11 de Abril

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Draco nos miraba desconcertado y realmente tenia razones. ¿Cuál sería una situación lógica para que yo estuviera con su madre sin que el pensara algo más? No tenía intenciones de verlo y menos frente a su madre, creo que el futuro no me tiene algo bueno.

- Mama, ¿Por qué volviste? – Pregunto… ¿Aterrado? No. Draco Malfoy nunca esta aterrado.
- ¿No puedo venir a ver a mi hijo? – Dijo ella feliz.
- Claro que sí, pero hubiera sido bueno que hubieras enviado una lechuza. – Dijo acercándose temerosamente.
- Este es un momento familiar y como no soy de su familia creo que sería un buen momento para retirarme. – Dije despidiéndome.
- Pero ya terminaron las clases en este día, ¿no quisieras acompañarnos a las Tres Escobas? – Ofreció Cissy, digo, Narcissa.
- Muchas gracias, pero tengo que hacer unos pergaminos para Pociones como castigo. 
- El profesor Snape no dejo nada. – Hablo Malfoy hijo.
- Si no lo recuerdas, si lo dejo pero solo a Gryffindor por culpa tuya, pero que bueno que no tengas que hacerlo para que no tengas que dejar a tu madre en este día tan hermoso. – Dije sarcástica mientras el solo se ponía escarlata del enojo.
- Pero si quieres puede hablar con el profesor Snape para que tu no lo hagas, realmente me gustaría que nos acompañaras. – Insistió Narc… digo, Cissy.
- Realmente aprecio su oferta, Narcissa, pero… - Y Draco Malfoy me interrumpió.
- ¿Narcissa? Que llevadita, Schmidt. – Dijo arrogantemente.
- Draco, yo le dije que me llamara así. ¿Qué ocurre contigo? – Pregunto Narcissa algo confundida.
- Como dije, es un momento familiar y yo no encajo aquí así que muchas gracias por todo, Señora Mal… - Pero ella me volteo a ver con ojos amenazadores. – Digo, Cissy.
- Igualmente, ____. Buen día. 
- Hasta luego, Malfoy. – Me despedí de Malfoy hijo.
Pero Draco Malfoy no dijo nada, solo se quedó con la mirada abajo, sin siquiera ver a su propia madre.








Exactamente una semana había pasado desde que conoci a la madre de Draco Malfoy. Todo volvió a ser como el principio, él y yo solo volvíamos a cruzar miradas, mayoritariamente cuando es la hora del almuerzo, por alguna extraña razón Anabella me ha dicho que él ha estado demasiado callado. El ''enamoramiento'' por Pansy Parkinson le está afectando a la cabeza Malfoy.
El almuerzo era igual de esplendoroso que todos los días y gracias a mi suerte, al menos con mi trio de oro… todo iba bien. 

- Ron, ¿usas algún hechizo para no subir de peso? Por qué siempre te veo comer pero eres un chico muy delgado. – Pregunte entre risas.
- Ni yo lo puedo comprender, _____. – Dijo el con un bocado en la boca.
En ese momento, el profesor Dumbledore apareció en su respectivo lugar. 
- ¡Atención! – Pidió el. – Los campeones del torneo favor de venir conmigo.

Entonces de todas las mesas nos levantamos Harry, Cedric, Viktor, Fleur y yo hacía donde estaba Dumbledore.
Entonces el solo camino hasta su estudio y nosotros lo seguimos.
Apenas entramos él nos ofreció varios asientos para que los tomáramos y eso hicimos.

- Jóvenes, como saben hoy es 11 de abril. - ¡DIABLOS! No lo recordaba, mañana es mi cumpleaños. – Y cada año se ofrece la famosa llamada ''Cena de los Reinos'', es una pequeña convivencia que se organiza un mese antes de la tercera prueba.
- ¿Y eso porqué, profesor? – Pregunto Cedric.
- Bueno, señor Diggory, esta convivencia es creada para que todos los campeones y sus más grades seres queridos para que convivan como si hubieran crecido junto a la persona que tiene a un lado. Para su mala suerte y así librarlos de compromisos nosotros llevaremos a sus acompañantes de esta noche.
- ¿Va a ser esta noche? – Pregunto Fleur atónita.
- Por supuesto, señorita Delacour. Prepárense, y no es nada formal, así que pueden ir como gusten y vayan al sexto piso, ahí sera, buen día. – Dijo Dumbledore pero antes sin añadir. – Y señorita Schmidt, lleve su violín.

Todos nos miramos confusos pero no había nada que podríamos hacer.








Se llegó la noche, había olvidado la cena por estar leyendo el libro que me había regalado el miembro de la familia Delacour más joven así que me levante rápido a cambiarme.
Solo me puse un pantalón y unas botas, con ella un suéter azul y un chaleco con gorro, mi cabello lucía raro pero debo admitir que esta genial. 
Tome mi hermoso violín y me encamine.
No estaba de ánimos para una reunión ya que mañana sería el primer cumpleaños que paso alejada de mi madre y me siento realmente sola.
Solo había una sala abierta en todo el piso así que fue a la que entre y me lleve una gran sorpresa ahí.
La sala estaba decorada realmente hermosa.
Pareciera que hubiera sido congelada y solo la decoraban chorros de hielo, algo para recordarnos que el invierno… había acabado.

- Buenas noches a todos. – Anuncio Dumbledore. No sé por qué decía a todos, solo me encontraba yo. – Todos deben de estar haciéndose la misma pregunta… ¿A quién le hablo? Bueno, se encuentran aquí más no se pueden ver unos a los otros para hacerlo más… entretenido.

Creo que a Dumbledore se le había zafado un tornillo.

- Tenemos el honor de recibir de la casa de Godric Gryffindor recibamos al campeón Harry Potter, Ron Weasley, Hermione Granger, _____ Schmidt, Sophie Wilson y Roger Bennet. 

Entonces Harry apareció con su típica vestimenta, pantalón de mezclilla, playera verde y un pequeño sueter.
Ron como me alegraba verlo con uno de los suéteres que le había hecho su madre y Hermione tan hermosa como siempre, pero dos chicos más de Gryffindor se nos sumaban.
Sophie es una chica delgada y pequeña, extrañamente con el cabello teñido de naranja pero se veía que era una de las chicas más divertidas, va un año antes que nosotros.
Roger es un chico con unas facciones demasiado parecidas a las de mi querido Jake, solo que él no tenía las lindas pecas de Jake.


- De Beauxbatons tenemos a las hermosas señoritas Fleur Delacour y Olivia Zaz. 

Fleur llevaba un vestido corto muy hermoso, envidiable por muchas mujeres.
Olivia era muy parecida a Fleur solo que tenía la misma estatura que Sophie y a diferencia de Fleur, Olivia iba totalmente de blanco.


- De Hufflepuff contamos con la presencia de dos jóvenes muy dedicados a lo que se proponen, Cedric Diggory y Joey Lucas.


Cedric lucía relajado con su siempre sonrisa de colgante y su compañero Joey, bueno simplemente podría pasar como hermano de la chica de Beauxbatons, Olivia.

- De Durmstrang, tenemos a los disciplinados chicos Viktor Krum y Scott Mars.

Viktor miraba con una sonrisa dulce a Hermione y bueno, creo que aquí todos los chicos son iguales, ya que el tal Scott contaba con las facciones similares a las de Roger, Harry y Jake.


- Volviendo a nuestro colegio contamos con la presencia de dos de los chicos más destacados de Hogwarts, de la casa de Ravenclaw, Jacob Bugg y Cho Chang.

Entonces la asiática miro a Cedric con unos ojos de ternura mientras yo miraba a Jake con una sonrisa dulce pero solo miraba sin rumbo así abajo.

- Y por último del hogar de las serpientes y determinados, Anabella Lestrange, Theodore Nott y Draco Malfoy.

Anabella se veía como siempre perfecta y ahora más por aquella sonrisa que tenía cuando estaba junto a su querido Theodore.
Todos nos asombramos al ver a Draco en esta sala, el solo me miraba mientras yo desviaba la mirada.

- No solo están aquí por la gran lealtad que le tienen a los campeones, si no por qué en un destino no muy distante, algo los unirá, un recuerdo mutuo que solo ustedes podrán descubrir si abren su mente y corazones, buenas noches y disfruten su velada. – Dijo Dumbledore partiendo.

Todos nos quedamos en un incómodo silencio, hasta que alguien hablo.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora