Dragones.

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     Miraba hacia atrás pero no había nadie hasta que voltee nuevamente hacia delante y me encontré con la profesora McGonagall.

- Lo siento, profesora. No debi haber estado aquí. – Dije dejando el violín fuera y bajando del escenario.
- Oh, pequeña _____ no tienes de que disculparte. La verdad que eso fue un gran espectáculo. – Dijo la profesora McGonagall acercándose a mí.
- Con su permiso me retiro. – Dije saliendo.
¡QUE PENA! Jamás nadie del mundo mágico me había escuchado tocar, mucho menos cuando andaba en mis peores momentos.


Las clases habían terminado por hoy. 
Casi todos los días iba a la sala muggle. Creaba nueva música para salir del estrés. Ya entiendo por qué Julie se encerraba a tocar todo el día. Era como un tipo de liberación.
Me encontraba a las afueras del castillo, pero no muy lejos, máximo unos 10 metros lejos de este cuando se acerca mi guapo amigo con lente redondos.

- ¡Hey! Harry, como has estado? No hemos hablado hace mucho. – Dije parándome para verlo de un ángulo correcto.
- Ya sé de que se va a tratar la primera prueba. – Dijo Harry seguro. – Dragones.
- Dragones!? Debes estar jugando!. – Dije asustada.
- Hagrid ayer me enseño a los dragones para la prueba es un bola de fuego chino, un gales verde, un hocicorto sueco, un ironbelly ucraniano y el colacuerno húngaro.
- Y que diablos vamos a hacer con ellos? – Dije igual de aterrada que antes.
- Aun no lo se, pero solo nos dejaran usar la varita.
- Bueno, ya le dijiste a Diggory? – Pregunte un poco más relajada.
- A eso voy, mejor prepárate que la prueba es mañana. – Dijo Harry yéndose.

Dragones. Solo eso me faltaba. No esperaba que fuera una prueba sencilla pero con cualquier descuido, el dragón me podrá comer.
No sé que tipo eran los dragones que me dijo Harry pero para estar más informada iré a la biblioteca.
Llegue a la sección deseada. Tome un libro que en la portada decía: ‘’Dragones’’.
Solo lo tome y me senté a hojearlo a ver que decía.
Lo que me encontré no era nada lindo.


Bola de Fuego Chino

También llamado "dragón león". El único dragón oriental que existe tiene un aspecto especialmente llamativo. De escamas suaves y escarlatas, tiene una hilera de astas doradas alrededor de la cara, un hocico chato y ojos sumamente protuberantes. El bola de fuego se ganó ese nombre por la llama con forma de hongo que sale de sus narinas cuando está enfadado. Pesa entre dos y cuatro toneladas, y la hembra es más grande que el macho. Los huevos son de un carmesí brillante moteado de amarillo dorado y las cáscaras, muy estimadas en la hechicería china. El bola de fuego es agresivo, pero más tolerante con sus congéneres que la mayoría de los dragones; algunas veces acepta compartir su territorio con otros dos bolas de fuego. Aunque puede comer casi todos los mamíferos que se conocen, prefiere cerdos y seres humanos. 


Gales Verde Común

Este tipo de dragón está en la lista de los menos problemáticos. Su comida preferida son las ovejas. No come humanos salvo que se le provoque. El galés verde común tiene un rugido reconocible y melodioso. Lanza llamas muy finas y sus huevos son de color marrón terroso con manchas verdes.


''Solo falta que ese dragón le toque a Fluer.'' Pense.


Hocicorto Sueco

Es un bonito dragón de color azul brillante, razón por la cual su piel es muy demandada para diferentes artículos de cuero. Posee una llamarada azul extremadamente potente. Es el dragón que menos muertes causa.


Ironbelly Ucraniano

El más grande de los dragones. Sus escamas son plateadas, tienen fuertes garras y los ojos de color rojo intenso. Son lentos volando, pero su capacidad de destrucción no tiene límites para arrasar con todo lo que se le ponga debajo. Es el dragón más fuerte y pueda acabar con cada uno de los anteriores a pesar de su lentitud volando.


Colacuerno Húngaro

Considerado el más peligroso de todos los dragones, el colacuerno húngaro tiene escamas negras, y su cuerpo recuerde el de un lagarto. Tiene ojos amarillos, cuernos broncíneos y pincho de un color similar que surgen de su larga cola. El colacuerno posee una de las llamas de mayor alcance. Sus huevos son de color cemento y de una cáscara particularmente dura; las crías se abren camino utilizando sus colas, ya que tienen los pinchos bien desarrollados al nacer. Se alimentan de cabras, ovejas y, siempre que es posible, de humanos.

Cada uno de ellos era muy temible solo por el hecho de ser dragones.

- Por que tan interesada en los Dragones, Schmidt? – Dijo una voz masculina sentándose a un lado de mi.
- Oh, por nada, Malfoy. – Dije sin verlo y siguiendo leyendo.
- Vamos, Schmidt. Puedes decirme. – Dijo un poco más cerca.
Lo pensé por un momento. Tenia que decirle a alguien por que no iba a poder guardármelo mucho tiempo.
- Bueno, pero no aquí. Acompáñame.

Lo lleve a la sala muggle. En cuanto entro hizo una cara como si lo hubiera rociado un zorrillo en su cara.
Mi gato Fox se había quedado adentro de esta sala. Así que también escuchara todo lo que diré.

- Me dirás, Schmidt? – Dijo sentándose en la orilla del escenario.
- La primera prueba implica a los dragones. – Dije sentándome a su lado. – Serán un bola de fuego chino, un gales verde, un hocicorto sueco, un ironbelly ucraniano y el colacuerno húngaro.
- Espera? Un Ironbelly Ucraniano? Esos dragones los usan para cuidar las cámaras de Gringotts, los usaran para el torneo? – Pregunto asustado al igual que yo en anteriores momentos.
- Según Harry, si. Tengo miedo. No sé que hare. Hasta el gales verde me puede quemar y yo nunca había estudiado magia. Creo que en esos momentos se me olvidaran todos esos hechizos.
- No te preocupes por eso, si mueres llevare flores a tu funeral. – Dijo tranquilamente.
- Que hermoso muchas gracias! Pero lleva rosas azules. Son mis favoritas. – Dije con cierto sarcasmo.
- Y que es esta sala? – Pregunto examinándola parte por parte.
- Es una sala muggle. Solo yo y los maestros tenemos acceso a esta habitación. Completamente muggle.
- Y de donde viene esas luces? Son varitas gigantes? – Dijo sorprendido.
- Se llaman reflectores y no son varitas gigantes, se llaman focos y provienen de un lugar llamado electricidad. – Dije riéndome.
- Bah! Estos muggles y sus cosas raras. – Dijo sin comprender aun.
- Jajaja, serán raros pero hemos sobrevivido así años. – Dije aun fascinada.
- Y que es esto un violín? _____ Schmidt me mostrara sus dones musicales? – Dijo tomando el violín y el arco entregándomelos.
- Tal vez otro día. Esta noche me quiero concentrar en los dragones. – Dije dejando a un lado el violín.
- Y dime, como fue que desapareció tu hermana? – Pregunto sentándose a mi lado mientras Fox se acercaba.
- Solo quiero concentrarme en los dragones, si? – Dije un poco necia.
- Pero me dirás algún día? – Pregunto acercándose un poco más a mí.
- SI tienes suerte, tal vez si. – Dije mientras caminaba a la salida.


Los rayos de solo pegaban en mi cara. No quería ir a la prueba pero ahora era necesidad.
Entre al vestidor de la carpa y me puse un pantalón de mezclilla y un suéter azul que las mangas azules me cubrían la mitad de la mano mientras me ponía una capa que era rojos oscuro por dentro y por fuera azul marino mientras en el lado izquierdo superior venia el escudo de Hogwarts.
Salí del vestidor de la y Viktor se acercó a mi.

- Nerviosa? – Pregunto el seguro.
- Un poco. – Dije mientras mis manos temblaban.
- Tranquila si llega a ponerse feo, yo te ayudo. – Dijo muy amablemente.
- Muchas gracias, Viktor. Por todo. - Dije mientras me alejaba a mi lugar.
Llegue a mi asiento sin antes ver una pequeña nota a un lado de una rosa blanca.

‘’Claro que no morirás, serás la campeona. Y si mueres no te iras solo porque yo me iría contigo. Te deseo lo mejor, heredera.
D.M. ’’

Sonreí al ver esa nota mientras mi cara se ponía escarlata hasta que sentí un flashazo en mi cara.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora