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Odio la incompetencia

—¡Ese hombre está desquiciado!— Gritó molesto Marcus mientras Draco me seguía cubriendo con su capa. Acabábamos de salir de la estúpida clase de defensa contra las artes oscuras.

—El profesor es un idiota— Solté mientras Draco me ayudaba a acomodar mi cabello. Le di una sonrisa correspondida mientras arreglaba un mechón que estaba fuera de su lugar.

—Sin mencionar las preguntas de su examen, no creo que para trabajar en el misterio me pregunte el color favorito de ese tipo— Comentó Theo.

Nos encaminamos al comedor para poder almorzar, ya que luego Draco tenía práctica de Quidicth e iría a verlo.

—Ya vengo, tengo que cambiarme— Dijo dándome un beso en la mejilla para luego pararse y salir, no me había dado cuenta de la sonrisa estúpida que tenía en la cara hasta que vi la cara de Marcus.

—¿Qué carajos fue eso? Olvídalo, te acompañaré a ver la práctica— Comentó Marcus volviendo a su comida.

—De casualidad ¿No quieres acompañarme a la ducha también?— Respondí molesta.

—Yo sí— Soltó Theo y luego se arrepintió por la mirada que le dio Marcus.

—Compórtate Nott, esas bromas no son de mi agrado—

—¿Podemos comer en silencio y con tranquilidad? Dejen de comportarse cómo idiotas— Solté molesta ¿Ya están en la pubertad o qué mierda les pasa?

No fue hasta que llegó Draco que las miradas de odio que le daba Marcus a Theo cesaron.

Iba caminando junto a Theo detrás del equipo de Quidicth, Marcus y Draco iban conversando con uno de los chicos del equipo, si mal no recuerdo era Adrián, recuerdo haberlo visto un par de veces conversando con Tom.

—Va a haber problemas— Espetó Theo mientras señalaba al equipo de Gryffindor acercándose, fue demasiado tarde cuando me si cuenta que los Slytherin se habían parado delante de ellos, ya que había chocado con la espalda de Draco, él me volteó a ver y mientras adelante empezaban a discutir me dio otro beso en mi mejilla.

—Ten más cuidado mini voldi, la próxima puede ser una pared— Yo solo asentía mientras el se acercaba a los Gryffindors. No era necesario un espejo para saber que estaba sonrojada, joder. 

Unos segundos después, Marcus tomó mi mano y me llevó al frente, ahora tenía ante mi al trío de Gryffindor. 

—En el equipo de Gryffindor nadie compra su puesto, lo ganan por su talento— Soltó Granger de forma altiva.

—Nadie pidió tu opinión sangre sucia e inmunda— Solté molesta. No sabía cómo Draco había tratado de conseguir ese puesto con su esfuerzo. Ella no lo había visto llegar con la ilusión en la mirada cuando por fin entró, no tenía derecho a decir tremendas estupideces.

—A mi no me calla la hija de un genocida— Menuda prepotencia.

—Oh, Granger yo que tú mantendría la boca cerrada, a no ser que quieras ser la hija de un par de sucios muggles muertos, o aún peor—

—Pagarás por eso Riddle— amenazó la comadreja con una varita rota —Tragacaracoles— Soltó pero el hechizo rebotó hacia él.

No pude evitar reírme, vi como Potter corría a levantar a su amigo quien empezaba a botar babosas por la boca, asqueroso. Él y la sangre sucia se lo llevaron a Hagrid mientras yo seguía riendo.

—Joder, definitivamente esto es un circo— Comentó Marcus riendo jocosamente.

—¡Draqui!— escuché una voz chillona venir, era Astoria —¿Estás bien? ¿No te hicieron nada? ¿Qué haces vestido así, no te dije que no me gustaba el Quiddith?— Joder, ahora siento pena por mí mejor amigo.

M O R G A N A - [D.M.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora