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Estábamos junto a los chicos en la sala común, hoy Snape tendría un comunicado para la casa, pero era muy temprano aun, y mientras esperábamos a que dé la hora solo nos relajamos.

Me encontraba en el hombro de Draco acostados en el mueble, él me leía una de las historias de Beedle el Bardo, Theo estaba en el mueble más próximo, Pansy en el suelo escribiendo unos pergaminos y Marcus se había quedado dormido en todo el otro sofá.

—Creo que yo entro ahí completo— Soltó Theo mirando la chimenea que estaba apagada. Espero que sea una mala broma.

Me di cuenta que no lo era, así que lo miré totalmente extrañada, al igual que Pansy.

Draco empezó a mirar la chimenea y luego dirigió su vista a Theodore —Te apuesto 5 galeones a que no— Le comentó finalmente, cerrando el libro y dándole su atención. 

—Espero que cumplas tu palabra— Respondió mientras se paraba y se dirigía a la chimenea.

Pansy incluso lo cuestionaba con su mirada, y Theo estaba muy decidido —¿Enserio lo hará?— Le pregunte por lo bajo a Draco quien solo reía.

—Aguarda y verás— Me respondió dándome un beso en mi mejilla.

Theo ni siquiera se había preocupado por los restos de cenizas que quedaban ahí tras sacar lo que alimentaba la llama, ahora extinta. Se había sentado, y si... Entraba completamente. Me pare para examinar bien lo que había pasado.

Llenaba la chimenea por completo.

—Hora de pagar amigo— Dijo Theo mientras extendía su mano desde donde estaba —Tal vez la próxima vez tengas más suerte Malfoy—

Es increíble, no sobraba ni un poco de espacio. Theodore Nott hecho a la medida para las chimeneas submarinas.

Draco se paro y saco las cinco monedas de su pantalón para luego dárselas con una muy sospechosa sonrisa —Bueno es mejor que nos vayamos, suerte para salir Nott— 

Pansy empezó a reír muy fuerte, y Theodore se dio cuenta que meterse no es tan fácil como salirse. No pude evitar soltar carcajadas.

Tom había llegado a la sala en el momento que Draco tomo mi mano para salir de esta, le di una sonrisa pero estaba demasiado centrado en ver a Theo intentar salir de la chimenea mientras Pansy se reía. 

—Joder Parkison ayúdame— Le escuche decir cuando salí de Slyterin.

Draco soltó una carcajada que em contagio por completo cuando las puertas se cerraron.

[...]

Nos habían separado, mujeres de hombres, estábamos sentados unos en frente de otros. Pansy estaba a mi derecha y trataba de mantenerse seria. Theo estaba en frente de nosotros lleno de hollín.

—¿Cómo lo sacaron?— Cuestione por lo bajo mientras Snape hablaba con Flinch.

—Le tuvo que pagar 3 galeones a un chiquillo— No pude evitar reírme.

Snape había comenzado a hablar, y no le presté mucha atención, ya que la sola imagen de Nott pidiendo ayuda para salir de una chimenea era la única en mi cabeza.

—¡Genial!— Espetó Pansy trayendome de vuelta. La miré extrañada, no había alcanzado a escuchar nada —El baile de navidad será dentro de unas semanas—

No sabía bailar ¿Cómo iba a ir a un baile si no sabía bailar?

—No piensen que les rogaré para que escojan a sus parejas y empiecen a practicar, me da igual lo que hagan. Solo no olviden mis palabras, al primero que deshonre al nombre  Slytherin será hechado tan rápido que ni siquiera tendrá que sacar las cosas de su habitación— Apenas dijo esto, se paró en frente de la habitación con los brazos cruzados —¿Y bien?—

Algunas chicas se cruzaron de brazos y al parecer las parejas de enamorados fueron los primero en pararse. Tom entre ellos, fue sumamente decidido a ver a Am quién le dió una hermosa sonrisa al tomar su brazo.

Marcus y Draco se pararon a la vez. Uno con la mirada decidida y otro con una sonrisa ladeada.

Tendió su mano con una sonrisa ladeada en su rostro y no dude en aceptarla, pero antes de seguirlo le hablé al oído —No tengo ni la menor idea de cómo bailar— Le confesé bajando la mirada.

Levantó mi mentón con su mano y me dio un cálido beso en mi mejilla —Yo te guió—

Le di una mirada a Pansy y ella tenía una mueca de claro asombro en su rostro. Marcus le había tendido la mano para invitarla a bailar y dudosa lo había aceptado.

—Vale, primero quiero que veas los pies de las demás parejas— Dijo mientras ponía sus manos en mi cintura  —Sus pies siguen el compás de la música, van con el ritmo— Señalaba mientras seguíamos parados abrazados.

3 Derechas.

3 Izquierdas.

Cambio.

3 Derechas.

3 Izquierdas.

Salto.

Creo que lo tengo. Espero.

—Sigo sin saber cómo lo lograré, pero creo tengo una idea de cómo es—

—Tómate tu tiempo princesa, de todas formas me gusta estar así contigo... Aunque no niego que también me imagino mejores formas—

[...]

La práctica había pasado muy lenta para mi gusto. Me la había pasado rojisima y deseando pisar a Draco, aunque no me siento culpable al decir que ocasionalmente lo hacía.

—Vamonos al comedor que muero de hambre— Pidió Theo con hollín —¡Estafador!— Le gritó de la nada a un pequeño niño que llevaba una sonrisa muy maliciosa —Me robó 3 galeones solo por sacarme de la chimenea—

—Para la próxima no apuestes con Draco— Le Respondí riendo.

Estábamos a unos pasos de entrar cuando sentí un empujón.

—¡Eh!—

—¡Tened más cuidado!— Exclamó la pelirroja que me había chocado. Su mueca era de molestia pura.

Será ciega o estúpida.

—¿Yo? Si la que tiene las piernas tan chuecas que ni sabe a qué dirección camina eres tú, eso; O eres estúpida— Respondí mirándola de arriba abajo.

Esta había sonreído y empezado a acercarse a mí —Cuida tu boca, bonita— Soltó tratando de coger mi corbata.

—Iugh, no me toques— Espete quitando su mano.

Me crucé de brazos no sin antes darles una mirada de advertencia a quienes venían conmigo para que no se metieran en esto.

—Pero miren qué tenemos aquí, un princesita... Y luego dicen que nosotros los franceses somos los mezquinos— Comentó haciendo que sus compañeros rían.

—Me sorprende que sepas que significa mezquina— Respondí dándole una sonrisa.

—Pero qué impresionante actitud, princesita—

—Mi actitud es lo menos impresionante de mí, cariño— Cuando me di cuenta de mi entorno, habían chicos quienes se habían quedado a mirar —Vámonos— Les dije a los chicos, mientras Draco pasaba su mano por mi cintura y dejaba un beso en mi coronilla.

M O R G A N A - [D.M.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora