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Jin se estremeció en su lugar al escuchar a Tae pedirle tal cosa, le miro a los ojos para saber si lo que pidió era enserio, sin embargo al no ver expresión alguna entendió que hablaba en serio. Por un momento quería que no hablará en serio, pues es algo que en el pasado nunca se atrevió hacer, pero supo porque se lo pidió y fue por la misma razón.

Había pasado tiempo que dudaba de sus actos, el estar ahí y ver que Tae esperaba que le besara hacia que sus cuerpo temblara, era algo que no había podido superar el demostrar amor o afecto en público no era algo de él.

Taehyung esperaba que se parara de su asiento para dirigirse hacía él y darle un fuerte beso, pero Jin no se movía desde que le pidió que le besará. Pensó brevemente en algo más, pues era evidente que no le iba a besar, sin querer le dolió el hecho que Jin no tenía intenciones de cambiar aunque el interior de él se lo rogará su ego no lo permitiría.

Cansado de esperar algún acto de iniciativa por parte de Jin rompió el silencio que se había incrustado y habló. —Bien, no será necesario que hagas tal cosa—mencionó desilusionado—. Hagamos esto, vamos al lugar donde tienes a Jimin y para que veas que no planeo nada más, rompo con él hoy mismo delante tuyo—le propuso.

Seok Jin calmó sus nervios al escuchar que había cambiado de propuesta, no quiso pensarlo más y accedió a su nueva propuesta, asintió con la cabeza para darle entender que le llevaría a donde se encontraba Jimin.

Se dirigieron hacia la entrada decidiendo que cada quién iría en su propio carro, Tae le seguiría hasta dar con el lugar. Esperaba que no cambiara de parecer a mitad del camino, pues no sabría que más hacer, estaba cediendo hacía él para que dejara libre a Jimin, pues el no se merecía que lo involucrarán en sus problemas.

Después de recorrer toda la ciudad y dirigirse a las afueras de este, se relajo un poco pues Jin no había cambiado de parecer, ansiaba llegar pronto no se imaginaba como estaría de abrumado Jimin, quería llegar lo más pronto para verle.

Jimin después de varios minutos maldiciendo todo y él mismo, se levantó del suelo para inspeccionar el lugar, si iba a estar en ese lugar por lo menos quería saber como era. Quiso corroborar si en realidad no había salida alguna, busco puertas y ventanas, cada una de ellas cerradas de tal manera que no podía escapar. 

No le quedaba hacer más, al confirmar de que en verdad no podía salir, se rindió y se dirigió hacia la cocina, en ese momento no importaba que tan torpe fue al confiar en Jin, pero no podía estarse maldiciendo todo el día.

Abrió el refrigerador y en efecto estaba repleto de comida en buen estado, parecía que habían hecho la provisiones un día antes, pues todo lo que se encontraba en lo cocina estaba intacto. Al ver unos segundos lo que se encontraba dentro del refrigerador decidió hacerse unos panqueques.

Buscó dentro de los gabinetes si se encontraba todo lo necesario para prepararse su desayuno. Saco un sartén plano, un plato hondo, un globo para batir, harina, huevos, mantequilla y leche. Siguió las instrucciones para preparar la mezcla y cocinarlos.

Una vez preparados, se sirvió un poco de leche y picó algo de fruta para acompañarlos. Se sentó en un banco alto que se encontraba en frente de una barra a lado de él. Se deleitó al ver su desayuno, había puesto gran esfuerzo en el pese a que le molestaba estar tan tranquilo, pero hace rato no le había encontrado el caso estar ahí sin alimentarse.

Aunque no le agradaba para nada la situación donde se encontraba, le encontraba lo bueno de eso. Algo que siempre caracterizó a Jimin es que siempre trata de encontrar las ventajas o cosas buenas de las circunstancias difíciles que se le presentan.

El Destino de Nuestro Amor - [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora