Fleur solo se quedó pensando en lo que dije por varios minutos.
Sabía que estaba con un gran peso encima y no quería decirle algo que la pusiera peor.
Tome una rana de chocolate.

- ¿Quieres algún dulce? Tengo bastantes, llévate los que gustes, prefiero la comida salada.
- Podrías perdonarme? Por todo el daño que te ocasione en el pasado. – Dijo Fleur con una sonrisa de media luna.
- Solo con una condición… toma algún dulce porque no creo acabármelo.
- Gracias, por todo. – Dijo mientras tomaba una pluma de azúcar. – Espero que enserio disfrutes el libro que te dio Gaby, realmente tiene muchas cosas interesantes.
-Seguiré aquí por dos días más, creo que le daré una buena leída.
- Me tengo que ir, nos vemos luego? Podríamos ir a Hogsmeade a Honeydukes. – Ofreció ella con una voz dulce.
- Me encantaría. – Dije aun sin creerlo.

Fleur se retiró y ya estaba anocheciendo. No venia nadie así que comencé a hojear el libro que me dio Gabrielle.
Realmente venían cosas sorprendentes, cosas que jamás me hubiera imaginado. Encontré unas hojas que me parecieron muy interesantes.

ANIMAGO.
Un animago es una bruja o mago con la capacidad de transformarse en un animal, conservando el pensamiento humano y la capacidad de razonar, aunque no tienen capacidad del habla. Esta capacidad no es innata (como en el caso de los metamorfos) sino que se obtiene por medios mágicos. La magia utilizada en esta transformación es complicada y sumamente avanzada, y muy pocos magos se atreven a realizarla. Todos los animagos deben estar registrados en el Ministerio de Magia el cual lleva un registro de todos los animagos conocidos para controlar el mal uso de esta habilidad, que suele ser empleada para fines deshonestos o incluso criminales. Cuando un mago se transforma en su forma animal existen indicios que conectan la transformación con la forma humana.

Este sería un asombroso experimento.
Una visita sorpresa apareció frente a mis ojos.
Era mi querido Lunatico, Remus Lupin junto a su linda novia Nymphadora Tonks.