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Maldición.

—Necesitaba esa poción— Susurré de mala gana a Marcus, haciendo referencia al felis felicity que había ganado Potter.

El salón había acabado con diversos humos, producto de las múltiples explosiones que habían ocurrido para terminar la poción encomendada por Slughorn. Para que Potter y ese Maldito libro lo hayan conseguido. Joder, debí ir por el primera.

—¿Por qué no haces una?— Preguntó por lo bajo.

Por un momento lo miré analizando su comentario —Tal vez no sea mala idea, y tú me ayudarás— Respondí con una sonrisa.

De pronto, brevemente capté un olor de quemado, era desagradable, y cuando busque con la mirada; el origen de ese edor, me di cuenta que venía del cabello de Granger.

—¿En dónde conseguiremos los ingredientes para hacerla?— Cuestioné mientras arreglaba mi cabello. Se habia esponjado debido a todos los experimentos que habían estado haciendo.

Marcus adoptó un semblante pensativo, pero no fue por mucho tiempo —Tengo un lugar en mente, pero está en Londres, podríamos ir cuando inicien las visitas en Hogsmeade— Espetó arreglando todo el desastre que habíamos hecho por la maldita poción.

Almenos no perdimos ningún ojo. Punto para los Riddle.

[...]

—Deja de exponerte así Astoria. Joder... antes de que pudieras si quieres acabar una misión, acabarás muerta— Le recriminaba Daphne a su hermana frente a mí.

La Greengass menor, últimamente estaba demasiado ansiosa por mostrar su valor en las filas de mi padre, y eso había provocado que su hermana este cada vez más nerviosa por lo imprudente que llegaba a ser.

Deje por un momento que sigan discutiendo, meterme en riñas de hermanos nunca fue mi fuerte, y vivir con Marcus y Tom me había demostrado que era mejor que resuelvan sus problemas por sí solos. Además si me metía, terminaría harta a los 3 segundos, por lo irracional que era Marcus.

Por unos segundos me quedé analizando el rostro de Astoria, estaba más delgada, sus pómulos no se veían bien, y sus ojeras cada vez se acentuaba más. Se estaba matando —Astoria— Llamé parándome, obteniendo así la atención de ambas —No sé si se te a olvidado, o esto que tienes, también afecta tu memoria. Ya sabes lo que diré con respecto a las misiones. Pero, si sigues exponiéndote sin miedo a morir por nada, adelante. Hazlo. Pero no esperes que tu muerte valga la pena, si vas a morir que sea por algo que te importe— Solté saliendo de la habitación.

Realmente no estaba de mucho ánimo. Estaba algo agotada. Ni siquiera sabía a donde ir, tenía la cabeza en todos lados, ni siquiera para eso me podría concentrar ahora. Joder ¿Por qué tenia que empezar a crecer?

—¡Mor!— Escuché que me llamaban a lo lejos. Al levantar mi vista, me encontré con mis hermanos y los chicos. Una sonrisa se dibujo en mi rostro y sin dudarlo me acerqué a ellos.

—Hoy, vamos a asaltar la cocina— Comentaba Theo como un niño en voz sumamente bajita. Sonreí por su comportamiento.

—Lo haremos en la media noche, cuando todos duermen— Añadió Blaise siguiéndole el juego.

Marcus, tenía un brillo en su mirada, definitivamente iría con ellos —Asaltar la cocina, cómo todos unos delincuentes— Soltó Tom riendo.

—¿Qué dices, vienes?— Preguntó Pans totalmente esperanzada —Sí me dejas con el trío de tontos, no te lo perdonaré Morgana Riddle de Malfoy— Espetó colgándose de mi brazo derecho. No pude evitar sonrojarme por el apellido que me había agregado.

M O R G A N A - [D.M.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora