La Muerte de Barty Crouch

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Harry y yo fuimos a la sala común de Gryffindor. Harry se veía muy preocupado.
Me senté en el sillón mientras Harry hacía lo mismo pero muy preocupado.

- Harry, ¿qué ocurre? – Pregunte ya algo preocupada.
- ¿Recuerdas a Barty Crouch? 
- ¿El ministro? ¿Qué tiene que ver con todo esto?
- Fue asesinado.
- Pues lo lamento pero ¿Cuál es el problema? – En realidad lo lamentaba pero que yo sepa el ministro no era tan importante para Harry.
- Bueno, él fue quien nos metió en el torneo y nos protegía mucho por ser los más jóvenes. – Dijo Harry mientras caminaba en círculos. – Él se sorprendió por ver nuestro gran avance en el torneo. Tuvimos una plática al terminar la segunda prueba y después Moody intervino pero lo que me asusta es que antes de que muriera fue que estuvo hablando con otra persona y hablaban de ti… y de tu familia. 
- ¿Qué tiene que ver mi familia en todo esto? – Pregunte ahora yo algo preocupada. –Mi madre está muerta, mi hermana desaparecida y mi padre… bueno si supiera quien es.
- Es de tu hermana de quien hablaban. – Dijo mientras se sentaba frente a la fogata. – El hombre estaba molesto con Crouch, entonces aquel hombre le dijo que no había podido ni salvar a su hijo y Crouch quería meterse al caso de tu hermana.
- ¿Qué paso con el hijo de Crouch? 
- No lo sé, necesitamos averiguarlo.
- ¿Y tú crees que lo asesinaron por querer entrar en el caso de mi hermana?
- Realmente no sé.
- Deberías preguntárselo a Dumbledore.
- No lo creo.
- ¡Por favor! Sabes que yo lo haría pero con Dumbledore no tengo la suficiente confianza para ir a preguntarle esas cosas.
- Esta bien, lo hare pero dejare que pasen unos días para que se pueda concentrar en otras cosas. – Dijo el ya más tranquilo.
- Bueno, olvídate de eso por unos momentos que tengo algo importante que decirte. – Dije apunto de contarle lo que ahora soy.
- De hecho te iba a preguntar por qué te llevaron Remus y Tonks. – Dijo sentándose en el sillón.
- Bueno es que ahora… - Me interrumpió Angelina Johnson.
- Potter, hay práctica. Mañana hay partido contra Ravenclaw. – Dijo Angelina saliendo con su uniforme de Quidditch.
- Ya voy. – Dijo Harry y Angelina salió de la torre de Gryffindor. - ¡ARG! Angelina se ha puesto muy exigente desde que Wood se fue, creo que le gusta el poder pero eso no importa, prosigue.
- ¿Sabes qué? Mejor te digo después porque tengo muchas cosas que contarte además, no quiero que Angelina te ponga un castigo por mi culpa.
- Esta bien, gracias. – Dijo mientras me abrazaba y se iba a su habitación a poner su uniforme.

Estaba segura de decirle a Harry de que era animaga pero no quería que se retrasara por mi culpa.
Tome el libro que me había dado Gabrielle Delacour y salí a leer un rato en los jardines de Hogwarts.
Lo hojeé por un rato para enterarme más sobre las criaturas mágicas.
Di un pequeño vistazo a la sección de animagos y entonces volví a ver la lista de los animagos no registrados.

Animagos ilegales:
Rita Skeeter
Sirius Black
Peter Pettigrew
James Potter †
_____ Schmidt


Como por arte de magia (Como debía de ser) mi nombre apareció entra aquella lista de animagos no registrados.
Mi cara había esbozado una sonrisa tan grande como la del gato rizón de Alicia en el País de las Maravillas.
Seguí hojeando aquel libro y me encontré con un tema que quería haber querido ver hace mucho tiempo.

DEMENTORES
Los Dementores son unas de las criaturas más terribles que existen. Tienen una forma humana, pero no tienen piernas, ni tampoco rostro; llevan capas negras con capucha, que solo se quitan en cuanto deben hacer el "Beso del Dementor".
Los dementores son temidos porque ellos mismos son el miedo, se alimentan la felicidad y de los recuerdos felices, dejando solo la tristeza y la desolación; y produciendo frío.
También son capaces de quitar el alma de las personas gracias al nombrado "Beso del Dementor", que consiste en quitar el alma de la persona en cuestión por la boca. Quitar el alma a alguien es la única cosa que hace que se quiten la capucha y muestren que hay debajo de ella. 

Al leer aquel escrito de los Dementores algo causo un escalofrió en mí y por parecer los Slenderman del mundomuggle, si no por recuerdos del pasado, ninguno claro pero eran recuerdos.

- ¡Hola, ____! – Grito alguien mientras se ponía frente a mí.
- ¡AY! Bell, algún día vas a hacer que me dé un infarto. – Dije mientras cerraba el libro le pegaba ligeramente con él.
- ¿Así me recibes después de casi te matan unas sirenas y no he sabido de ti en dos semanas? Muy mal señorita. – Dijo ella entre risas mientras se sentaba junto a mí.

Así pase la tarde con mi querida Anabella Bellatrix Lestrange Black.
Ella me conto que en los días que estuve inconsciente ella había pasado mucho tiempo con el chico de Slytherin que le atraía; Theodore Nott.
Theodore, por lo que describe Bella, parece ser un chico con convicción y una perspectiva muy buena de la vida, además ser divertido y apuesto.
Theodore le propuso el día de ayer a Bell que si quería ser su novia, lo cual ella dijo que si inmediatamente.
¡Ay! El amor juvenil.
No niego que me gustaría tenerlo pero con quien me gustaría tenerlo es casi imposible.
El atardecer cayo y la noche llego.

- Bueno mi querida _____, te dejo porque quiero ir a cenar, ¿vienes? – Pregunto ella poniéndose de pie.
- No, me quedare aquí otro rato. – Dije mientras tomaba mi libro nuevamente.
- Bueno me voy con Theodore, te cuidas. – Dijo con un rostro de amor.
- Igual. – Lo recordé y pregunte apenada. – Bell, ¿No has visto a Draco?
- Oh, Draco creo que esta con sus padres, no le ha ido bien. – Dijo ella con una expresión triste mientras se iba.

¡Pobre! Sé que cuando los padres vienen a la escuela no es para algo bueno.
Decidí ir a buscar a Malfoy pero antes de que pudiera dar un paso vi a mi amigo Jake salir corriendo fuera de Hogwarts, parecía mareado y se veía muy mal.
Seguí a Jake por miedo a que le pasara algo, se metió al bosque prohibido. Dude un momento en entrar pero no iba a dejar que mi amigo entrara solo ahí aunque él no sabía que yo lo seguía.
De repente Jake se tornó un poco… ¿salvaje? Se comenzó a tallar en abdomen como si tuviera un dolor intenso pero lo que me sorprendió fue que de un momento a otro patas peludas salieron de donde antes tenía sus piernas.
Sus ojos ahora era como dos esferas amarillas gigantes y donde estaba su piel ahora había puro pelaje.
No entendía como ni por qué pero solo sabía una cosa… mi amigo Jake Bugg es un hombre lobo.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora