Jake Bugg, el hombre lobo.

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¿Hombre lobo? ¿Cómo diablos esto es posible? Realmente estaba aterrada, los hombres lobos son como animales recién nacidos en lo salvaje, su único instinto es cazar y comer.
Por suerte, el aun no me había visto así que aun tenia oportunidad para salvarme pero eso no lo detenía de matar a cualquier otra persona así que arriesgando lo que soy decidí seguirlo.
El solo caminaba según los ruidos que se escuchaban, a veces al avanzar pisaba unas ramas por error.
En momentos miraba mi reloj, yo pensaba que ya habían pasado horas cuando en realidad solo habían pasado como dos.
La situación me comenzaba a asustar. Jake cada vez se estaba acercando mucho más a Hogwarts.
Para la suerte que me acompaña, una pareja de sexto año se encontraba en el bosque prohibido, tal vez estaban ahí por qué nadie los descubriría pero de todos modos era muy peligroso.
Rogué por qué el agudo olfato de Jake no los oliera pero era demasiado tarde ya que aquella chica de Hufflepuff grito como niña de 5 años al ver una araña.
El chico volteo aterrorizado pero como buena pareja él se puso frente a la chica de Hufflepuff para protegerla, los dos se quedaron en silencio.
¡Tenía que hacer algo! No podía quedarme solo parada ahí viendo, se supone que el propósito por el que lo seguiría fue para proteger a los demás, no para ver cómo se devoran a una pareja de jóvenes enamorados.
''Expelliarmus'' Grito el chico apuntando a mi amigo hombre lobo pero aquel hechizo no funciono ya que lo único que logro fue enfadar a Jake.
Jake ataco con su pata delantera ataco al chico de Hufflepuff haciendo que cayera adolorido.
''Expeledor'' apunte con mi varita a Jake y salió volando contra un árbol mientras se golpeaba con su cabeza causando que se desmayara.
Me acerque a la pareja de Hufflepuff para asegurarme de cuál era el estado del chico.
La chica lloraba infinitamente mientras aquel chico estaba inconsciente.

- Llévalo con la señora Pomfrey, necesita verla ahora mismo. – Dije viendo la herida en el pecho de aquel chico.
- No puedo cargarlo, no sé qué hacer. – Dijo entre sollozos.
- Bien, toma tu varita. – Dije tratando de encontrar una solución.
La chica hizo lo que le ordene.
- Ahora di claramente ''Levicorpus'' mientras apuntas a… 
- Michael.
- A Michael, después cuando llegues a Hogwarts llama inmediatamente a la señora Pomfrey, ella sabrá que hacer. – Dije mientras miraba con tristeza al pobre chico. – Váyanse ya.
La chica me obedeció. Mientras ella elevaba el cuerpo de Michael lo más rápido que podía ya que aún creía que lo podría lastimar, yo corrió con mi amigo hombre lobo, que aun en su forma salvaje estaba inconsciente.
- ¡Diablos! – Exclame mientras le daba unas leves palmadas a su cara. – Jake, no me puedes dejar.
Pero Jake no hacia absolutamente nada.
- ¡POR FAVOR! - Grite desesperadamente al casi pensar que había matado a mi amigo.

En eso, el cuerpo de ese lobo se empieza mover, yo estaba completamente llena de alegría al saber que mi amigo estaba vivo pero no tuve la certeza de pensar que él no podría recordar quien soy, mucho más cuando lo ataque.
Cuando abrió sus ojos, solo gruño con su hocico de forma amenazadora.
Lo único que hice fue correr para proteger mi vida.
Cuando iba unos metros alejada de él escuche como su aullido estaba mucho más cerca.
Me escondí tras de un árbol cuando vi que paso casi a un lado de mí. Realmente estaba nerviosa en ese momento.
Cerré los ojos con un miedo terrible.
Cuando los abrí me di cuenta de que, ya no era una humana, sino que, ahora era un lobo cuadrúpedo.
Con aquella ventaja salí huyendo aún más rápido sabiendo que los hombres lobos no atacan a otros animales.
Me dirigí cerca de Hogwarts, a un poco de distancia para asegurarme de que la chica lleve a salvo a Michael.
Sin darme cuenta, Jake se acercó a Hogwarts y por un momento casi ataca a los chicos de Hufflepuff.
No lo pensé dos veces.
En mi forma de lobo salvaje me abalance a la forma salvaje de Jake.
Me dolía lastimarlo pero era una de las únicas formas que podía evitar que atacara a otras personas.
Garra contra garra luchábamos.
Jake ya estaba muy débil pero unas voces me distrajeron, eran el profesor Dumbledore y el profesor Snape.
En el momento que distraje, Jake aprovecho para atacar causándome una herida un poco profunda con sus garras en mi brazo izquierdo o mejor dicho en mi pata izquieda, ¡Mejor me amputo ese brazo! Todo lo malo me pasa ahí.
Él estaba a punto de morderme acabando con mi vida el profesor Dumbledore dijo ''Desmaius'', Jake salio volando y de tantas emociones yo me desmaye.


Me desperté con un gran dolor de cabeza.
¡Nuevamente estaba en la enfermería!

- Creo que deberíamos ponerle una habitación especial para usted, señorita Schmidt. – Dijo Madame Pomfrey percatándose de que me había despertado.
Me levanta con mis dos brazos y me di cuenta de que mi vendaje ya no estaba.
- ¿Por qué me quito las vendas, Madame Pomfrey? 
- Tus heridas del tridente ya están sanas, y bueno los rasguños se curaran en unas horas. 
- Madame Pomfrey, si un hombre lobo lo rasguña lo puede hacer que la persona con el rasguño se hombre lobo también, ¿no? – Pregunte con miedo.
- Cierto, pero a los animagos no. 
Cuando dijo la palabra ''animago'' me aterre.
- ¿U-Usted me va a denunciar? – Pregunte aterrada ya que podría ir a Azkaban.
- Claro que no, hicimos un trato el profesor Dumbledore, el profesor Snape y yo. – Dijo mientras me ponía algo en los rasguños que tenía. – No diremos nada, pero debes de prometer que no causaran ningún daño en la escuela en tu forma salvaje.
- Creo que eso será fácil de no hacer. – Dije ocultado el dolor que tenía.
- Esta bien, ahora vete a tus clases.

El día pasó muy lento. 
En todo el día no había visto a Jake o a Draco, sinceramente me estaba muriendo por ver a alguno de los dos.
No me acerque a Ron, Hermione o a Harry en las clases, no quería que vieran mis heridas.
Revise mi horario y vi la clase perfecta ''Estudios Muggles''.
En esta oportunidad Jake no podrá escapar de hablar conmigo.
Entra y ahí estaba pero con una expresión muy seria, para mi mala suerte, una chica ya se había sentado junto a él así que tuve que sentarme casi al otro lado de la sala.
Este día en la clase hablamos sobre obras literarias famosas como ''La Divina Comedia'' y ''La Muerte de un Ruiseñor'' pero eso fue todo lo que supe ya que mi mente se centraba solo en hablar con Jake.
Al terminar la clase, Jake salió disparado del salón pero no lo suficiente como para no alcanzarlo.

- ¡Jake! ¡Jake! – Gritaba pero él no me hacía caso. – ¡JACOB!
- ¿Qué quieres? – Dijo con un tono amargado.
- Hablar contigo.
- Esta bien, ya hablamos, adiós. – Dijo el mientras se marchaba.
- ¿Por qué no me dijiste que eres un hombre lobo? – Dije en un susurro volteándolo a verme para que nadie nos escuchara.
- No es lo primero que le dices a una persona cuando la conoces.
- Pero tampoco es lo último, me dijiste que eras hijo de muggles.
- Es una historia complicada, _____. No preguntes si no quieres saber.
- ¿Dime cuando diablos dije que no quisiera saber? Si te pregunto es por algo.
- Ven. – Dijo mientras me llevo a unos pasillos desiertos. – Escucha, yo… fui abandonado por mis padres en el mundo muggle, de todos modos mis padres adoptivos me quería mucho pero ellos cuando se enteraron, me abandonaron por qué, dime… ¿Qué muggle quiere un hijo hombre lobo?
En fin, yo fui criado con una familia de magos, los Bugg. De ahí entre a Hogwarts, no me querían aceptar pero le encargaron al profesor Snape que siempre me diera una poción para no convertirme en lobo pero ayer, ¿Sabes que Barty Crouch murió?
- ¿Y quién no? ¿Qué tiene que ver eso? – Pregunte.
- Snape estaba hablando con el profesor Dumbledore sobre eso y me dijo que no lo molestara, entonces él se olvidó de darme la poción, además… ¿Cuándo ibas a decirme que eras animaga? – Pregunto curioso.
- No es lo primero que le dices a una persona cuando la conoces.
- Discúlpame si te cause algún daño. – Dijo mientras me abrazaba.
- ¡Auch! – Se me escapo cuando él me agarro fuertemente el brazo.
El rápidamente me quito la túnica que cubría mi brazo para ver por qué mi dolor.
Maldije ese momento ya que vio mis inmensos rasguños.
- ¿Fui yo, verdad? – Pregunto enojado.
- Jake, no tenías conciencia, ibas a atacar a unos chicos de Hufflepuff, tenía que detenerte. – Dije tratando de tranquilizarlo.
- Soy un monstro. – Dijo enfurecido mientras se iba.
- ¡JACOB REGRESA! – Grite tras el pero me topé con alguien. Alguien que en este momento no era bueno verlo. – Draco.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora