Simplemente... tu.

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Era algo extraño. En unos pocos minutos entraremos Harry, Cedric, Viktor, Felur y yo a la tercera y última prueba. El ganador saldrá con una copa y el orgullo; y los otros 4 saldran solo con la experiencia.
Mi uniforme. Mitad negro, mitad rojo... igual que el de Harry. Un escudo de la escuela de Hogwarts cerca de mi corazón y solo mi varita color escarlata era lo único que nos iba a diferenciar. Me miraba en un espejo y solo veía como mi cabello caía sobre mis hombros pero en mis pensamientos lo único que pasaba eran las cuestiones sobre la prueba.

- ¿Cómo te sientes, Fox? – Pregunte irónicamente a mi ato reposado en mi cama.

Este solo maulló felizmente.

- Creo que estamos diferentes de emociones. – Dije con una pequeña risa.

Estaba demasiado nerviosa además de que no podía sacar de mis pensamientos la carta de Draco.
El necesitaba respuestas, pero... ¿respuestas sobre qué?
Mi cuestión mayor era, el me volvió a dibujar, pero... como lobo. ¿Acaso él sabía que yo soy animaga? No puede ser mera coincidencia ya que los ojos de ese lobo son míos, son mis ojos.
Escuche como golpeaban la puerta, creo que era hora del show.

- Adelante. – Dije junto a un suspiro.

Pero mi sorpresa fue que no era nadie para avisarme que ya tenía que irme, si no era alguien que necesitaba respuestas, exactamente era Draco Malfoy.
Iba vestido como siempre lo hacía. Su traje completamente negro, informal para él, formal para mí.
Su hermoso cabello rubio contrastaba con tanta perfección que no pude evitar sonreír pero esa sonrisa duro menos del segundo ya que era extraña su presencia aquí en mi habitación.

- ¿Cómo? – Pregunto serio junto a mi ventana.
- ¿Cómo qué? – Pregunte desentendida.
- ¿Desde cuándo?
- ¿Podrías explicarte un poco más? – Pregunte un poco agotada.
- ¿Por qué sueño contigo? – Finalizo con su única pregunta mientras se sentaba en mi cama con las manos agarrando su delicado cabello de oro.

Me quede callada. No tenía ni una simple idea de que decir en ese momento. ¿Por qué lo hace? Si él no lo sabe, como piensa que yo voy a tener una respuesta ante eso.

- No me va bien en la clase de Trelawney, así que no puedo decirte. – Dije mientras me sentaba junto a él.
- ¿Sabes que es lo más extraño? – Dijo entre risas. – Pensaba que me estaba volviendo loco por qué... cuando hice ese dibujo, justamente escuche el aullido de un lobo, pero un aullido hermoso.
- ¿Realmente te pareció eso? – Pregunte aún más desconcertada.
- Sabía que eras tú, pero luego se me hizo tonta la idea.
- ¿Cómo sabes que fui yo?
- Reconocería tu voz donde fuera. – Dijo finalizando.

Todo fue un total silencio.

- ¿Cómo te sientes? – Pregunto sin saber que decir.
- Siendo sincera... no lo sé. – Dije en un suspiro mientras me paraba. – Me siento feliz por qué por fin hoy es la última prueba pero a la vez estoy muy asustada, puedo morir.
- Ni lo digas. – Dijo mientras se paraba.
- Draco, es algo que Dumbledore dijo; tenemos que cuidarnos o podremos morir, además de que... – Me interrumpió.

En un momento estaba dándole la espalda y cuando menos me di cuenta el me tomo del hombro haciendo que me volteara y me beso desesperadamente.
En un principio mis ojos quedaron como plato pero después fui cayendo en su efecto hasta que recobre la conciencia.

- ¿Y eso por qué? – Dije separándome muy poco de el con la voz agitada.
- ¿Sabes cuantas veces te veía pasar y no podía llegar y tomarte de la mano, acariciar tu cara... - Dijo mientras tomaba mis mejillas y luego pasaba sus dedos por mis labios. - ...besarte enfrente de todos?

Estaba perpleja.
No tenía ni una idea de que decir. Era como si el leyera mis pensamientos. Era tan extraña esta conexión que creo que nadie lograría entenderla.

La Oscura Bruja de GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora