Remus se acercó emocionado conmigo. El tiempo y la distancia que habíamos estado lejos fue mucha. Ahora él era lo más cercano que tenía a un padre.
- ¿Como estas, linda? – Pregunto Tonks mientras acariciaba mi cabello.
- Pues ya ves, me siento como queso. – Dije mientras reía.
- ¿Queso, ____?
- Por qué tengo muchos hoyos.
- Que bueno que no te afecto. – Dijo Remus mientras se sentaba en mi camilla. – Como has estado?
- Bueno, tuve la primera prueba que casi me mata Cotty…
- ¿La dragona de Dumbledore? – Pregunto Tonks.
- Esa misma, y pues paso el baile de navidad y fui con un chico llamado Jake Bugg y pues unas sirenas casi me matan o bueno si vivía casi me amputan el brazo pero fuera de eso creo que todo ha ido bien.
- ____, aunque pasen cosas malas debes agradecer cada día que vuelvas a abrir los ojos por las mañanas. - Dijo una linda reflexión Lupin.
- Remus, te quería pregunta algo, ¿como hago para convertirme en animago? – Pregunte mostrándole el libro.
- ¿Y tu como sabes de los animagos?
- Una compañera me dio un libro donde venían cosas de esas, ¿entonces?
- ¿Para qué quieres ser un animago, _____? – Pregunto Tonks.
- ¿Apoco a ti no te hubiera gustado convertirte en un animal y explorar alrededor de Hogwarts en las noches, o simplemente volverte animal e irte? – Dije imaginado situaciones.
- ¿_____, planeas huir de Hogwarts?
- Claro que no, pero… no lo sé, me gustaría intentarlo. ¿Me podrías ayudar, Remus? – Dije con cara de perro mojado.
- ____, ¿Sabes que si algo sale mal en cualquier cosa podría ocurrirte algo malo… hasta la muerte? – Pregunto Lupin muy serio ante la situación.
- Es un riesgo que pienso correr.
- Bueno, no se diga más. Me quedare esta noche en el castillo por qué tengo que hablar con… unas personas, pero mañana tendré lista tu poción. – Dijo Remus rendido ante mis peticiones. – ¿Me acompañas, Tonks?
- Hasta el fin del mundo.
Remus y Tonks se fueron de la enfermería hablando pero con ciertas risas entre aquellas platicas.
Ya estaba oscuro. Las velas eran lo único que adornaba aquella sala.
Seguí leyendo aquellos escritos sobre los animagos.
Los animagos registrados hasta estos momentos son:
Minerva McGonagall
Falcon Aesalon
Atria Books
Nicholas Hoult
Teresa Palmer
Rob Corddry †
John Malkovich †
Analeigh Tipton †
Y así seguían cuatro páginas completas, pero hubo una que me llamo la atención.
Al final de la cuarta página había un pequeño pedazo en blanco pero no podía ser pura casualidad.
Pensé que tendría una doble hoja pero… nada.
Tome mi varita, creo que iba hacer algo estúpido pero había que intentar.
Apunte sobre el pedazo blanco y dije ‘’Revela tus secretos’’.
Sin espérame la siguiente acción salió una pequeña lista con los nombres de cuatro personas.
Animagos ilegales:
Rita Skeeter
Sirius Black
Peter Pettigrew
James Potter †
¿James Potter? ¿El padre de Harry era un animago? Creo que si me había contado Harry sobre eso, el junto a Pettigrew y Black fueron animagos para acompañar a Remus Lupin en sus noches de luna llena, en los momentos en que él se volvía hombre lobo.
- Que buena que seas estudiosa, Schmidt. – Dijo una voz que la verdad me alegraba de escuchar.
- ¿Qué haces aquí? Ya paso la hora de dormir de Draco Malfoy. – Dije mientras cerraba mi libro.
- Bueno, no había venido a verte y muchos comentan que saliste de tu trance y pues quería ver que tan horrenda te veías. – Dijo acercándose hacía donde yo estaba.
- Pues si gustas me quito las vendas para que veas mis tres agujeros inmensos. – Dije mientras acercaba mi mano derecha hacía las vendas.
- No, gracias. – Dijo deteniendo mi mano. – Pansy quiso seducirme hoy así que por este día tuve suficientes asquerosidades.
- Siempre trata de seducirte. No sé por qué te sorprende. – Dije indiferente.
- ¿Escuche que alguien escupía celos junto a esas palabras? – Dijo divertido.
- No, realmente. No habría porque tenerlos. Si me llegaras a gustar o algo por el estilo créeme que Parkinson no sería un obstáculo.
- ¿Y que tal Astoria?
- Esa me la cacheteo de inmediato.
- Así que… ¿golpearías a Astoria si te gustará yo?
- O le diría algo que la hiciera bajar de su nube, si algo así.
- Entonces te guste desde hace mucho, ¿no?
- ¿Por qué paso eso por la mente de Draco Lucius Malfoy? – Dije divertida.
- 31 de Octubre, cuando eligieron a los campeones, tu ofendiste a Astoria.
- Porque me provoco la muy inútil.
- Entonces, no te molestara que me acerque más a ti.
- En lo absoluto. – Dije sin ninguna emoción. No entiendo por qué Malfoy piensa que gusto de él.
Pasó el rato y Malfoy solo seguía muy cerca de mí. Ni uno dijimos ni una palabra.
- ¿Recuerdas lo que decía el huevo? ‘’ Donde nuestras voces suenan, ven a buscarnos, que sobre la tierra no se escuchan nuestros cantos. Y estas palabras medita mientras tanto, pues son importantes, ¡no sabes cuánto!: Nos hemos llevado lo que más valoras, y para encontrarlo tienes una hora. Pasado este tiempo ¡negras perspectivas! Demasiado tarde, ya no habrá salida. ‘’ decía así, ¿cierto?
- Bravo, Malfoy desarrollo su memoria. – Dije entre risas.
- Es que estar lejos de ti dejo que mi cerebro pensara, porque tus malas vibras se pegan. – Dijo mientras le daba un golpe ligero como el de Fleur. – Bueno, ¿lo recuerdas?
- Claro, pero… ¿porque la pregunta?
- Decía: Nos hemos llevado lo que más valoras, y para encontrarlo tienes una hora.
- Si, por eso dure más de una hora y por eso tengo el brazo como queso, ¿cuál es tu punto, Malfoy?
- Dime Draco, Malfoy solo me dicen mis enemigos.
- Bueno… ¿cuál es tu punto, Draco?
- ¿Soy lo que más valoras? – Pregunto serio.
Me congele. Ni yo lo había pensado, ¿realmente Draco es lo que más valoro?
- Me refiero a que, pudieron llevarse a Bugg, Bella, a algún Weasley, hasta a tu gato que yo que lo amas más que tu vida. – Dijo mientras Fox dormía. – Pero… Me llevaron a mí.
- Draco, ¿te soy sincera? Ni yo tengo la idea de por qué te llevaron a ti. – Dije mientras miraba sus dulces ojos grises.
- No mentía cuando te dije que pienso que yo te gusto. – Dijo ya en susurros ya que no era necesario hablar fuerte para poder escucharlo.
Nuevamente congelada.
En menos de que me di cuenta, Draco con mano rodeo completamente mi mejilla izquierda. Debo de admitir que no se sentía tan mal después de todo.
Sabía lo que él iba a hacer pero por una extra razón, no quería que se detuviera.
Los sentí. Sentí sus finos labios sobre los míos, no hacíamos ningún movimiento con aquellos, solo sentíamos como se rosaban además de que solo nos dieron tiempo de hacer algo más ya que la señora Pomfrey entro corriendo.
- ¡SEÑOR MALFOY! LARGO A SU CASA O MANDO A HABLAR AL PROFESOR SNAPE. – Grito Madame Pomfrey.
Draco salió corriendo pero si no antes de darme un dulce beso en la mejilla.
- ¡Siempre es lo mismo con este joven, cada noche lo tengo que estar corriendo! – Dijo Madame Pomfrey.
- ¿Cada noche?
- Señorita Schmidt. Debo de decirle algo que solo creo que su gato sabe. – Dijo mientras apagaba las velas que no servían. – El joven Malfoy viene cada noche a estas horas desde que usted tuvo este trágico accidente. Ya veía venir algo como esto cuando supe que usted despertó. Ahora a dormir.
‘’ El joven Malfoy viene cada noche a estas horas de la noche desde que usted tuvo este trágico accidente’’ Esas fueron las palabras que retumbaban en mis sueños mientras recordaba la sensación de sus labios.
ESTÁS LEYENDO
La Oscura Bruja de Gryffindor
Fanfiction¿Alguna vez te haz sentido diferente? ¿Haz querido simplemente aplicar un reparo a tu vida? Pensé ser normal. Nacer, crecer, estudiar, conseguir un trabajo, una familia, cuidar de mis hijos, envejecer junto a mi amado esposo y... morir. La vida me h...