La solución del enigma.

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Así ya ha pasado más de un más y Draco y yo no hemos podido encontrar la respuestas del huevo.
Faltaba solo un día para la segunda prueba y yo aún seguía sin la respuesta de aquel enigma. Draco siempre me acompañaba a biblioteca para ayudarme con el huevo pero no habíamos descubierto nada nuevo, aunque era un poco más difícil ya que siempre lo tenía que ver a escondidas porque si alguien de mi casa o de Slytherin nos llega a ver, creo que colgaría nuestras cabezas en alguna sala común de exhibición.
Este día el chico de ojos grises no podría acompañarme ya que tiene otros asuntos. Me parecía bien ya que casi todo el mes solo estuvo ayudándome, creo que solo quería un descanso de mí.
En su lugar, se encontraba mi amiga Anabella ayudándome.
Teníamos casi una montaña de libros, Bella era tan buena amiga que ella parecía estar más interesada en este acertijo que yo.
Tanto cansancio y leer hicieron que mi cabeza se recostara en las páginas de un libro y tome una pequeña siesta.
Para mí mala suerte había tenido aquel sueño que tuve el día que mi madre murió.
Un hombre totalmente blanco, con una túnica negra, calvo y ojos rojos me miraba con superioridad y un poco de compasión. Grito endurecidamente creo que el peor maleficio imperdonable… AVADA KEDAVRA! Y después mi conciencia desapareció.
Desperté ya que mi hermosa amiga me movía de un lado para otro emocionada. 

- Oh, Schmidt! Despierta. – Grito ella.
- Que pasa? – Pregunte tomando conciencia de la situación.
- LO DESCUBRI! – Grito eufóricamente.
- De verdad? – Pregunte sorprendida.
- Escucha, tú me dijiste que el mensaje decía así: Donde nuestras voces suenan, ven a buscarnos, que sobre la tierra no se escuchan nuestros cantos. Y estas palabras medita mientras tanto, pues son importantes, ¡no sabes cuánto!: Nos hemos llevado lo que más valoras, y para encontrarlo tienes una hora. Pasado este tiempo ¡negras perspectivas! Demasiado tarde, ya no habrá salida. , cierto? 
- Si, pero no veo tu punto.
- Es sencillo, _____. En este libro dice… - Menciono mientras ponía un texto frente a mi vista y narraba algunas palabras. - Las sirenas y los tritones son criaturas de piel cetrina y pelo verde alga, su canto es muy hermoso, pero fuera del agua son chirridos y producen un terrible ruido.
- Estos son aquellos que dan el mensaje? – Pregunte sorprendida.
- Exacto! Y donde se encuentran estas criaturas, _____? – Pregunto queriendo que yo terminara su frase.
- En el lago negro! – Exclame sorprendida. – Ahora entiendo todo. Bueno, no todo.
- Escucha, ‘’donde nuestras voces suenan, ven a buscarnos, que sobre la tierra no se escuchan nuestros cantos. ‘’ En el lago negro ya que como aquí dice el texto su canto es hermoso peor fuera del agua son chirridos y un terrible sonido. – Dijo Bell explicando. - . Y estas palabras medita mientras tanto, pues son importantes, ¡no sabes cuánto...
Nos hemos llevado lo que más valoras, y para encontrarlo tienes una hora. – Dije terminando el mensaje. 
- Piensa, que es lo que más valoras? 
- No lo sé, hay demasiadas cosas que valoro, mi violín, las fotografías de mi familia, tu, Harry, Hermione, Ron, Ginny, los gemelos Weasley….
- No lo ves? – Preguntó retóricamente. – Lo que más valoras es a la gente; Es decir dentro del Lago Negro habrá una persona muy importante para cada participante, y ustedes tendrán que salvarla y tendrán solo una hora.
- Pero también dice: Pasado este tiempo ¡negras perspectivas! Demasiado tarde, ya no habrá salida. – Dije asustada. – Que tal si los matan las sirenas o los tritones? O alguna otra cosa pasa? Bell, no quiero perder a nadie.
- _____, tú debes de ser fuerte, al igual que Harry. – Dijo dándome ánimos. – Es muy obvio pero a la vez muy confuso.
- Pero no es sobre fuerza, Bell. – Dije angustiada y un poco alterada. – Además, cuando has aguantado respirar bajo el agua durante una hora? Solo he visto a un tipo que hace eso, es un muggle y solo aguanto 28 minutos y eso sin moverse.
- No lo sé! No se hechizos para respirar bajo el agua. Discúlpame, _____.
- No, tú discúlpame a mí, Bell. No debí de hablarte así. Ya me has ayudado demasiado, gracias por todo. – Dije retirándome.

Deje a Bell sola. No quería desquitarme con ella ya que me había ayudado a descubrir aquel gran enigma pero no podía dejar de pensar que solo por esta estúpida prueba iban a poner a alguien en peligro. 
Las sirenas podrían llegar a matarlos o si no, simplemente el agua que les entre a los pulmones… ya murieron.
Mis pensamientos no me dejaban ni recordar ni la palabra clave de mi casa.

- Ojos tuertos. – Dije a la señora gorda.
- No.
- Patatas ricas.
- No.
- Disparates.
- No.
- Pablates.
- No.
- Luces de colores. 
- No.
- Por favor!
- Es una palabra buena pero no es.
- VAMOS! Vengo aquí todos los días, estoy estresada por eso no la recuerdo, por favor déjame pasar. – Suplique a la señora gorda.
- Lo sé, linda. Pero sin palabra clave no puedo dejarte pasar.

Me fui enojada. Solo camine a lo loco hasta llegar a los jardines de Hogwarts.
No podía creer que en solo unas horas iba a ser la competencia y yo seguía aquí.

-_____, que haces aquí? – Pregunto mi amigo águila mientras se acercaba a mí.
- Esperando la muerte, Jake. – Dije mientras me acostaba en el césped.
- Que ha pasado con el huevo? 
- Tengo que respirar bajo el agua por más de una hora! Como diablos voy a conseguir respirar bajo el agua una maldita hora? – Pregunte enfadada.
- Hay algo en lo que te pueda ayudar? – Pregunto dulcemente.
- No lo creo, Jake. A menos que sepas sobre un hechizo para respirar en el agua, no lo creo. – Y lleve mis manos a mi cara con desesperación.
- Pues no se dé hechizos, pero se dé las branquialgas. – Dijo como comentario.
- Branquialgas?
- Son algas que tienen la cualidad de producir en la persona que las toma, unas branquias para poder respirar bajo el agua por un tiempo. Si quieres te puedo conseguir unas para mañana? – Ofreció amablemente.
- En serio harías eso, Jake? – Pregunte sorprendida.
- Bueno, mañana tengo unos deberes pero te los puedo enviar con Ruth.
- Gracias! – Solo me abalance a abrazarlo.

Así pase un poco la noche más tranquila pero aun con la preocupación de la prueba de mañana.
Me dirigí a mi habitación.
Cuando llegue no se encontraba Hermione, tal vez estaba con Harry también resolviendo aquel enigma.
Con pijama y todo estaba a punto de acostarme cuando vi una nota.

‘’Lo siento por no haber compartido este hermoso día contigo pero Bell me conto todo. Tú sabrás encontrar la respuesta para todo.
Suerte, Linda. Aunque tú no la necesitas.
Pase lo que pase, sabes que te quiero.

Con mucho cariño, 
D.M.’’



Creo que a este chico ya se le está haciendo costumbre mandarme notas.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora