• 74 •

404 12 0
                                    

El frío de la noche se colaba silenciosamente en la habitación, aquel invitado indeseable se apropiaba del cuarto a medida que el tiempo avanzaban.

Solté un suspiro silencioso que resonó en la helada soledad que me envolvía. Mi vista cayó en la túnica verde que momentos atrás habría arrojado a su suerte, aquellos colores que tanto amaba ahora solo me provocaban un nudo en el estómago.

Inicio del flashback

La mesa estaba repleta de mortifagos, la mansión Malfoy estaba infestada de nosotros. Como era de esperarse, mi padre se encontraba en la cabeza, aún no empezabamos en su totalidad la reunión, pero eso o impedí que murmullos en nuestro entorno se escuchen.

Marcus se habia sentado al lado izquierdo de mi padre, y Tom al derecho, yo me encontraba entre este ultimo y Malfoy, quién por orden mía y sin contraposición de mi padre se sentó a mi lado. Algo alejado de sus padres.

El silenció se adueño del salón cuando unos pasos conocidos se empezaron a esucchar desde las escaleras. Snape habia arribado finalmente.

—Severus, empezaba a temer que te hubieras extraviado— Habló mi padre apenas aquel pelinegro entró en su campo de visión —Ven, te reservamos un lugar— Añadió señalando el asiento vacío al lado de Marcus. El profesor dudo unos breves segundos antes de apresurarse a tomar asiento —¿Tienes noticias supongo?— Cuestionó papá apenas Snape llegó a su lugar.

—Sucederá el próximo sábado, al anochecer— Respondió este.

—Yo esucuhe otra versión, mi Señor— Sostuvo otro Mortifago —A Dawlish; el auror, se le escapó que el niño Potter no será mudado hasta el 30 de este mes. El día antes de que cumpla 17— Completó.

—Esa pista no es cierta— Recriminó Snape firmemente —La oficiona de aurores ya no participa en la protección de Harry Potter. Sus allegados creen que nos hemos infiltrado en el Ministerio— Espetó lo ultimo dirigiendose totalmente a mi padre.

Mi vista cayó por un momento en las manos de Draco, las cuáles estaban sobre su regazo, temblando. Sin que mi padre se diera cuenta puse mi mano sobre las suyas para poder calmarlo. El color habia abandonado su rostro.

—Bien, en eso tienen razón— Comento burlón un mortifago desde el otro lado de la mesa, provocando las risas de los demás.

—¿Qué opinas tú, Pius?— Interrogo mi padre con suma serenidad.

Aquel tipo delgado, se quedó intimidado en silencio por Naggini, quién se divertida al verlo tan indefenso tratando de proyectar confianza —Uno escucha muchas cosas, mi Señor. Si la verdad es parte de ellas, no queda claro— Declaró provocando una breve risa a papá.

—Hablas como un verdadero politico. Creo que nos resultarás muy util, Pius— Agregó con una sonrisa antes de volver con Severus —¿A dónde llevarán al muchacho?—.

—A una casa de seguridad. Porbablemente a la de algun dentro de la orden. Me dicen que le han dado toda forma de protección posible. Una vez ahí seria poco practico atacarlo— Finalizó antes de volver a ser interrumpido abruptamente.

Bella se aclaró la garganta para llamar la atención. Para este punto, mi mano estaba entresalazada por debajo de la mesa con la de Draco, para nuestra suerte, todos estaban tan concentrados en cómo atacar a Potter que nadie prestaba atención a lo que sucedia debajo de sus narices. —Mi Señor, quiero ofrecerme para esta tarea. Quiero matar a Potter— Proclamó suplicante con la cabeza baja.

—¡Colagusano! ¡¿No te habia dicho que mantuvieras a los huéspedes en silencio?!— Gritó mi padre ante los quejidos lejanos que se escuchaban desde algún lugar en la mansión. Esto, desarmó por completó a Draco, quién empezó nuevamente a temblar de ansiedad.

M O R G A N A - [D.M.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora