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—Cielos papá, nos tocó hasta arriba— Escuche que se quejaba una voz muy familiar, al tratar de buscar al dueño, mi vista chocó con un gran número de cabelleras rojas. E incluso con la mirada de un pelinegro.

—Pongamoslo de esta manera, si acaso llueve... serán los primeros en saberlo— Comentaba Lucius, quién estaba al frente de nosotros.

Estábamos en el campeonato mundial de Quidditch. Tom había traído a Amelie, y Theodore había sido traído por sus padres, quienes trabajaban en el ministerio.

Draco me traía de la mano, estaba muy guapo, tenía un traje negro que le quedaba muy bien, y sus anillos plateados hacían que sus manos se vean muy rudas.

Pude sentir la vista de Harry, pero no iba a voltear, él había sido un buen amigo, y no debí dejar que las cosas se me salgan de las manos.

—Nosotros estaremos en el balcón del ministro, el mismo Cornelius Fugde nos invitó personalmente— Agregó Draco con una sonrisa.

—No presumas Draco— Espetó Lucius golpeando su abdomen con su bastón, lo miré con odio, y este lo quitó rápidamente —Son gente sin importancia—Añadió mirando a los Wesley.

—Avancemos— Le indiqué a Draco quien no soltaba mi mano, quería alejarlo de ahí, así que deje atrás la escena en la que Lucius amenaza a Harry.

—No te lo había dicho antes, pero no estás tan fea— Dijo a mi oído, este era el único momento en que nos encontrábamos solos, mis hermanos y el resto de gente se había quedado atrás con Lucius.

—Debo admitir que tú das menos asco hoy— Respondí dándole un beso en su mejilla.

Las marcas que tenía en mis brazos ya estaban desapareciendo, así que ya me estaba acostumbrando a llevar ropa escotada, y era justo un vestido de ese tipo que llevaba ahora.

Nos sentamos juntos, al lado de él estaba Lucius, y había perdido de vista a mis hermanos. Deben haberse ido con Theodore.

Draco no había soltado mi mano en ningún momento y eso de cierto modo me tranquilizaba, incluso las había puesto sobre mi regazo. Él hacía que me olvide de todo, incluyendo lo que vendría después del partido.

—Ahí está Krum— Me Comentó señalando al buscador de Bulgaria —Es el mejor buscador—

—Yo ya tengo a mi buscador favorito— Respondí con una sonrisa.

—¿Acaso apoyas a los Irlandeses?— Preguntó con cierto dolor en su voz. Dramático.

—Hablaba de tí, rubio tonto— Dije con la mayor obviedad posible, una enorme sonrisa se formó en su rostro y me dió un beso en mi nariz. Se quedó suficientemente cerca a mi rostro, pero fuimos interrumpidos por el comienzo del partido.

Nunca había odiado tanto a Cornelius.

[...]

—Ahora que ya están sentados quisieras informarles algo— Dumboldore empezó a decir después de que convocara el orden en el comedor —Este castillo, no solo será su hogar este año, sino también de invitados muy especiales ya que Hogwarts a sido elegido...— El celador apareció por la puerta principal trotando de una forma muy extraña, no pude evitar soltar una risa y dejar de prestarle atención a Dumboldore.

Al llegar Flinch con Dumboldore empezaron a susurrar cosas inaudibles.

Yo tenía hambre, y quería empezar a comer.

—Decía, Hogwarts a sido elegido, como la sede de un legendario evento— Flinch volvió a correr pero esta vez para salir del comedor, Draco, quién estaba a mi lado también comenzó a reirse —Para aquellos que no lo sepan, el torneo de los tres magos, reúne a tres escuelas para una serie de pruebas mágicas y  cada escuela elige un estudiante para competir. Y que quede claro, si son elegidos estarán solos, y créanme cuando les digo que este torneo no es para los asustadisos—

Los murmullos empezaron a sonar por todas las mesas. Tom estaba conversando con Amelie sin prestar atención a Dumboldore.

—Pero hablaremos luego, por ahora demos la bienvenida a la academia de magia Beauxbatons y a su directora, Madame Maxime— Apenas acabo la oración unas jovencitas con uniformes celestes aparecieron por la puerta, y vaya que saben hacer entradas.

Vi de reojo a Draco quién las miraba atentamente —Ahorita te traigo un balde para que guardes la baba que se te cae— Comenté tratando de sonar normal.

Por su rostro vi que no lo logre.

—No creo que sean mi tipo— Respondió pasando su brazo por mis hombros, yo solo me cruce de brazos y fije mi vista en las chicas.

Había una rubia en particular muy hermosa, tenía unos ojos azules perfectos.

El comedor estalló en gritos por parte de los chicos, Draco no se movió ni un centímetro, solo reía por lo bajo.

Dumboldore besó la mano de su directora para después seguir hablando —Ahora recibamos a nuestros amigos del norte, los orgullosos hijos de Dorumstrack, y a su director Igor Karkarov—

Unos chicos con uniforme de pieles en rojo carmesí aparecieron con unos bastones que al hacer fricción con el piso estaballan en chispas.

Algunos eran muy guapos, pude ver que adelante del director venía Víctor Krum. Traían peinados muy extraños, y caras sumamente rígidas. Necesitaban desestresarse.

—Ahorita traigo un balde para que guardes la baba que se te cae— Dijo Draco quitando su brazo de mi hombro.

—No creo que sean mi tipo— Respondí sonriendo. No me había gustado que sacara su brazo de mis hombros. Pero le reste importancia.

El tiempo pasó y la cena empezó.

Los chicos del norte se sentaron en nuestra mesa, y al parecer a Draco eso no me agradó, porque llevaba su mandíbula muy rígida.

—Intenta relajar tu rostro, que siento que matarás a alguien— Le Susurré lo suficientemente bajo. Él solo volteó los ojos y me dió una sonrisa.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no se había dado cuenta que a su lado estaba Víctor.

—Su atención por favor, quisiera decir unas palabras— Dijo Dumboldore haciendo que la mayoría de estudiantes dirijamos su vista a él —La gloria eterna es lo que le aguarda al estudiante que gane le torneo de los tres magos, pero para lograrlo deberá sobrevivir a tres pruebas, tres pruebas en extremo riesgo, por esta razón el ministerio decidió agregar una nueva regla, y para esto tenemos al ministro de cooperación mágica internacional, el señor Bartemius Crouch—

Antes de que siquiera el mencionado tome lugar frente a todos, el techo fue afectado por los relámpagos de afuera, pero un mago lo detuvo.

—Es Alastor Moody, el cazador de mortifagos— Comentó Theo hacia nosotros.

Volteé mi vista hacia Marcus quien estaba a mi lado, solo asintió levemente para volver a mirar al frente

Saludó muy animadamente a Dumboldore para después irse a un rincón a beber.

Barty al fin pudo ponerse al frente sin interrupciones para comenzar a hablar —Después de un largo análisis, el ministerio determinó que ningún estudiante menor de 17 años se le permitiera postular su nombre para el torneo de los tres magos, y la decisión es definitiva— Ni había acabado de hablar cuando los estudiantes empezaron a abuchearlo.

—Uf, de la que los salvaron, no podrían con mi poder si competía— Dijo Nott haciendo que soltaramos risas

—¡Silencio!— Grito Dumboldore. Para después empezar a develar un enorme cáliz de metal, del cual salía una llama azul muy intensa.

—El cáliz de fuego— Indicó señalando —Quién desee participar en el torneo deberá poner su nombre en él antes del jueves a esta hora, y piénsenlo con mucho cuidado, porque de ser elegido, estarán solos... En este momento el torneo de los tres magos ¡Da comienzo!—

—Joder, que alguien le diga que deje de gritar que a su edad no es recomendable— Espetó Marcus ocasionando una carcajada de mi parte.

Sentí cómo el brazo de Draco me volvía a rodear por mi cintura esta vez, y al voltear a verlo, me estaba dando una sonrisa. Vaya que es bipolar, así que le di un beso en su mejilla.

M O R G A N A - [D.M.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora